A partir de la segunda mitad del embarazo, por lo general, se empiezan a sentir las denominadas contracciones de Braxton Hicks, un tipo de contracciones esporádicas del útero que son indoloras, aunque algo incómodas.
Las contracciones de Braxton Hicks son tensiones en el abdomen que pueden confundirse fácilmente con dolores de parto. Son ocasionadas por la tensión y relajación del útero en preparación para el futuro trabajo de parto pero no son una señal de que éste haya empezado.
Las contracciones de Braxton Hicks pueden empezar hasta en el segundo trimestre pero son más comunes en el tercero (las contracciones de Braxton Hicks tienden a incrementar en frecuencia e intensidad cerca del final del embarazo). Todas las mujeres embarazadas experimentan estas contracciones, aunque no todas las sienten.
Si estás embarazada y aún no has llegado a las 37 semanas es más probable que tus contracciones sean de Braxton Hicks. Si has pasado las 37 semanas y tienes otros síntomas, como orina frecuente, heces sueltas, manchado vaginal o pérdida del tapón mucoso, es posible que tus contracciones sean verdaderas.
¿Cómo actuar ante las contracciones de Braxton Hicks?
Si sientes que tu abdomen está tenso, debes sentarte o tumbarte y descansar. Es preferible que te acuestes de lado y vayas cambiando de posición. Asimismo, estirarte, darte un buen baño o caminar puede ayudar a que las contracciones disminuyan.
Por último, para sobrellevar las molestias en esta etapa del embarazo, siempre es aconsejable que practiques ejercicios de relajación y respiración que hayas podido aprender en cursos preparto.
Diferencias con las contracciones de parto
Con las contracciones de Braxton Hicks se tensiona una banda a través del abdomen. Por su parte, los verdaderos dolores de parto generalmente empiezan en la zona lumbar y se desplazan hacia adelante en dirección al abdomen, o desde el abdomen a la zona lumbar.
- Los verdaderos dolores de parto a menudo se describen como similares a los cólicos menstruales.
- El dolor en la zona lumbar que viene y va y la presión en la pelvis son señales de que las contracciones son verdaderas.
A diferencia, las contracciones de Braxton Hicks no son normalmente dolorosas y no se vuelven más dolorosas con cada contracción. Generalmente se mantienen débiles o empiezan fuertes y se debilitan mientras los verdaderos dolores de parto incrementarán en intensidad continuamente.
Asimismo, las contracciones de Braxton Hicks a menudo son irregulares. El trabajo de parto verdadero ocurre a intervalos regulares que se vuelven lentamente más frecuentes, comenzando con entre 15 y 20 minutos entre cada contracción e incrementando hasta menos de 5 minutos entre cada una.
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