Nutrición, Salud

Cómo conseguir no engordar en Navidad: trucos y consejos

Puede parecer un imposible, pero no ganar peso en Navidad no requiere grandes esfuerzos ni impide disfrutar plenamente de las fiestas. Son los pequeños cambios los que marcan la diferencia.

Se acerca la Navidad, tiempo de reunirse con la familia, de hacer regalos y de celebrar con los amigos. Aunque estas fechas también se asocian con las grandes comilonas, los brindis, los dulces… Y algunos inevitables kilos de más. Pero, ¿y si no son inevitables? Te contamos cómo conseguir no engordar en Navidad. Es mucho más sencillo de lo que parece.

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Alimentación consciente para no engordar

Si todavía no has empezado a comer de forma consciente, es un momento perfecto. Como ya comentamos, el mindfulness no consiste solo en meditar, sino sobre todo en tomar conciencia del momento presente. Lo mismo podemos hacer mientras comemos, observando cómo nos sentimos, saboreando cada bocado y prestando atención a la cantidad de comida que ingerimos.

Las comidas navideñas tienen todos los ingredientes para que resulte complicado distinguir el hambre emocional del hambre real. Estamos distraídos con las conversaciones, tenemos multitud de alimentos apetitosos y diferentes para elegir, y nos pesa el hábito de repetir los mismos rituales en la mesa, año tras año.

Esta vez podemos partir de una idea muy práctica: comer de más no nos va hacer disfrutar más. Al contrario, ¿a quién le gusta sentirse con la barriga hinchada o sin ganas de nada después de la comida?

Trucos para conseguir un equilibrio saludable

Tomar consciencia de lo que estamos comiendo tampoco tiene por qué convertirse en una prueba titánica de voluntad, ni en una tensión permanente que nos estropee el momento.

Encontrar un equilibrio, que nos permita deleitarnos con nuestros platos favoritos, sin excedernos, es la clave para los días de celebración. Estos son algunos trucos que te ayudarán a lograrlo.

No engordar en Navidad

En la mesa

  • Suelta el tenedor: descansar entre bocados hace que bajemos el ritmo al comer, saciándonos antes. Dejar el tenedor en la mesa mientras masticamos y no volverlo a coger hasta que hemos terminado cada bocado, es un gesto que podemos automatizar fácilmente. Así evitaremos comer muy deprisa, lo cual se suele traducir en demasiado.
    Empieza a poner este truco en práctica desde ya. Es muy posible que te sorprendas al comprobar como muchas veces nos llevamos comida a la boca cuando todavía la tenemos medio llena. Esto sirve también para las copas, ya que si las mantenemos en la mano continuamente beberemos más.
  • Bebe agua: una copa de vino o de cava contiene unas 70 kcal, y si es un combinado de ginebra o whisky se puede ir a las 260 kcal. Beber en exceso no es nada saludable, eso lo tenemos claro, y además engorda sin aportarnos ningún nutriente. Tener a mano una botella de agua, para alternar entre copas, contribuye a reducir la ingesta total de alcohol y a no deshidratarnos.
  • Sírvete una vez en el plato: aquí sí hace falta prestar un poco más de atención. Sírvete una cantidad razonable en el plato (del picoteo, del plato principal, del postre…) y antes de repetir, recuerda que ya has comido lo que considerabas adecuado. No está de más hacer un repaso mental de vez en cuando de lo que hemos comido, antes de seguir.
  • Cuidado con el pan: si no puedes resistirte a mojar pan en tu salsa favorita, hazlo con moderación. Un trozo pequeño de pan es suficiente para quitarnos el gusanillo. Si la comida es demasiado calórica, mejor no seguir sumando calorías con alimentos que están para “acompañar”.

Unas navidades diferentes

  • Lleva una fruta para el postre: turrones, helados, mazapanes, tartas… Los dulces abundan por todas partes, ¿para qué aparecer con otro más? Sé original y lleva una fruta exótica, una tarta hecha con fresas o una refrescante piña que ayuda a hacer la digestión. Al final todo el mundo lo va a agradecer.
  • Evita comer en la sobremesa: las comidas de Navidad se suelen alargar y a veces sin darnos cuenta podemos pasarnos comiendo y bebiendo prácticamente desde el mediodía hasta la hora de la cena. Es un buen momento para preguntarse, ¿tengo hambre? Una infusión digestiva es una opción genial para tener las manos ocupadas y no picotear en exceso. También podéis salir a estirar las piernas, un paseo después de comer sienta fenomenal.
  • Descubre delicias sanas: si te toca cocinar, investiga un poco y sorprende a tus invitados con recetas exquisitas y saludables. Prepara un menú dando protagonismo a las verduras, con ingredientes de calidad, al horno, al wok, a la plancha o incluso crudos. Seguro que marcas tendencia para el año siguiente.

No engordar en Navidad

No caigas en la inercia y muévete

Desde la primera cena de empresa hasta el día de Reyes pasamos por muchas comidas, aperitivos y cenas. Aunque también hay muchos días “normales” en medio en los que no tenemos ningún compromiso y podemos seguir fácilmente una alimentación saludable.

El problema es que en estas fechas solemos caer en una especie de inercia en la que, como ya nos hemos pasado una vez, parece que poco importa seguir haciéndolo a todas horas. Si comemos bien la mayoría de días y seguimos practicando ejercicio de forma habitual, incluso aunque no tengamos tiempo, es poco probable que ganemos kilos.

No todos los encuentros familiares o con amigos tienen que darse alrededor de una mesa, podemos salir de excursión, ir a pasear al centro, a patinar con los más peques… Si por cada actividad que planificamos sentados, pensamos otra en la que nos movamos un poco, no solo ganaremos en salud, seguro que conseguiremos celebrar unas Navidades mucho más divertidas.