Bienestar, Prevención, Salud

¿Producen todas las drogas el mismo síndrome de abstinencia?

Cada droga produce unos efectos negativos concretos cuando alguien decide desengancharse de forma definitiva.

El síndrome de abstinencia, en su abreviatura SA, conocido más comúnmente como “el mono”, surge cuando una persona decide dejar de consumir una sustancia que produce adicción. Cuando una persona se “engancha” a una droga, su consumo produce unos efectos satisfactorios en ella, aunque realmente afecta negativamente a su salud y su uso se convierte en un hábito imprescindible, con el consiguiente gasto de dinero y el abandono de hábitos vitales necesarios en pos del empleo de la sustancia. En ocasiones, este consumo puede llevar a la persona al abandono de ámbitos de su vida tan importantes como el trabajo y la familia.

Cuando alguien toma la decisión de desengancharse, deberá pasar por una serie de etapas relacionadas con el síndrome de abstinencia. Existe el mito de que el SA es difícil de superar, pero nada más lejos de la realidad, se puede y es más sencillo de lo que se piensa.

El SA no es una enfermedad, sino que se trata de alteraciones en el estado general de la persona debidas al descanso de la sustancia adictiva en el organismo. Es un compendio de reacciones físicas cuya intensidad dependerá de la cantidad, pureza, frecuencia de consumo, etc. Muchas de ellas son comunes a diferentes sustancias y otras son específicas.

¿Cuáles son los síntomas del SA en las diferentes drogas?

Cuando decidimos abandonar el consumo de tabaco, que contiene nicotina, se sucederán una serie de síntomas que desaparecerán cuando se supere la adicción. Se trata de insomnio, irritabilidad, ansiedad, depresión, frustración, impaciencia, dificultad de concentración, aumento de apetito y consiguiente aumento de peso.

El café, que contiene cafeína, también es una sustancia adictiva y su abandono produce irritabilidad, sueño, dolor de cabeza, náuseas y cansancio. En el caso del café, estos síntomas aparecen entre doce y veinticuatro horas después de no consumirlo y durará unos quince días.

El síndrome de abstinencia fruto del abandono del alcohol se caracteriza por: taquicardias, exceso de sudoración e hipertensión que son fruto de la activación del sistema nervioso autónomo. También se pueden experimentar alucinaciones entre seis y 48 horas después del abandono de la sustancia, incluso convulsiones. Estos síntomas podrían derivar en delirium tremens.

El abandono del consumo de cannabis produce algunos efectos como la falta de apetito, irritabilidad, vómitos, diarrea, anorexia, trastornos del sueño, etc.

Por su parte, el SA asociado al descenso de consumo de cocaína produce insomnio, trastornos alimenticios, depresión, irritabilidad, náuseas, trastornos del sueño, apatía, etc.

También el abandono de barbitúricos produce unos síntomas tales como alteraciones de los sentidos (mayor sensibilidad a la luz o a los sonidos), irritabilidad, ansiedad, insomnio, etc.

Algunos tipos de síndromes de abstinencia asociados a sustancias adictivas

En ocasiones, puede surgir un síndrome de abstinencia tardío que afecte a la salud física y psicológica del paciente. Es muy importante tener en cuenta que puede aparecer, ya que puede generar una recaída. Si tenemos el conocimiento de que puede aparecer, podemos enfrentarlo con mayores posibilidades de victoria.

El síndrome de abstinencia condicionado viene asociado a costumbres del paciente que normalmente se dan en sociedad, como el consumo de alcohol o de cafeína y nicotina. Son drogas y costumbres socialmente aceptadas que pueden poner al paciente en un entorno peligroso para la recaída.

Lo importante a tener en cuenta es que el SA se puede superar y que posteriormente no solo tendremos una vida más sana físicamente, sino también psicológicamente, sintiéndonos más fuertes y aumentando el control sobre nosotros mismos.