Una manera de evaluar cómo camina una persona y saber si existe alguna afección que deba corregirse es realizar un estudio biomecánico de la marcha, también llamado estudio biomecánico de la pisada.
Realizar esta prueba puede ayudar a prevenir lesiones como los esguinces, dolores en los dedos de los pies, espolones calcáneos, fascitis plantares, tendinitis o daños por sobrecarga de una articulación.
A cada paso, los pies soportan una presión equivalente a tres veces el peso de la persona, por lo que resulta esencial caminar correctamente. Este tipo de estudio permite detectar alteraciones de la marcha que a simple vista no se observan fácilmente y es muy importante para personas que practican deporte habitualmente por el impacto constante sobre sus pies (el estudio biomecánico de la marcha se lleva a cabo en todos los centros de alto rendimiento para deportistas), para pacientes con dolores articulares, para mejorar la calidad de vida de las persona mayores, e incluso para pacientes diabéticos con el objeto de prevenir posibles lesiones.
El estudio biomecánico de la marcha consiste en una exploración en la que se analiza la posición de los pies en estático y en movimiento, así como el comportamiento de rodillas, cadera y columna, para identificar y tratar las causas biomecánicas que producen alteraciones.
Con los resultados del estudio, se elabora un diagnóstico para aplicar el tratamiento más adecuado, como puede ser el diseño de unas plantillas personalizadas que minimizan los defectos causados en zonas de mucha presión o donde el apoyo es excesivamente prolongado en el tiempo.
Estudio de la pisada: fases para el diagnóstico y tratamiento
El pie está diseñado para desarrollar de forma indolora una actividad física cuyo fundamento es soportar la carga del peso del organismo y la deambulación.
Los datos que se extraen del estudio biomecánico de la marcha son útiles para el diagnóstico y la prevención desde diferentes áreas de la medicina y la fisioterapia. Las fases clave del estudio radican en:
- Analizar los ejes mecánicos de pierna, pelvis y espalda para determinar posibles desequilibrios o desajustes que puedan desencadenar en lesiones o patologías
- Examinar la pisada descalzos para ver cómo actúan los dedos y la musculatura del pie en acción
- Hacer una exploración táctil de espalda y piernas para analizar la postura global del cuerpo y las tensiones musculares que se producen
- Realizar un estudio del equilibrio estático
- Describir gráficamente las alteraciones detectadas y su posible tratamiento
Según el caso, a veces también es preciso realizar exploraciones complementarias, como ecografías, para valorar el estado de tendones y musculatura.
Una vez realizado el estudio de la marcha y observadas las desviaciones, se diseña el tratamiento para corregir las alteraciones aplicando los grados de corrección progresivamente en función de los resultados obtenidos tras la exploración inicial y las consultas de seguimiento.
Con toda la información, el especialista emitirá un informe en el que determinará si es necesaria alguna corrección para evitar problemas de salud. Estas recomendaciones pueden ir desde la asistencia a rehabilitación al uso de plantillas de ortopoedia basadas en los resultados del estudio biomecánico.
Para los deportistas profesionales, la prueba biomecánica de la pisada está incluida en muchos de los seguros de salud.
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