Practicar yoga o pilates es una de las formas más saludables de cuidarnos y mantenernos en forma. A veces no sabemos cuál de estas disciplinas escoger y la buena noticia es que no tenemos por qué quedarnos solo con una, el Body Balance combina lo mejor de las dos. Descúbrelo a continuación.

¿En qué consiste el Body Balance?

Como vimos en el post anterior sobre pilates y yoga, ambas técnicas pueden complementarse y lo ideal es poder combinar las dos, aunque no siempre hay tiempo para asistir a sesiones diferentes. El Body Balance incluye en una misma clase entrenamientos de yoga, pilates y también Tai-Chi.

Siguiendo la base del yoga para mejorar cuerpo y mente, alterna algunos de sus movimientos para estirar con elementos de pilates y Tai Chi con los que fortalecer los músculos y mejorar nuestro equilibrio.

El control de la respiración también forma parte de todos los ejercicios, así que al acabar la clase también nos sentiremos mucho más relajados y en calma.

¿Cómo es una clase de Body Balance?

Las clases de Body Balance, creadas por el equipo de Les Mills, duran unos 55 minutos, en los cuales un instructor nos dirige a través de 10 pistas musicales para que vayamos trabajando diferentes capacidades físicas.

El inicio, con movimientos de Tai Chi, nos sirve para calentar y nos ayuda a dejar atrás las tensiones acumuladas durante la jornada. Después se realizan diferentes secuencias de yoga y pilates centradas en tonificar los principales grupos musculares, además de estirar: saludos al sol, tonificación de piernas, equilibrios, apertura de caderas, abdominales, trabajo de espalda, torsiones y trabajo de isquiotibiales. Los últimos minutos de la clase están dedicados a la meditación.

Aunque la sensación final es de relax, el trabajo es intenso, pero puede adaptarse a todos los niveles. Para practicar Body Balance solo necesitas ropa deportiva cómoda (nada de calzado) y una colchoneta de yoga, que suele proporcionar el centro o gimnasio.

Beneficios cuerpo y mente

En una clase de Body Balance se fortalecen todos los grupos de músculos, aunque destaca el trabajo en la espalda y la zona abdominal, perfecto para evitar lesiones de nuestro tiempo como el dolor cervical derivadas de una mala postura que esta disciplina nos ayuda a corregir.

A través de posturas de yoga y danza mejoramos la armonía y el equilibrio en nuestro cuerpo, y esto se ve reflejado en cómo nos sentimos y movemos en el día a día.

Algo que también mejora muchísimo con el Body Balance es la flexibilidad, en las primeras sesiones podemos sentir que nuestras piernas parecen de madera, pero si somos constantes en poco tiempo notaremos una diferencia notable, pudiendo realizar todos los ejercicios cada vez con mayor facilidad.

Los estiramientos contribuyen a esa mayor elasticidad en los músculos, previenen las lesiones deportivas y facilitan nuestros movimientos, tanto para esta clase, como para otras prácticas deportivas con las que la queramos compaginar.

La meditación, la respiración y la motivación por ejecutar las posturas de forma correcta hacen que nos concentremos al máximo en lo que estamos haciendo y tomemos mayor conciencia de nuestro cuerpo, lo que se traduce en un mayor respeto y cuidado por el mismo. Además esta clase nos proporciona una calma y bienestar que nos acompañará durante el resto del día si asistimos por la mañana o bien nos ayudará a dormir mejor si vamos a última hora de la tarde.

El Body Balance es una disciplina muy completa, perfecta para compaginar con algún ejercicio aeróbico como el Power Walking. Si además le añadimos una alimentación saludable, ya lo tenemos todo para estar bien y sentirnos mejor. ¿Te animas a probar?