Las varices se producen por un defectuoso retorno venoso en las extremidades. Las venas de las extremidades las irrigan y después conducen esa misma sangre al corazón. En ocasiones, ese retorno al corazón no se produce con fluidez, de manera que cierta cantidad de sangre queda en la vena produciendo las molestas varices.
Una de cada diez personas las sufre y en especial las mujeres, ya que son más proclives debido en gran medida a los embarazos, momento en que el retorno venoso empeora.
El proceso de creación de las varices se puede prevenir y reducir. Si, en un primer momento, logramos que la circulación vuelva a fluir con facilidad, podemos hacer desaparecer las varices, en caso contrario, permanecerán. Las varices más grandes pueden convertirse con el tiempo en edemas (hinchazón) o úlceras varicosas que oscurecen la piel.
Los síntomas más usuales que producen las varices son calambres nocturnos, pesadez de piernas y cansancio. A pesar de ello, debemos tener en cuenta que, aunque sea muy comprensible querer reducir las varices, al menos, estas son producto de un proceso benigno que no tendrá mayores repercusiones si no se deben a una insuficiencia venosa de características más profundas.
¿Cómo reducir las varices o prevenirlas?
Existen algunos hábitos saludables que ayudan a prevenir o reducir las varices, como no estar mucho tiempo sentado ni tampoco de pie, usar zapatos cómodos o ingerir poca sal. Además, podemos realizar una serie de ejercicios muy beneficiosos para evitarlas y/o reducirlas notablemente:
- Con la ayuda de una esterilla, nos tumbaremos en el suelo. Colocaremos las manos en la parte baja de la espalda para mayor comodidad. Entonces elevaremos las piernas y pedalearemos con ellas en el aire. Repetir durante unos segundos.
- También con la espalda sobre la esterilla elevaremos las piernas aproximadamente a medio metro del suelo y las juntaremos y separaremos repitiendo el ejercicio unas diez o quince veces.
- Boca arriba sobre la esterilla levantaremos una pierna dejándola unos segundos hacia arriba para que fluya la circulación. Repetiremos con la otra pierna y sucesivas veces con ambas.
- En esta misma postura, levantaremos una pierna y la giraremos en el aire en el sentido de las agujas del reloj. A continuación, la pierna contraria. Después, con la primera, cambiaremos el sentido del giro y, a continuación, con la segunda pierna de nuevo repetiremos.
- Otro ejercicio que podemos realizar para reducir las varices es, una vez tumbadas, estirar las piernas un poco elevadas y flexionar los dedos de los pies hacia adelante y hacia atrás durante unos segundos.
- Nos sentaremos en una silla e intentaremos recoger objetos con los pies. Un buen ejercicio para esto es colocar una toalla sobre el suelo e intentar cogerla y elevarla.
- También sentadas en la silla, con las piernas juntas, separaremos y juntaremos las puntas de los pies.
- De nuevo en la silla, elevaremos primero la punta de un pie y después el talón. Realizaremos el mismo ejercicio con el otro pie. Después repetiremos varias veces.
- De pie, sin movernos del sitio, andaremos sobre las puntas de los dedos. Repetiremos varias veces.
- Realizaremos el mismo ejercicio que el anterior, pero sobre los talones. Haremos varias repeticiones.
Estos son sencillos ejercicios que debemos repetir de vez en cuando y que nos ayudarán a prevenir y frenar el proceso de creación de varices. También, caminar es un perfecto ejercicio que nos ayudará en el retorno venoso contra su formación.
Actualmente no hay ningún comentario sobre este tema.
¡Sé el primero en hacerlo!