El verano suele ser una época de excesos: bajamos la guardia y nos permitimos caprichos de los que nos hemos privado en los meses previos. Salimos más e ingerimos alimentos muy calóricos o muy ricos en azúcar, comemos a deshoras, nos saltamos comidas, bebemos menos agua de la necesaria y consumimos alcohol con más frecuencia. Así es como llegamos a septiembre con unos kilitos de más.
A nivel estético, el exceso de grasa es la principal consecuencia de las vacaciones. Si además no hemos practicado ejercicio, podemos tener falta de tono muscular. Hay que proponérselo, pero en unas pocas semanas, con actividad física y control nutricional, podemos recuperar la figura siguiendo las pautas de los expertos.
No hay tiempo que perder
La grasa reciente es mucho más fácil de eliminar que la que lleva tiempo instalada, según los expertos, así que nada más llegar de vacaciones hay que ponerse manos a la obra e iniciar un plan de alimentación saludable para que el cuerpo vaya eliminando el exceso de grasa. Para ello, hay que procurar que nuestra dieta sea variada, con productos frescos, poco procesados y de temporada. Mientras tanto, debemos cuidar el consumo de alcohol, grasas y proteínas animales, azúcares, harinas refinadas, alimentos procesados y lácteos.
Establece horarios para las comidas
Una vez instalado en la rutina, pauta horarios para todas las comidas del día, tratando de hacer cinco comidas al día para mantener los niveles de insulina, no saltarte ninguna y realizar cenas ligeras. Olvídate de picotear entre horas. Lo mejor son alimentos ligeros acompañados por fruta o algún lácteo en el almuerzo y la merienda.
Bebe mucha agua
No olvides tomar muchos líquidos para depurar el organismo y eliminar las toxinas. Nada más levantarte, bebe un vaso de agua y procura tomar al menos un litro y medio o dos de agua al día.
Toma té
Los tés son grandes aliados a la hora de perder peso, pues el agua caliente o tibia ayuda a disolver la grasa que consumimos, facilitando su expulsión. En este sentido, las mejores opciones son el té verde o el té rojo. En caso de preferir infusiones elaboradas con plantas y hierbas, opta por el diente de león y la alcachofera.
Realiza actividad física
Una buena alimentación tiene que ir acompañada de actividad física, de modo que es muy recomendable empezar a hacer ejercicio de forma regular y moderada tras la vuelta de las vacaciones. Dar paseos al aire libre aprovechando el buen tiempo o adoptar gestos sencillos como dejar de coger el transporte público o el coche y salvar las distancias andando, o subir las escaleras en lugar de recurrir al ascensor, pueden ser un buen comienzo. Pasado un tiempo y según los casos, quizás sea conveniente realizar actividades más intensas para incrementar el gasto calórico o ganar masa muscular.
Huye de las dietas milagro
Normalmente los kilos que se ganan durante las vacaciones se eliminan por sí solos al retomar la rutina y con un poco de control nutricional y ejercico físico. En el caso de que no sea así, puedes valorar someterte a algún tipo de dieta de adelgazamiento, pero siempre bajo la supervisión y/o asesoramiento de un profesional dietista. Huye de las dietas milagro, que son las que prometen resultados espectaculares en poco tiempo, e incluso de aquellas que imponen una gran restricción de alimentos o energía. Ten paciencia y no olvides que los expertos aconsejan no perder más de un kilo por semana para adelgazar de manera saludable.
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