En anteriores ocasiones hemos hablado de la necesidad de realizar una prueba de esfuerzo previa a comenzar a practicar ejercicio para asegurarnos de que nuestro organismo va a responder de forma adecuada ante este. Un reconocimiento médico deportivo también es importante para ayudarnos a conocer nuestro cuerpo y a saber cuál es el deporte que nos conviene.
El reconocimiento médico deportivo más básico es el que se limita a la historia médica del paciente y a la entrevista con el médico. Un paso más adelante podemos incorporar la prueba de esfuerzo (recomendada a todas las personas para saber cómo va a responder su corazón en una situación de esfuerzo importante) que incluye una espirometría o análisis de gases, electrocardiograma y ecocardiograma. Además, podemos incluir otro tipo de pruebas como puede ser la medida exacta de nuestro porcentaje de grasa corporal y dónde se encuentra a través del BOD-POD o el estudio biomecánico de la pisada y huella plantar.
¿Por qué hacernos un reconocimiento médico?
Acudir a un profesional médico antes de comenzar a hacer deporte es una manera de garantizar que vamos a obtener una buena respuesta por parte de nuestro cuerpo frente a las situaciones de estrés a las que le vamos a someter. No todos los deportes son adecuados para todas las personas, si bien la actividad física es parte básica de una vida saludable: la clave está en saber elegir cuál es la actividad que mejor se adapta a nosotros y a las metas que deseamos alcanzar. Esto podemos conocerlo a través del reconocimiento médico.
En un reconocimiento médico deportivo general se pueden detectar posibles patologías como descompensaciones musculares o malos hábitos posturales. A través de pruebas más específicas como los análisis de sangre o de orina podemos saber si sufrimos alguna enfermedad metabólica, como la diabetes, o enfermedades autoinmunes.
Estos datos, junto con el estudio antropométrico que se realiza del paciente, conociendo tanto sus medidas corporales como otros valores importantes (porcentaje de grasa corporal, índice de grasa visceral, porcentaje óseo, presión arterial en reposo), ayudan al profesional médico a indicarnos cuál es la actividad deportiva que más nos conviene realizar.
¿Cómo nos ayuda un reconocimiento médico deportivo a alcanzar nuestros objetivos?
El deporte y la actividad física no son un elemento aislado a la hora de alcanzar nuestras metas: es necesario el trabajo interdisciplinar de los profesionales de la salud para lograr nuestros objetivos de una forma segura. Así, los profesionales como los médicos deportivos, los fisioterapeutas y los entrenadores, deben trabajar de manera conjunta para orientar nuestros pasos en el deporte.
La actividad física es uno de los mejores medios a nuestro alcance para mejorar nuestra salud y prevenir posibles patologías, pero no todo es para todos. ¿Debería practicar Yoga si sufro una hernia discal? ¿Son todas las posturas de Pilates adecuadas para mi patología? ¿Es buena idea comenzar a correr si tengo un gran sobrepeso? Descubrir el tipo de ejercicio que nos ayude a conseguir nuestros objetivos de una manera segura pasa por conocer nuestro cuerpo previamente.
Con un sobrepeso acusado, por ejemplo, las actividades con un alto impacto como puede ser la carrera, pueden suponer un riesgo mayor que los beneficios que vamos a obtener, ya que podemos poner en peligro nuestras articulaciones. Una actividad aeróbica más suave, como puede ser el entrenamiento en una bicicleta elíptica, será una mejor opción en este caso.
Las descompensaciones posturales pueden tratarse la mayoría de las veces de forma muy efectiva a través de disciplinas como el Pilates: la reeducación postural forma parte de esta actividad, que nos ayudará a prevenir o mejorar dolores de espalda a largo plazo.
A través de un reconocimiento médico deportivo podemos descartar posibles patologías y encontrar el deporte más adecuado para nosotros.
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