Prevención, Psicología, Salud

Adicción a las nuevas tecnologías: ante los primeros signos, busca ayuda

Ante los primeros signos de alarma cuando nos sentimos totalmente enganchados o colgados al móvil, internet o redes sociales... busca ayuda.

España se encuentra a la cabeza de la Unión Europea en cuanto a número de smartphones, con cerca de 24 millones de dispositivos. Cerca del 90 por ciento de la población española dice tenerlo siempre a mano las 24 horas del día y el 80% afirma que lo primero que hace cuando se levanta por la mañana es consultar su teléfono móvil. Estos datos solo son un reflejo de cómo la tecnología ha cambiado nuestra conducta, tanto en el ámbito laboral como familiar e íntimo.

Hoy en día resulta impensable vivir sin estar conectados permanentemente e incluso somos conscientes del excesivo tiempo que dedicamos a internet, redes sociales y videojuegos, en detrimento de otras actividades de ocio y socialización. Pero, ¿cuándo lo que se considera un abuso puede convertirse en una adicción a la tecnología?

El abuso es, en ocasiones, la antesala de una posible adicción cuando en la persona que utiliza la tecnología confluyen ciertas carencias y factores psicológicos y biológicos relacionados con los comportamientos adictivos, cuyo fin último es obtener una satisfacción inmediata. De ahí que las conductas adictivas estén muy relacionadas con los neurotransmisores cerebrales, como las endorfinas, la dopamina o la noradrenalina, que generan una sensación rápida de placidez y felicidad.

Adicción a las nuevas tecnologías: ante primeros signos, busca ayuda
Adicción a las nuevas tecnologías: ante primeros signos, busca ayuda

Los primeros signos de alarma surgen cuando nos sentimos totalmente enganchados o colgados al móvil, internet, redes sociales, chats o videojuegos, nos resulta imposible controlar el tiempo de uso y comienzan a interferir en distintos aspectos de nuestras vidas, como el trabajo, la vida familiar y de pareja, o la vida social. Nada nos resulta más placentero que la hiperconexión ininterrumpida; sea lo que sea lo que ocurra a nuestro alrededor, lo más importante es estar conectados.

Los jóvenes son los que se encuentran en mayor riesgo de desarrollar una posible adicción a la tecnología. Se estima que el 66,7% de los adolescentes entre 10 y 15 años tiene teléfono móvil propio, y los que se encuentran entre los 16 y 24 años son los que pasan más tiempo frente al móvil, con una media de 3,4 horas diarias. Pero este trastorno no es exclusivo de los Millennials. Cualquier persona puede desarrollar un trastorno de adicción relacionado con las nuevas tecnologías y la obsesión con estar permanentemente conectado.

Esta conducta adictiva tiene importantes consecuencias:

– Fracaso laboral por dejación de responsabilidades.

– Bajo rendimiento académico y problemas de atención.

– Aislamiento e incapacidad para establecer relaciones sociales.

– Conflictos sociales y familiares.

– Obesidad, insomnio, altibajos emocionales (paso rápido de la euforia a la tristeza, y viceversa), irritabilidad, agresividad.

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Ante estos síntomas y signos de alarma es fundamental buscar apoyo en centros especializados para la atención de conductas adictivas, donde un equipo multidisciplinar podrá evaluar nuestra situación y establecer el tratamiento más adecuado para ayudarnos a salir de este problema. Estos tratamientos incluyen psicoterapias de distinto enfoque que en ocasiones proponen la participación de nuestros familiares y nos ayudan a recuperar poco a poco el control sobre nuestra vida.