La depilación láser es una de las opciones más eficaces, por no decir la más eficaz, a la hora de eliminar el vello tanto en hombres como en mujeres. Respecto a su funcionamiento, la luz del láser se transforma en calor y penetra en la piel, eliminando el folículo piloso (la raíz del pelo) y dejando la superficie intacta. Pese a estar cada vez más extendido entre la población, siguen existiendo falsos mitos acerca de este tratamiento. Vamos a ver cuáles son las verdades y mentiras sobre la depilación láser:

• El láser puede realizarse en todo el cuerpo. Verdadero. Es posible aplicarlo sobre cualquier parte del cuerpo que tenga el pelo apropiado para ello, como el mentón, el labio superior, las mejillas, las orejas, la nariz, la frente, el cuello, las axilas, los brazos, el tórax, las areolas, la espalda, la línea alba, las ingles o las piernas.
• El vello se elimina para siempre. Falso. Su crecimiento está sujeto a procesos hormonales, por lo que el pelo se elimina de forma permanente, pero no definitiva. Eso sí, con cada sesión crece menos, más débil y más claro.
• El vello claro es más difícil de eliminar. Verdadero. Es muy importante valorar correctamente la carga de melanina que tiene el pelo del paciente. El pelo más fácil de quitar es el grueso y oscuro. Siempre que se trate de un vello fino y más claro, podrá depilarse con láser, aunque posiblemente requerirá de un mayor número de sesiones por su menor contenido en melanina. Si el pelo es muy rubio o blanco, no se podrá depilar al carecer de pigmento.

Láser y sol

Justo cuando llega el verano es cuando muchas personas piensan que podrían depilarse con láser para evitar tener que pasarse todos estos meses haciendo uso de las alternativas habituales. Veamos cuáles son las verdades y mentiras relacionadas con esta época del año y la depilación láser:

• No hay que depilarse en verano. Falso. Este tipo de depilación se puede realizar durante todo el año; la única contraindicación es la piel bronceada. Sin embargo, esto no debería suponer un gran problema, porque como los intervalos entre sesiones suelen ser de dos o tres meses, se puede realizar una sesión antes del verano y otra después.
• No hay que tomar el sol después. Falso. Sí se puede, pero como en algunos pacientes la piel puede quedar más sensible, se aconseja esperar al menos quince días tras la sesión, haciéndolo con un fotoprotector de pantalla total, en periodos cortos de tiempo al inicio y siempre que la piel esté perfecta, sin rojeces ni cambios de color.
• No importa si tomamos el sol antes. Falso. Igual que tras la sesión con láser es importante que la zona tratada esté bien protegida con protección solar, también tenemos que seguir una serie de recomendaciones previas: no es aconsejable exponerse al sol al menos cuatro o cinco semanas antes de la sesión láser, ni se pueden utilizar autobronceadores.

• Una vez iniciado el tratamiento, no puedes depilarte. Mitad falso, mitad verdadero. No se debe depilar la zona a tratar con técnicas de tracción (pinzas, cera o maquinillas depiladoras), ya que arrancan el pelo de raíz (se necesita que haya salido para que el tratamiento sea eficaz). Sin embargo, te puedes rasurar con cuchilla.
• El láser es indoloro. Falso. Aunque es un tratamiento suave y altamente tolerado, se nota una leve y pasajera sensación de calor, que se atenúa con un sistema de aire frío. Algunos pacientes pueden presentar más sensibilidad al dolor; para estos casos existe una crema anestésica local que evita molestias.
• Es un tratamiento caro. Verdadero y falso. Este método de depilación es más rentable que otros, si lo analizamos en su totalidad. La inversión depende de la extensión de la zona a tratar, pero seguramente sea menor que la suma total del coste de todas las depilaciones tradicionales, con el ahorro de tiempo que conlleva.

Ten en cuenta que la depilación láser no es igual en todos los centros. En los últimos años han proliferado espacios que ofrecen tratamientos realizados por personal poco cualificado y a precios muy reducidos. En manos expertas, es un método seguro que elimina el vello y no daña la piel.