La Gimnasia Abdominal Hipopresiva (GAH) es una de las herramientas más eficaces para recuperarse del parto, lo cierto es que sus beneficios van mucho más allá de la estética, de estilizar la figura rápidamente o de lucir un abdomen plano.
Los ejercicios hipopresivos son útiles para trabajar la musculatura abdominal profunda; un conjunto de músculos que normalmente no están tonificados y que sirven de sostén para toda la columna vertebral. Para hacer GAH se recurre al trabajo del suelo pélvico y del transverso abdominal.
Los ejercicios hipopresivos requieren de una técnica muy compleja en la que se combinan un gran control de la respiración (ya que hay que vaciar los pulmones de aire y realizar los ejercicios en apnea), un trabajo importante del suelo pélvico sin presionar la zona abdominal y la activación de músculos lejanos como los serratos y multífidos (situados en el dorso del tronco). Todo ello, sin forzar la zona lumbar ni cervical, tal y como sucede muy a menudo cuando se llevan a cabo los abdominales tradicionales.
Así, los beneficios fundamentales de estos ejercicios hipopresivos son:
Corregir la diástasis abdominal
Este problema se debe a la separación de los músculos rectos del abdomen a causa de la rotura del tejido conectivo que normalmente los mantiene unidos a lo largo de la línea alba. Aunque la diástasis abdominal puede afectar a cualquier persona a cualquier edad, se trata de un problema relativamente frecuente durante el embarazo y después del parto, debido a la distensión que sufre la tripa a medida que crece el bebé y del esfuerzo abdominal que hay que hacer durante el expulsivo.
Además de las implicaciones puramente estéticas, tiene repercusiones negativas en otros aspectos, ya que el músculo recto del abdomen sirve para mantener el control postural, flexionar la columna y facilitar la función respiratoria.
De esta forma, corregir la diástasis con ejercicios hipopresivos tiene beneficios a todos estos niveles.
Mejorar la postura
Trabajar la musculatura dorsal y abdominal y eliminar la diástasis repercute en que la postura sea más erguida de manera natural, sin necesidad de forzarla o adoptarla de manera consciente.
Prevenir lesiones en la zona lumbar
La gimnasia abdominal hipopresiva tonifica la musculatura de soporte de la espalda y alivia la presión que ejercen las vértebras sobre los discos intervertebrales. Esto contribuye a prevenir hernias y a reducir las crisis dolorosas si es que estas ya están presentes.
Fortalecer el suelo pélvico
El trabajo hipopresivo incide sobre toda la musculatura perianal sin contraerla directamente. Además, contribuye a tonificar el suelo pélvico, un conjunto de músculos y ligamentos que forman parte del llamado core (musculatura profunda que da estabilidad a todo nuestro cuerpo).
De esta forma, se explica que la GAH sea recomendable para evitar el prolapso (desprendimiento) de la vejiga y del útero, así como la incontinencia ocasionada por la debilidad muscular derivada del embarazo, el parto, la menopausia, las intervenciones ginecológicas, las cirugías de próstata y otras intervenciones en la zona pélvica.
En esta línea, los hipopresivos mejoran las relaciones sexuales, ya que aumentan la capacidad de contracción de los músculos de la zona genital.
Los expertos afirman que si la GAH se realiza correctamente y de manera constante, los resultados son espectaculares. No obstante, se trata de una técnica compleja cuya ejecución debe enseñar y supervisar un especialista hasta que el alumno haya aprendido a hacerla por su cuenta suficientemente bien.
Asimismo, está contraindicada durante la gestación, así como en pacientes con patologías respiratorias graves o hipertensión arterial severa.
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