Una vez que se ha caído en la adicción, los cambios que experimenta la persona son muchos, entre los que destaca la pérdida de voluntad y la necesidad imperiosa de buscar la sustancia adictiva hasta tal punto de hacer lo que sea necesario para conseguirla. Y es que la adicción elimina por completo la capacidad de elegir. Los cambios bruscos de humor, la irritabilidad y agresividad, la apatía y la depresión son signos de alarma de una posible adicción. Ante esta situación, es recomendable ponerse en manos de profesionales especializados para que hagan una valoración exhaustiva y puedan llegar a un diagnóstico correcto. Es la única forma de encontrar una solución válida al problema.
Además de los cambios psíquicos, con las adicciones se producen otras alteraciones en el estado físico que nos pueden servir de ayuda a la hora de identificar el problema. La pérdida de peso, ojos rojos, manos temblorosas, problemas para dormir…son algunas de las manifestaciones físicas que presentan las personas con una adicción.
La adicción afecta a la persona en su conjunto, no a un área específica, y a todo su entorno, sobre todo al familiar. Este concepto es clave para buscar una solución. De hecho, la mayor parte de los equipos especializados trabaja desde esa premisa: abordar el programa de desintoxicación desde todas las perspectivas, donde el asesoramiento conductual, el establecimiento de metas a medio-largo plazo y la implicación de la familia u otras personas de apoyo, son elementos fundamentales. Que el paciente adquiera empatía y confianza con el equipo de especialistas que le trata es la base para alcanzar los objetivos propuestos, ya que la recuperación no se obtiene de la noche a la mañana; es todo un proceso en el que el paciente debe estar acompañado por su especialista de confianza para que le oriente y le asesore en los momentos de debilidad con el fin de evitar una posible recaída.
Una de las formas en la que la familia y los amigos pueden ayudar al paciente es teniendo un amplio conocimiento de la adicción/enfermedad y así poder apoyar mejor al afectado en su recuperación. Ten en cuenta que si tienes información sobre lo que le va a pasar y como responder ante ello, podrás involucrarte mejor en el proceso de rehabilitación. Esa información te la puede proporcionar el especialista que le está siguiendo, al que le podrás preguntar todas tus dudas y la mejor forma de actuar en cada momento sin interferir en el proceso de rehabilitación. Acompañar al paciente a sus sesiones o a sus grupos de pacientes puede suponer un gran apoyo para él y una buena manera de hacernos partícipes de sus inquietudes, sus temores y sus logros.
Actualmente no hay ningún comentario sobre este tema.
¡Sé el primero en hacerlo!