Bienestar, Salud

La depilación láser: olvídate del vello este verano

La depilación con láser y la depilación con luz pulsada son dos métodos para eliminar el vello corporal: ¿cuál es el que más me conviene?

Uno de los temas que más nos preocupan cuando llega el verano y los meses de calor es la depilación. Cada vez son más los métodos de los que disponemos para eliminar el vello de nuestro cuerpo, ya sea de forma temporal o para siempre, y nos surgen dudas y preguntas sobre cada uno de ellos. ¿Será el ideal para mí? ¿Me dolerá? ¿Es el adecuado para mi tipo de piel? Hablamos de depilación láser y de otros métodos de eliminación del vello para lucir piernas este verano.

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Depilación láser: una solución casi definitiva

Dentro de los métodos de fotodepilación o eliminación del vello corporal a través de un haz de luz, la depilación con láser es el que lleva más tiempo entre nosotros: llegó en los años 90 con el Láser Rubí, y se ha ido desarrollando y mejorando a lo largo del tiempo hasta llegar al método actual. La depilación con láser utiliza un haz de luz monocromático que, en varias sesiones, nos permite deshacernos del vello de distintas zonas de nuestro cuerpo de manera casi definitiva.

El láser actúa directamente sobre la melanina, el pigmento que da color a nuestro vello y a nuestra piel, por lo que funciona perfectamente sobre pieles claras con vello oscuro. Tras investigaciones, mejoras y la aparición de nuevos tipos de láser como el Láser Diodo y el Láser Alejandrita, los resultados se han mejorado también para personas con la piel oscura y el vello claro.

Fotodepilación con luz pulsada: apta para todo tipo de pieles

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Una técnica más novedosa en fotodepilación es la de la luz pulsada, nacida en 1994 y aprobada por la Food & Drug Administration en 1997. Este tipo de depilación es apto para todo tipo de pieles y vellos, y efectiva en todos los casos. La depilación con luz pulsada utiliza un haz de luz policromático que se mueve en todas direcciones. Es eficaz, pero más propensa que la depilación con láser a causar quemaduras e irritación.

En ocasiones se puede utilizar la técnica de la fotodepilación con luz pulsada junto con radiofrecuencia, una nueva técnica creada en 2004 que resuelve los problemas de la irritación y las quemaduras utilizar una luz menos intensa.

¿Cómo debemos preparar nuestro cuerpo antes de la fotodepilación?

Lo primero que debemos hacer es acudir a la consulta de un experto para que nos aconseje cuál es el método de depilación ideal para nosotros y en qué áreas podemos utilizarlo. A través de una pequeña y sencilla prueba, el profesional puede determinar nuestro tipo de piel y escoger el método más adecuado para que no entrañe ningún riesgo para nosotros.

En los días previos a la cita para la depilación es importante que evitemos tomar el sol o utilizar autobronceadores para mantener el color natural de nuestra piel y que el láser o la luz pulsada pueda reconocer el vello y actuar sobre la melanina de manera correcta. Durante los 15 días siguientes a la sesión de depilación deberemos evitar tomar el sol directamente en la zona o hacerlo solo con una protección solar total. Además, durante el tiempo que dure el tratamiento de depilación no podremos usar otros métodos que eliminen el vello de raíz como las pinzas, la cera o la electrólisis.

La depilación con láser o con luz pulsada son técnicas muy seguras: los efectos secundarios son mínimos, siempre y cuando nos pongamos en manos de profesionales.

La duración y número de las sesiones depende de la zona que se vaya a tratar: para las zonas más pequeñas como el labio superior o las axilas las sesiones son muy cortas, de unos cinco minutos de duración, mientras que para zonas más grandes como pueden ser las piernas o el torso pueden llegar a durar hasta una hora.

La depilación con láser o con luz pulsada no suele ser dolorosa, aunque esto también depende de la sensibilidad al dolor de cada paciente. Podemos sentir en algún momento alguna molestia, como si golpeáramos una goma elástica contra nuestra piel, pero esta sensación momentánea es calmada al instante gracias al sistema de refrigeración de las máquinas. Cuando un paciente tiene el umbral del dolor muy bajo es posible que necesite un anestésico en crema que se aplica antes del tratamiento y elimina por completo cualquier sensación desagradable.