Mente Sana

Estrés y ansiedad: ¿necesito ayuda?

Casi todo el mundo conoce las sensaciones que produce el estrés. Hombros tensos, cerebro revolucionado, cambios de ánimo, sensación de sobrecarga. ¿Pero cómo se sabe si lo que nos está pasando es normal o si en realidad estamos sufriendo ansiedad?

¿Qué es en realidad la ansiedad?

La ansiedad es el problema de salud mental más común en Australia. Una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres sufrirán ansiedad en algún momento de su vida. La sensación de ansiedad es algo bastante normal, pero existe una diferencia entre un nivel normal y lo que en el ámbito médico se denomina «ansiedad patológica».

El Director Nacional de Medicina de Bupa, Tim Ross, afirma que un nivel normal de ansiedad es el que sentimos que podemos controlar y el que se disipa una vez que pasa la situación que ha provocado el estrés. Pero el momento en el que la ansiedad se convierte en un problema médico es cuando empieza a repercutir en la forma en la que normalmente se llevan a cabo o se afrontan tareas habituales.

“La ansiedad patológica se produce cuando no somos capaces de funcionar con normalidad. Por lo tanto, afecta al sueño, a nuestra capacidad para trabajar y a nuestras relaciones en casa, al no producirse a un nivel que se considera normal”.

Eso puede reflejarse en una serie de síntomas, entre ellos los ataques de pánico, la sensación súbita de calor o de frío, la aceleración del pulso cardíaco, la opresión en el pecho, la agitación, el miedo o las preocupaciones excesivas, el pensamiento obsesivo y la evitación de situaciones cotidianas por temor a que nos provoquen ansiedad.

“Un ataque de pánico es una pérdida de la sensación del control de uno mismo”, señala el Dr. Ross. “Sentimos que no podemos controlar la mente o el cuerpo. Quienes sufren un ataque de pánico suelen quedarse inmóviles, porque sienten que van a desmayarse, a morir o a orinarse encima, o cosas parecidas”.

Aunque todo el mundo puede sufrir un ataque de pánico, el Dr. Ross afirma que si se producen con frecuencia se convierten en motivo de preocupación.

“Es posible que haya algo que nos produzca un nivel de ansiedad oculto pero que algún desencadenante lo convierta en un ataque de pánico. Por lo tanto, para las personas que no se sienten bien, los ataques de pánico pueden ser algo habitual”.

 

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¿Cuándo el estrés deja de ser «solamente estrés»? 

Las sensaciones de estrés y ansiedad son una reacción común a situaciones de mucha presión, pero normalmente se pasan una vez que se retira la causa del estrés. Puede ser la finalización de un proyecto difícil, el final de una presentación que nos ponía a prueba o la recepción de los resultados de un examen. Cuando sentimos que esas sensaciones de ansiedad o preocupación permanecen después sin un motivo real, podría tratarse de algo más que el simple estrés cotidiano. Todo el mundo siente ansiedad en algún momento, pero algunas personas que la sufren no pueden controlar esas sensaciones con facilidad y es posible que no siempre sepan el motivo por el que la sienten.

El Dr. Ross afirma que existe una serie de desencadenantes claves que hay que detectar y que pueden estar sugiriéndonos que es el momento de buscar ayuda.

“¿Le parece que la calidad de su trabajo se está resintiendo? ¿Le parece que las relaciones que mantiene no se desarrollan con normalidad? Por ejemplo, ¿le parece que está siendo negativo con su pareja y sus hijos o con las personas que más le apoyan normalmente? ¿No duerme bien y eso afecta a su capacidad para comer o para hacer ejercicio?”

En ese caso, conviene hablar con un profesional sanitario sobre las distintas opciones y las formas de hacerle frente y superarlo.

Ansiedad y depresión 

El Dr. Ross afirma que muchas personas que sufren ansiedad también sufrirán depresión.

“En lo que respecta a la ansiedad y la depresión, solemos encontrar que una va ligada a la otra; la sensación de ansiedad suele provocar una sensación de depresión, porque empezamos a tener sentimientos negativos sobre el mundo y a aislarnos, y viceversa. Cuando estamos deprimidos y bajos de ánimo empezamos a sentir ansiedad por no poder enfrentarnos a la vida”.

El doctor señala que es importante recordar que hay muchas formas distintas de gestionar y superar tanto la ansiedad como la depresión.

“A algunos pacientes les he dicho: ‘Mira, ya sé que no puedes verte a ti mismo feliz o motivado de nuevo, pero como tu médico te digo que vas a volver a estarlo’.”

¿Qué hago si necesito ayuda?

Cuanto antes obtengan ayuda las personas que sienten ansiedad o depresión, más fácil será que se recuperen.

Es importante saber que existen muchas opciones distintas si sabemos dónde buscar.

La mejor persona a la que acudir dependerá de con quién nos sentamos más cómodos, pero un buen punto de partida es consultar a nuestro médico de familia. Éste podrá ayudarnos directamente o remitirnos a un especialista.

Si conocemos a un buen psicólogo de confianza, también es una forma estupenda de ponernos en marcha.