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Cómo entrenar una maratón: para padres con poco tiempo

Si las tareas diarias de unos padres ya requieren un esfuerzo maratoniano, entrenar para corren una Maratón puede parecer fuera de tu alcance. Estos consejos de entrenamiento te puede ayudar a empezar.

El sueño de correr una maratón es algo a lo que muchos de nosotros aspiramos.  Un estudio reciente en Australia apunta a que el running ha incrementado su popularidad un 84% en menos de 15 años.

Si llegas a un punto de tu vida en el que te gustaría asumir el reto de correr una maratón pero te estas preguntando cómo encajar esto en una agenda personal ya de por sí saturada, Chris Pavey, padre de tres hijos y corredor de 5 maratones, quiere compartir contigo estos trucos:

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Consigue el hábito de correr entre semana

Hay dos tipos de personas que corren una maratón por primera vez: los que ya llevan corriendo durante un tiempo y han decidido subir al siguiente nivel, y aquellos comienzan a correr desde cero, quizás nunca han corrido, y quieren usar el reto de corren una maratón como una excusa para motivarse y mejorar su salud y tipo físico.

En cualquiera de los dos casos, pero especialmente para los últimos, el primer paso de cara a preparar una maratón es establecer una rutina de entrenamiento regular. Cuando los niños andan cerca, me he dado cuenta de que entrenar entre semana es algo más fácil de convertir en una rutina.

Hay días en los que no tienes un respiro y otros en los que parece que puedes hasta sentarte. Elige tus dos días entre semana menos liados, con al menos una jornada de descanso entre ambos, y apúntalos en tu agenda para entrenar. Consigue no faltar a tu cita con el entrenamiento estos dos días, y muy pronto habrás conseguido convertirlos en parte de tu rutina de papá o mamá.

En mi caso, justo al tener nuestro tercer hijo, la vuelta al entrenamiento la hice con carreras a ritmo bajo de cuatro kilómetros dos veces a la semana, aprovechando la siesta de los niños. Una vez que volví al trabajo, cambié este rato por las mañanas bien temprano, antes de que nadie se hubiese levantado aún.

Para entrenar una maratón un truco es aprovechar e ir al trabajo corriendo

Convierte tu camino al trabajo en uno de los entrenamientos

Conforme vas progresando en tu preparación para correr la maratón, te irás encontrando que las distancias de tus entrenamientos se alargan. Los cuatro kilómetros iniciales se convierten pronto en 8 y otras veces en 12, si estás entrenando por la mañana esto supone que tendrías que madrugar cada vez más.

Una buena forma de solucionar el problema es aprovechar tu camino al trabajo y convertirlo en uno de tus entrenamientos. Si tu lugar de trabajo tiene duchas, puedes probar a correr una parte o todo el camino al trabajo. Si no hay duchas, o no te atrae mucho la idea de ducharte en el trabajo, convierte tu viaje de vuelta a casa en una carrera. Si conduces, puedes probar a aparcar más lejos y correr cuando termines la jornada, si no, prueba a subirte al tren o al metro algunas paradas más lejos. ¡Podrías incluso acabar ahorrándote un dinero!

Yo vivo a bastante distancia de mi trabajo, por lo que corro casi toda la vuelta a casa y luego cojo un tren en el último tramo.

Añade un entrenamiento de más distancia durante el fin de semana

Puedes encontrar muchos planes intensivos de entrenamiento para maratón, con muchos días de salidas a correr y varios ejercicios. Aunque todo esto está muy bien cuando te sobra tiempo, en mi opinión sólo necesitas tres días de entrenamiento a la semana si el último lo haces de larga distancia.

Es posible que tus fines de semana sean los días más liados y quieras dedicarlos a la familia tanto como puedas. Escaparte en estos días puede ser todo un reto. Una buena forma de motivarte sin impactar demasiado en tu familia es convertir las carreras en un evento familiar. A menudo entreno en un lugar y a una hora determinados, como en un parque o en la playa, y quedo con mi familia y con los niños allí. Este truco ha demostrado ser una buena forma de combinar las carreras con actividades familiares al aire libre. Además, dar un paseo con los niños por las zonas de juego puede ser una buena forma de recuperar después del ejercicio.

Como opción alternativa, y para cuando los fines de semana no tienen ni un minuto libre, puedes forzarte a madrugar y correr cuando todos están durmiendo. Correr temprano un sábado o domingo por la mañana (me gusta dejar tiempo libre para otras cosas) puede ser una forma estupenda de reducir el impacto en la familia. También ayuda a prepararte para un día intenso, empezando desde bien temprano.

¡Y eso es todo! Si puedes fijar una rutina estable de al menos tres carreras a la semana y seguir atendiendo al resto de tus obligaciones, en vez de enfrentar una con las otras, puedes apuntarte un buen tanto y conseguir ese reto de correr una maratón que te has fijado.

¡Buena suerte y que disfrutes la carrera!