La barra americana es un deporte cada vez más extendido. En él se ejercitan prácticamente todos los grupos musculares, tonificando también la piel y mejorando la flexibilidad y la fuerza en brazos y piernas.
Qué es la barra americana
Se piensa que el baile en barra americana tiene su origen en un juego tradicional de India de hace más de 250 años y también en la práctica de yoga. Posteriormente, evolucionó y fue precisamente una de sus derivaciones la que dio lugar a los populares espectáculos de los cabarés y los circos.
En los años 20, en Norteamérica, los circenses realizaban sus acrobacias en los palos que sujetaban las carpas. De allí, la barra americana se trasladó a los clubes de alterne, que la hicieron enormemente popular. Por eso, la gente relaciona este deporte con los espectáculos de striptease. Sin embargo, es una modalidad de fitness y un deporte por mérito propio que se implantó en los años 90 en Inglaterra y que en la actualidad incluso se está pensando en llevar a los Juegos Olímpicos.
Para qué sirve como deporte
Aunque en la barra americana se trabajan mucho los músculos de los brazos, y los del todo el cuerpo, estos no llegan a desarrollarse en exceso como sucede, por ejemplo, con el culturismo. La barra americana es una forma divertida de mantenerse en forma, tonificar los músculos, quemar calorías, aumentar la flexibilidad, mejorar la capacidad cardiovascular y elevar la autoestima. Estas son las principales razones por las que este deporte se está convirtiéndose en una práctica tan popular y se están abriendo cada vez más escuelas en España y otros países.
Cómo se practica y dónde
La barra americana no precisa una gran equipación para practicarse. Basta con disponer de una barra vertical adecuada para este ejercicio y utilizar el peso de nuestro cuerpo para ejercitarnos en ella sobre el aire. Miles de gimnasios y escuelas en todo el mundo ya ofrecen clases de esta práctica y muchos defienden que se trata de un ejercicio de acrobacia, fuerza y agilidad gimnástica. En España, tenemos esta actividad disponible en muchos gimnasios.
Qué beneficios y ventajas tiene para la salud
La barra americana fortalece y tonifica todo el cuerpo. Especialmente, las piernas, los brazos y los glúteos, pero también la espalda, los hombros y el cuello. Asimismo, moldea las piernas, da firmeza al estómago, endurece brazos y espalda e incluso refuerza articulaciones como tobillos, muñecas… Y permite adquirir una gran flexibilidad, agilidad y coordinación.
Al contrario de lo que se suele pensar, no requiere unas condiciones físicas especiales para practicar este tipo de ejercicio y las lesiones suelen ser escasas. Más bien al revés: el ejercicio en barra americana, además de mejorar nuestra capacidad cardiovascular, previene y trata dolores de espalda.
Pero además de ayudarnos a ponernos en forma, también potencia otros aspectos psicológicos como la seguridad en uno mismo, la superación personal, la autoestima o la apreciación positiva de nuestro aspecto y condición física. Asimismo, combate el estrés y levanta el ánimo,
El desarrollo de coreografías que incluyen grandes saltos, piruetas y giros, ayuda a definir y moldear la figura, potenciar la musculatura y el sentido del ritmo, mientras explotamos otros aspectos como la autonomía y la autoconfianza. Para ello, la sensación de desinhibición y diversión que proporcionan las clases, al jugar con la música y las coreografías, desempeñan un papel fundamental.
Modalidades
El rango de ejercicios que admite la barra americana es tan amplio que los entrenadores, gimnasios y las escuelas que imparten estas clases varían mucho en sus ejercicios y recomendaciones. Dos de las modalidades de ejercicios más practicados en ella son:
1. Bodyweight
El bodyweight es una nueva tendencia de ejercicios que consiste en usar el peso de nuestro cuerpo para quemar grasas. En este sentido, la gravedad es un gran aliado a la hora de ponerse en forma. Este tipo de entrenamiento está basado en el fortalecimiento de la musculatura a través de la resistencia del propio peso a la gravedad.
El ejercicio con el peso corporal es especialmente idóneo para las personas sedentarias que quieren comenzar una rutina de ejercicios. Se basa en la constancia y repetición de los ejercicios, las series, la aceleración y los cambios de ritmo. Se trata de una evolución del entrenamiento físico muscular, donde la estética no es el fin sino una consecuencia del entrenamiento con el propio cuerpo.
2. Pole dance
El pole dance es la variante más popular. Se trata de una disciplina artístico-deportiva que combina danza, acrobacias y fitness en una barra vertical por medio de coreografías. Es un deporte artístico que hace diez años causó sensación en Europa y gran parte de Norteamérica y ahora lo hace en España, donde cada día gana más adeptos. De hecho, se espera que los ejercicios en la barra vertical se conviertan en parte de los Juegos Olímpicos, al igual que la horizontal.
Principales ejercicios y acrobacias
La barra americana combina giros en barra, subidas, bajadas y trabajo de suelo. Esta combinación hace que pueda ser considerado como entrenamiento de intervalos o series de intensidad variable, muy recomendable para quemar grasa y elevar nuestra capacidad cardiovascular.
Asimismo, combina movimientos isotónicos como trepar por la barra, con otros isométricos como mantenerse en una postura fija en la propia barra. También podemos utilizar la barra para realizar variaciones de otros ejercicios comunes como sentadillas, flexiones de brazos, dominadas y movimientos de otras disciplinas de danza como el ballet, hip hop, salsa, break dance…
La barra americana ofrece cantidad de “hitos” que podemos alcanzar sin necesidad de meses de entrenamiento. Por ejemplo: llegar a lo alto de la barra a pulso, agarrarse con las piernas sin manos, encadenar cinco movimientos seguidos, etcétera. Pero incluso aunque no estemos en forma, podemos practicar ejercicios sencillos que requieren poco esfuerzo posándonos sobre el suelo y sujetándonos a la barra.
Precauciones, trucos y consejos antes de empezar
Para practicar este deporte, según afirman sus instructores, no se necesita ninguna condición excepcional: no importa la edad, el sexo, ni el peso. Puedes empezar a los 20 o a los 40. Tanto si eres hombre como mujer y sin importar tu peso o talla, tu ritmo o tu nivel físico. Cualquier persona puede hacer barra americana. Se parte desde cero y poco a poco se van viendo los resultados.
Tampoco requiere una gran inversión en equipo. Los gimnasios y escuelas especializadas en estas clases disponen del espacio necesario y de la barra vertical fija y anclada donde se realizan los entrenamientos. Se trata de una barra de metal especialmente diseñada para realizar ejercicios en ella, por lo que si deseamos instalar una en casa debemos adquirir la específica para este deporte. Las hay de diversas alturas y grosores, siendo los más habituales los de 50, 45, 40 y 38 mm.
También es conveniente entrenar frente a un espejo para poder apreciar y corregir las posturas. En cuanto al vestuario, se practica sin calzado y las prendas de ropa han de ser cómodas, ligeras, transpirables y ajustadas para que no nos molesten durante el entrenamiento.
Ahora bien, como cualquier otro deporte, esta modalidad requiere de unas precauciones para evitar las lesiones más frecuentes que suelen suceder en él: tendinitis, caídas y resbalones, calambres, agarrotamientos, moratones y agujetas. Suelen suceder como consecuencia de malos agarres, posturas inadecuadas o por sobrecarga de ciertos músculos.
Los siguientes consejos de entrenamiento son especialmente útiles para los iniciados en la barra americana:
- Se debe realizar siempre en presencia de un profesional cualificado y no es recomendable practicarlo en casa por nuestra cuenta hasta que nuestro nivel y destreza sea realmente alto.
- Comenzar las sesiones con un nivel bajo de esfuerzo e ir incrementándolo a medida que ganamos habilidad, fuerza y resistencia.
- Es muy importante realizar calentamiento antes de comenzar y estiramientos al finalizar para evitar calambres y agarrotamientos musculares. Los estiramientos son una parte importante de todo entrenamiento físico y no se debe dar el ejercicio por finalizado sin antes acabar también con ellos.
- Es recomendable practicar la barra americana un mínimo de 2 ó 3 veces por semana, ya que, al ser un tipo de ejercicio anaeróbico, si no se realiza de manera continuada el músculo no se desarrolla adecuadamente y las agujetas persistirán en el tiempo.
- Durante los días en que no entrenamos, es aconsejable realizar ejercicios de piernas, brazos y abdominales para ganar en resistencia muscular y así evitar las agujetas en la siguiente sesión.
- Nunca debemos cargar en exceso el cuerpo ni lanzarnos a realizar los ejercicios que todavía no sentimos que somos capaces de realizar. Si un ejercicio nos resulta sumamente complicado, debemos pedirle consejos al monitor o monitora para llevarlo a cabo en un momento en el que hayamos ganado destreza y tengamos más confianza en nosotros mismos.
- Hay que recordar hidratarse con frecuencia. Debido a lo agitado de los ejercicios, es mejor dar pequeños sorbos de agua de manera más frecuente en el tiempo, que tragos largos que podrían revolvernos el estómago una vez subidos a la barra.
Por último, y para evitar accidentes, es muy importante procurar mirar atentamente al monitor o monitora para comprobar que realizamos los pasos correctos en el orden adecuado, evitar el sudor en las manos y medir bien nuestro impulso.
Imágenes | iStock / Antonio_Diaz / Bojan89 / cash14.
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