Cualquier momento es bueno para empezar una alimentación saludable, pero en verano, con el inicio del calor, el cuerpo nos pide renovación y alimentos frescos, por eso hoy te contamos cuáles son las frutas y verduras y cómo aprovechar mejor todos sus beneficios.
Llena tu mesa de color y vitaminas
Hay tres colores que nos ayudan a diferenciar los productos de esta estación: verde, naranja y rojo (o rosado) en todas sus tonalidades. Guiándonos por ellos es muy fácil acertar a la hora de hacer la compra. Aun así no está de más tener presente la siguiente lista con las hortalizas y frutas:
- Verduras de hoja verde: espinacas, acelgas, endivias, berros, rúcula y lechugas de todo tipo, ricas en antioxidantes y especialmente en vitamina K, responsable de la coagulación de la sangre, que nos ayuda a tener una buena salud vascular y evitar problemas derivados como las varices. Algunos estudios también relacionan la vitamina K con unos huesos más fuertes y la prevención de fracturas.
- Más vegetales: alcachofas, puerros, calabacines, repollos, guisantes, judías, pimientos, apio, espárragos e hinojo, que en ensalada nos ayuda a hacer bien la digestión. Todas nos aportan minerales y vitaminas, sobre todo vitamina A y vitamina C, que contribuyen a mejorar nuestro sistema inmunitario y reparar los tejidos de nuestro organismo, como la piel y las uñas. Cambiando de color tenemos los tomates y las zanahorias, que deben su pigmentación a los betacarotenos que, una vez ingeridos, se transforman en vitamina A.
- Frutas: albaricoques, melocotones, nísperos, fresas, fresones, ciruelas y cerezas. Con ellas añadiremos también betacarotenos, vitamina A y vitamina C a nuestra dieta, así como vitamina E, antioxidante y una ayuda extra en el aprovechamiento de la vitamina K.
¿Por qué comer frutas y verduras de temporada?
Casi todas las frutas y verduras están disponibles prácticamente todo el año, entonces, ¿por qué dar prioridad a las de esta estación? Los productos de temporada no solo suelen tener mejor sabor, también preparan nuestro cuerpo para el cambio de clima y las necesidades del verano.
Son ideales para hidratarnos con su alto contenido en agua, algo que resulta vital cuando empieza el calor. Por otra parte, los alimentos ricos en betacarotenos favorecen la producción de melanina y disponen nuestra piel para el sol, que poco a poco se va volviendo cada vez más intenso.
Cómo sacarles el mejor partido
La mejor forma de consumir estas frutas y verduras de temporada para beneficiarnos de su gran aporte en vitaminas y minerales es, siempre que sea posible, en crudo, enteras y siempre que se pueda con piel, ya que aprovecharemos al máximo todas sus propiedades, estaremos consumiendo todas sus vitaminas, minerales y fibra. Las ensaladas cada vez apetecen más y resultan ideales para mezclar hortalizas y frutas, disfrutando de todo su sabor y su color.
Otra opción que nos permite aprovechar todas su propiedades es preparar refrescantes smoothies que nos ayuden a hidratarnos aunque no es conveniente abusar de éstos, o simplemente utilizarlas directamente como snacks saludables y aperitivos en forma de crudités, preparando bastoncitos de apio, zanahoria, endivias…
A la hora de cocinar, mejor optar por técnicas saludables que mantengan al máximo sus vitaminas y minerales, como la plancha, al vapor o con el wok, con las que además las frutas y verduras nos quedarán crujientes, sabrosas y muy ligeras. Y sí, las frutas también se pueden cocinar, a la plancha están deliciosas, como acompañamiento o parte de una ensalada o incluso podemos hacerlas a la parrilla, si preparamos una barbacoa este verano, como postre sano y muy original.
Una despensa al día
Para motivarnos a comer frutas y verduras de temporada nada mejor que hacerlo de forma variada y tenerlas siempre disponibles en casa. Si acudimos a la compra regularmente correremos menos riesgo de que se estropeen y en general podemos conservarlas perfectamente en algún lugar oscuro y bien ventilado. Cuando no hay tiempo, entonces toca refrigerar, aunque teniendo en cuenta algunos pequeños trucos.
Los espárragos nos durarán más si introducimos su base en un recipiente con agua y los guardamos en la nevera, así como las verduras de hoja verde también se conservarán mejor en su apartado correspondiente del frigorífico, lavadas, troceadas y envueltas en un paño limpio o metidas dentro de un tupper.
Este último método (aunque sin trocear) también nos sirve para las frutas más delicadas, como las fresas. Es importante que al guardarlas intentemos que no se amontonen entre sí, cuanto más separadas estén mejor, así evitaremos que se enmohezcan.
Si tenemos siempre en la nevera un tupper con hortalizas limpias, peladas y cortadas, podremos matar el gusanillo cuando nos den ganas de picar, sin excedernos con las calorías. Aunque una pieza de fruta siempre es perfecta para merendar o tomar a media mañana y reponer energías.
En definitiva, las frutas y verduras de temporada nos ayudan a sentirnos más ligeros y vitales, algo que nos viene muy bien para afrontar el clima cambiante tan característico del verano, así como los nuevos horarios y hábitos que lo acompañan. ¿Tienes ya tus favoritas? ¿Cuáles son?
Fotos | iStock / gpointstudio / Antonio_Diaz / Anchiy / Kuvona
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