La orina es un desecho con mucha utilidad. Su análisis es fundamental para conocer nuestro estado de salud. Una pequeña muestra de este líquido puede ayudar al diagnóstico de enfermedades en fases precoces o servir para controlar el tratamiento de diversas patologías. Por ello, es una de las pruebas diagnósticas más comunes en medicina. Podemos decir que su principal objetivo es:
- Facilitar el diagnóstico de infecciones urinarias.
- Detectar los signos iniciales de diversas patologías como parte de un examen médico de rutina.
- Detectar manifestaciones de enfermedad renal o diabetes (elevada concentración de glucosa en sangre debido a la incapacidad del organismo para aprovecharla), o vigilar los resultados de los tratamientos encaminados a atender tales padecimientos.
- Confirmar hematuria o sangre en la orina, lo que puede deberse a afecciones en la vejiga, los riñones o la próstata.
Los análisis de orina se pueden dividir según el método de recogida, aunque en esencia son el mismo tipo de estudio: análisis de orina básico, análisis de orina de 24 horas y análisis de orina con sonda. El primero de ellos es el más frecuente, y consiste en recoger en un bote la orina de primera hora de la mañana, evitando el primer chorro y el último para descartar la contaminación por gérmenes del tracto urinario, para posteriormente llevar la muestra a un centro de salud para su análisis en laboratorio.
Análisis de sedimento urinario
Dentro del análisis de orina se pueden realizar múltiples estudios -tira reactiva, sedimento de orina, análisis fisicoquímico o análisis microbiológico-, aunque la evaluación más habitual en las consultas médicas es la del sedimento urinario. En la orina hay componentes sólidos disueltos. Para analizarlos, la orina se centrifuga y los sólidos quedan en el fondo. Después se examinan bajo el microscopio.
En este tipo de análisis, lo que tiene mayor importancia es el estudio de las células presentes, como leucocitos y hematíes. Los leucocitos son las células de defensa o glóbulos blancos y su presencia sugiere infecciones o daño de algún tipo en las vías urinarias. En una micción normal casi no deberían encontrarse hematíes o glóbulos rojos. Cuando se hallan más de cinco células por campo microscópico, se denomina hematuria (sangre en la orina) y su presencia puede deberse a lesiones de la vía urinaria (piedras, infecciones o tumores).
Si hay microorganismos, significa que hay infección, aunque también es fácil encontrarlos si la muestra no se ha recogido en buenas condiciones higiénicas.
Otros datos que se detallan en un informe de sedimento urinario son:
- Glucosa. Su presencia revela niveles elevados de glucosa en sangre, lo que puede indicar algunos problemas metabólicos y, regularmente, diabetes.
- Albúmina. En condiciones normales, hay pequeñas cantidades. Valores anormales deben hacer sospechar de una enfermedad renal. Los estados febriles y el ejercicio intenso aumentan los niveles.
- Células epiteliales. Proceden de la vejiga y la uretra, y son normales.
- Cilindros. Son partículas en forma de tubo compuestas de glóbulos blancos, rojos o células renales. La orina de un individuo sano incluye menos de cinco por campo microscópico. Pueden incrementarse después de una actividad intensa.
- Cristales. En condiciones normales, la orina contiene cristales (ácido úrico, fosfatos…). Su análisis puede señalar la composición de los cálculos renales en individuos con cólicos nefríticos.
- Cuerpos cetónicos. Se trata de compuestos que ayudan a detectar diabetes y problemas de malnutrición.
- Densidad. Oscila entre 1.012 y 1.024, según la ingesta de líquidos.
- pH. La orina normal es ligeramente ácida. Pequeñas variaciones del pH pueden estar inducidas por la dieta y ciertos medicamentos. Aumenta por vómito, aspiración pulmonar del contenido gástrico, bacterias en vías urinarias, mal funcionamiento renal o alimentación vegetariana. Por el contrario, disminuye en caso de diabetes, diarrea, enfisema (destrucción del tejido de los pulmones, casi siempre por tabaquismo), fiebre, trastornos del sueño y desnutrición extrema (inanición).
Análisis de orina de 24 horas
Para el diagnóstico de ciertas enfermedades puede ser necesario realizar un análisis de cuantificación de determinadas sustancias en la orina producida durante 24 horas. Por ejemplo, este tipo de estudio es esencial para saber con precisión qué grado de deterioro puede tener la función renal de una persona. Se lleva a cabo determinando en la muestra lo que se denomina aclaramiento de creatinina, que sirve para estimar qué cantidad de orina filtran los riñones por minuto.
Detección de medicamentos y sustancias tóxicas
Asimismo, el análisis de una muestra de orina es la mejor manera de encontrar sustancias tóxicas, empleándose para determinar si existe eliminación urinaria de drogas como cocaína o cannabis, o de sustancias estupefacientes como opiáceos, benzodiacepinas o anfetaminas. Un resultado positivo indica la presencia del tóxico, aunque no da idea de la cantidad. Si quieren conocerse los niveles, o en caso de duda, los resultados deben confirmarse mediante otras técnicas analíticas.
Al igual que ocurre con los análisis de sangre, en los resultados de los exámenes de orina hay muchos datos numéricos acompañados de nombres y siglas que resultan difíciles de entender para los no doctos en la materia, por lo que su interpretación debe corresponder exclusivamente al médico.
Fotos | iStock / jarun011 / ElMiguelacho
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