A pesar de que el running cuenta con múltiples beneficios para nuestra salud, que no implica demasiadas complicaciones y que, en definitiva, se trata de una modalidad que puede hacer prácticamente cualquiera; lo cierto es que no siempre conseguimos contagiar la pasión que sentimos por él a nuestros familiares y amigos.
Una situación que, por fortuna, tiene arreglo. Sí, porque si quieres lograrlo con éxito puedes empezar a llevar a cabo una serie de consejos. Unos trucos que finalmente te permitirán salir a trotar acompañado de tus seres queridos y disfrutar de momentos únicos que van más allá del mero entrenamiento.
Háblales de las ventajas
De esta manera y si lo que deseas es convencer a tus amigos de que se inicien en esta práctica, aprovecha aquellos momentos y comentarios en los que se refieran a que deben bajar de peso. Algo habitual en esta época del año y con las consecuencias de los ágapes navideños todavía presentes.
Empieza hablándoles de las ventajas, de lo fácil que resulta iniciarse y de cómo su motivación se mantendrá estable si optan por hacerlo con otro corredor. Además, constituye una manera de obligarse y resulta más ameno, incluso aunque al principio necesite centrarse en la respiración y no pueda hablar. La idea es crear un ambiente de complicidad, una rutina compartida.
Asimismo, a medida que progrese –o si, sencillamente, se trata de una persona que ya estaba en forma- podréis retaros, competir, estableciendo metas y objetivos, buscando información sobre nuevos recorridos y carreras, y un largo etcétera muy estimulante. Por no hablar de otras ventajas relacionadas con las posibles lesiones (y el auxilio que podéis prestaros mutuamente en esas situaciones).
Enfócalo como un momento compartido
Si optas por intentarlo con tu pareja y tus hijos, enfócalo a los momentos compartidos, y convierte esos instantes en algo agradable que hacéis juntos. Un ecosistema familiar sembrado de hábitos saludables será clave para que tus pequeños se conviertan en unos adultos sanos y conscientes de la importancia del deporte. La idea es que lo asocien con el ocio, el entretenimiento y la diversión.
Insiste en los valores del esfuerzo y el compañerismo y adáptate a su ritmo. Cuando llevéis un tiempo corriendo podéis apuntaros a carreras específicas para llevar a cabo en familia, una manera de evidenciar vuestros progresos y seguir disfrutando. Si tus niños son todavía muy pequeños, hazte con un carro adaptado y enséñales a disfrutar desde bien temprano.
Llévate a tu perro
Y para que no falte miembro alguno, llévate a tu perro. El canicross, de hecho, es una modalidad muy recomendable, tanto para ti como para la mascota, que se ve beneficiada del ejercicio extra tanto física como psicológicamente. Es decir, no solo favorecerá su flujo sanguíneo y se incrementará su esperanza de vida –entre otros-, sino que también mejorarán vuestros vínculos afectivos.
En todo caso y para ponerlo en marcha, llévalo al veterinario previamente y ten en cuenta que, cuanto más grande y pesado sea, más complicado será el aprendizaje (puede arrastrarte, cruzarse durante el aprendizaje, etcétera).
Además, algunas razas como el bóxer, el border collie y el braco alemán son más idóneas que otras. En todo caso, ármate de paciencia, merece la pena y a los benjamines de la casa les hará ilusión.
Ten en cuenta, en cualquier caso, que correr con el perro es algo que puede hacerse cuando las temperaturas son bajas y que, a partir de primavera, cuando ya llevamos menos ropa, puede resultar peligroso para ellos.
Programa una escapada running
Otra cuestión que puede resultar muy estimulante es programar un viaje running. Una modalidad en la que numerosas agencias de viajes se están especializando pero que también puedes organizar tú mismo desde cero. Infórmate a priori de las características de la carrera en cuestión –los kilómetros del trazado, si existen reducciones y modalidades, etcétera- y adapta la escapada.
Es una buena manera de salir y hacer turismo, descubrir nuevos países y ciudades que seguro que les encanta. Por no hablar de que se trata de la excusa perfecta para ver mundo de una forma saludable. Puedes hacerlo tanto en familia como con un grupo de amigos.
Compite y déjate ganar
Uno de los grandes pilares de la motivación es la competitividad. Incita a tus seres queridos a que se superen estableciendo, por ejemplo, metas. También puedes servirte de la ayuda de aplicaciones específicas, sobre todo si no siempre tenéis la oportunidad de calzaros las zapatillas juntos.
Visualizar el recorrido y tiempos del otro hará que os pique el gusanillo. A no ser que las diferencias sean muy notables, por supuesto. En ese caso no estaría de más que te dejaras ganar (sin que se note demasiado), o que valores su mejoría para que observe que quizás no te gane a ti, pero sí puede ganarse a sí mismo.
Participar en carreras y competiciones públicas desde el principio es otro modo de mantener el ánimo alto e invitarles a que sigan haciéndolo.
Un plan de entrenamiento para novatos
Otro punto clave es que adaptes el entrenamiento a su ritmo y condición física; y que les informes de los errores que deberían evitar. Por ejemplo, es probable que tus dotes de convicción sean tales que tu amigo empiece a correr todos los días. Algo peligroso si no está acostumbrado y que podría derivar en lesiones y otras complicaciones.
Obsérvales y trata de prestar atención a su técnica de carrera; y elabora un planning enfocado a sus necesidades (en tiempos y distancias, por ejemplo). Para hacerlo, puedes servirte de los paisajes y de rutas que requieran algo más de programación como entornos naturales alejados de la ciudad, senderos de tierra y similares. Además, esta última superficie resulta más blanda; una cuestión que implica que el impacto de la zancada sobre las articulaciones será menor.
Ayúdale a elegir las mejores zapatillas para correr
La elección de las zapatillas también resulta clave. Algo que no siempre es sencillo y que depende de la edad y sexo –relacionados con la flexibilidad de la persona-, del peso –cuanto más pesado sea, más sufrirán sus articulaciones y requerirá de una mejor elección-, tipo de pisada –pronador, supinador o neutro-, e incluso del arco del pie –los altos requieren de un upper flexible-. Además, los objetivos y terreno por el que vaya a entrenar habitualmente también la condicionarán.
Para que te hagas una idea, si lo que quieren es ganar velocidad, nada como unas performance muy ligeras, mientras que si les encanta el trail running convendría que las deportivas fuesen estables, duras, tracción trasera y hasta protecciones para las rocas. Si prefieren hacerlo en asfalto, mejor unas blandas capaces de absorber bien los impactos, y observar que no taloneen demasiado para evitar lesiones molestas que puedan desanimarles.
Actualmente no hay ningún comentario sobre este tema.
¡Sé el primero en hacerlo!