Alimentos, Nutrición

Hidratos de carbono: no los destierres

Últimamente se han puesto muy de moda las dietas que abogan por la eliminación de los hidratos de carbono de nuestra alimentación sin tener una base científica sobre la que sustentarse.

Para conseguir una alimentación sana y equilibrada, nuestro organismo precisa de los tres grupos de macronutrientes (proteínas, hidratos y grasas) en distinta proporción, además de un aporte adecuado de vitaminas, minerales y agua. No es necesario desterrar los hidratos de carbono de nuestra alimentación si sabemos elegir los más beneficiosos, ¿los conoces?

¿Qué son los hidratos de carbono?

Los hidratos de carbono, también llamados carbohidratos o glúcidos, son uno de los tres integrantes del grupo de los macronutrientes: estos son nutrientes esenciales que nuestro cuerpo necesita para realizar sus funciones de forma correcta. Nos aportan 4 kilocalorías por cada gramo y los podemos encontrar en distintos alimentos (y dentro de los alimentos, en distintas proporciones), por ejemplo:

  • Frutas y verduras
  • Cereales
  • Frutos secos
  • Legumbres y tubérculos

Como veis, los carbohidratos proceden de fuentes vegetales, y podemos encontrarlos en distintos productos elaborados como pan, pasta, azúcar, bollería, etc.

Su función principal en nuestro cuerpo es la de proporcionarnos energía de fácil acceso y también de reserva. También colaboran en otras funciones como la contracción muscular o la asimilación de nutrientes, y forman parte de tejidos fundamentales como el ADN o las membranas celulares.

¿Cómo elegir los mejores?

Hidratos de carbono

Una forma fácil y rápida de aportar carbohidratos de buena calidad a nuestra alimentación es optar por los que no están refinados ni procesados. En otras palabras, optar por productos frescos y, si vamos a consumir cereales, asegurarnos de que sean integrales. De este modo estaremos aportando a nuestra alimentación carbohidratos de absorción intestinal lenta, que son más adecuados para llevar una alimentación sana y equilibrada.

Las frutas, verduras, hortalizas y legumbres frescas, y los cereales integrales deben formar parte de nuestra dieta para conseguir una alimentación completa. Un truco muy sencillo para asegurarnos de que compramos estos alimentos es priorizar la compra en el mercado tradicional, donde vemos el producto fresco y expuesto y podemos elegirlo, frente a la compra en el supermercado, donde abundan los platos preparados o las opciones menos saludables. Come «alimentos» y evita los «productos».

Los carbohidratos que debemos controlar y moderar su consumo son los procesados y refinados: cereales que no sean integrales (pan y pasta blancos), azúcares, bollería industrial, aperitivos, etc. Además, debemos vigilar la forma de cocción de los alimentos y apostar por la cocina saludable dando preferencia a sistemas como la cocina al vapor, al horno a la plancha frente a otras menos sanas como las frituras.