Cada pelo que puebla nuestra piel brota de un folículo piloso, una de las estructuras de nuestro organismo más activas gracias a las células madre que permiten que el cabello crezca. El momento en el que nacemos es en el que tenemos mayor cantidad de unidades pilosas en el cuero cabelludo, pues éstas se van reduciendo con el paso de los años hasta llegar a la edad adulta. Éste es uno de los motivos por los que muchas personas empiezan a preocuparse por la pérdida de densidad en el cabello e incluso, por la caída del pelo.
Tanto hombres como mujeres sufren esta afección que puede llegar a dañar la autoestima, así como, en algunos casos, perjudicar las relaciones sociales y personales. Es por ello por lo que, en relación con este problema estético, han surgido productos como los champús anticaída que prometen frenar la alopecia, pero ¿sirven para algo? Veamos cuáles son las causas de la alopecia y si los champús son soluciones válidas para este problema.
Causas de la caída del cabello
Ante todo, hemos de ser conscientes de que la caída del cabello en sí es normal, sobre todo, en determinadas épocas del año como puede ser el otoño. Lo habitual es que, a diario, caigan de nuestras cabezas entre 50 y 100 pelos, pero esta caída se convierte en un problema cuando a simple vista parece que se desprenden más pelos de lo habitual.
La almohada puede alertarnos. Si al levantarnos por las mañanas notamos que hemos dejado mucho cabello en ella, es recomendable acudir a un dermatólogo para que lleve a cabo un diagnóstico adecuado, y nos diga si debemos preocuparnos o no. En la consulta, es posible que el paciente tenga que contestar a algunas preguntas para que el especialista pueda determinar la causa de la pérdida de cabello. Hay diversos motivos por los que se cae el pelo:
- Llevar a cabo dietas drásticas, donde hay un gran recorte de calorías.
- Alimentación pobre en proteínas.
- Estar atravesando un fuerte periodo de estrés.
- Cambios hormonales como puede suceder en periodo de embarazo, lactancia o menopausia.
- Tomar algún medicamento o tratamiento que fomente esta pérdida.
- Excesiva aplicación de químicos y tratamientos de peluquería.
- Factores genéticos, como, por ejemplo, si nuestros progenitores han padecido alopecia.
- Factores ambientales, como la contaminación, también contribuyen a la caída del cabello.
Hay que tener en cuenta que la causa no tiene por qué ser solo una. Puede que el paciente tenga herencia genética y además, lleve a cabo una alimentación insana junto a un ritmo de vida estresante, que en última instancia dan como resultado la pérdida de cabello.
Dicha pérdida se produce porque las raíces foliculares se ven afectadas y dejan de “fabricar” cabello. Es entonces cuando las farmacias y los herbolarios se convierten en el lugar donde buscar posibles soluciones a este tipo de problemas, como los champús anticaída.
El problema de los champús anticaída
Como decíamos, la raíz folicular es la que se encarga de que el pelo vuelva a nacer cuando se nos ha caído. Forma parte del folículo piloso y como tal, se encuentra a 3 y 4 milímetros de la epidermis.
Cuando nos aplicamos cualquier tipo de champú sobre el cabello, el producto se extiende de forma externa sobre la piel y se reparte por el cabello para lavarlo. Sin embargo, el producto no logra penetrar la dermis hasta la raíz folicular. De ahí que los champús anticaída no sean soluciones eficaces para frenar la caída del cabello o para que vuelva a crecer. Son muy útiles para mantener el cuero cabelludo en perfecto estado, y libre de seborrea, esencial para el buen tratamiento de las diferentes causas de alopecia.
Ahora bien, para casos de alopecia androgénica (calvicie común), que es la que afecta a la mayoría de hombres y mujeres, se han observado tres tipos de soluciones que han de ser preescritas por un médico especialista:
- El uso de minoxidil, en varones y mujeres.
- Tomar finasterida, en los varones.
- Someterse a un transplante de cabello.
Veamos por partes cada una de estas soluciones que se presentan como alternativas más eficaces que el uso de los champús anticaída.
Alternativas al champú anticaída
Para empezar, el minoxidil es un vasodilatador que, en el caso de los pacientes que presenten calvicie, se recomienda como solución preventiva para la fase inicial de la pérdida de cabello. Cuando aún no se han destruido la mayoría de los folículos pilosos, la aplicación de minoxidil aumenta el flujo sanguíneo (vasodilatación) para que lleguen más nutrientes a los folículos. De esta manera, se interrumpe la caída del cabello y se prolonga la actividad de los folículos pilosos que aún no han sido destruidos. El pelo que se regenera suele ser más fino al principio, y más grueso progresivamente, y se va invirtiendo el proceso de «miniaturización» característico de la alopecia androgética.
Según el Instituto Médico Dermatológico, la efectividad del minoxidil va del 15% al 60% y hay que esperar hasta medio año para que los primeros resultados sean visibles. Ahora bien, es importante advertir de que estamos ante un tratamiento que se debe de llevar de por vida, ya que uno de sus principales efectos secundarios es que su interrupción puede suponer la pérdida parcial o total del cabello regenerado.
La segunda solución contra la alopecia común es la finasterida (o finasteride), a la que muchos consideran el medicamento más eficaz contra esta afección. Se trata de un principio activo que se administra por vía oral para inhibir la enzima 5 alfa reductasa. Esta enzima convierte la testosterona en DHT (dihidrotestosterona), estimulante de la glándula sebácea, que está hiperactiva, con secreción muy aumentada de la seborrea y, por tanto, conduce a la pérdida progresiva del cabello. Tiene el mismo efecto secundario que el minoxidil: una vez se empieza a tomar, se debería continuar toda la vida si no se quiere volver al estado inicial y perder el cabello recuperado.
Por último, la dependencia de estos productos y el hecho de que llega un punto de no retorno en el que la actividad de los folículos pilosos se para o se ralentiza hacen que muchos se planteen el trasplante de cabello como una solución definitiva. Dentro de esta alternativa, los microinjertos o los sistemas de integración capilar son las dos opciones más eficaces para afrontar la alopecia hoy en día.
Fotos | iStock Tihis / vadimguzhva / Artfully79
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