Solo o con leche, expreso, capuchino… El café, del que se calcula que en todo el mundo se ingieren a diario unos 2.250 millones de tazas, es una de las bebidas más consumidas en todo el planeta. Y aunque tiene luces y sombras, a medida que se realizan más investigaciones científicas, parece que son más sus bondades que sus riesgos.
El mayor estudio realizado hasta la fecha sobre los efectos del café en la población europea, recogido recientemente en Annals of Internal Medicine, señala que beber café no solo no es perjudicial para la salud, sino que está «asociado a un menor riesgo de muerte por cualquier causa, en especial por enfermedades circulatorias y del tracto digestivo».
Investigadores de la británica Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) y del Imperial College de Londres analizaron en 10 países datos de 521.330 personas de más de 35 años procedentes del estudio prospectivo europeo sobre dieta, cáncer y salud (EPIC). Tras 16 años de seguimiento, casi 42.000 personas habían muerto debido a todo tipo de enfermedades, entre ellas cáncer, problemas circulatorios y fallos cardiacos.
Los científicos analizaron las cifras, realizando los ajustes adecuados con factores como la dieta o el tabaquismo, y llegaron a la conclusión de que el grupo que consumía más café tenía un menor riesgo de muerte, frente a los que no lo tomaban.
Según el autor principal del estudio, Marc Gunter, del IARC, debido a las limitaciones de la investigación no están «en condiciones de recomendar a la gente que beba más o menos café», aunque los resultados «sugieren que un consumo moderado -unas tres tazas diarias- no es perjudicial para la salud y que incorporar el café a la dieta podría tener efectos beneficiosos». En la actualidad, se le reconocen los siguientes:
Es revitalizante y energizante
La cafeína, presente en el café de manera natural, estimula el sistema nervioso central, aumentando la energía, la resistencia y la rapidez, y disminuyendo el cansancio y la fatiga.
El café ayuda a estar alerta
Algunos estudios han demostrado que el café incrementa la capacidad de estar alerta y la concentración, y estimula la actividad cerebral y la memoria, además de agudizar la percepción. Al mantenernos despiertos durante más tiempo, algunas personas pueden presentar dificultades para conciliar el sueño.
Mejora el rendimiento físico
Muchos deportistas toman varias tazas de café antes de competir porque la cafeína, uno de los más de 1.000 elementos bioactivos que contiene el café, actúa sobre la sensación de cansancio, aumentando el rendimiento deportivo, sobre todo en los ejercicios de larga duración. Hay incluso investigaciones que atribuyen a la cafeína un efecto ergogénico, es decir, una mejora de la fuerza muscular.
Es rico en antioxidantes
El café ocupa el sexto lugar en la lista de los 50 alimentos que contienen más antioxidantes, después de las moras, las nueces, las fresas, las alcachofas y los arándanos, de acuerdo con un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition. Los productos ricos en antioxidantes tienen la propiedad de disminuir los efectos perjudiciales de los radicales libres en las células, con lo que retrasan su envejecimiento. Esto es importante para prevenir, entre otras, el desarrollo de enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
Reduce el dolor de cabeza
El café tiene un efecto vasoconstrictor a nivel cerebral, de ahí que aumente la eficacia de los analgésicos, especialmente la de los medicamentos que actúan contra el dolor de cabeza, aliviando las migrañas y jaquecas de algunas personas. Eso sí, en caso de que la dosis de café sea muy elevada, la constricción de los vasos sanguíneos puede ocasionar fuertes dolores de cabeza.
Es digestivo
El café estimula la secreción gástrica y activa la producción de la bilis y la contracción de la vesícula biliar. Por lo tanto, tomado después de las comidas, facilita la digestión.
Ayuda a adelgazar
El café contiene unos compuestos llamados fenólicos, como el ácido clorogénico, que dan una sensación saciante con la que nuestro organismo y nuestro cerebro se quedan satisfechos, ayudándonos a no picar entre horas y cumplir con las comidas a la hora fijada. También acelera el metabolismo, por lo que el cuerpo empieza a quemar más grasas.
Todos estos beneficios desaparecerían si se consumen aproximadamente más de tres tazas de café al día. A partir de ahí es cuando pueden aparecer efectos perjudiciales sobre el sistema nervioso, palpitación, taquicardia, insomnio y aumento de la presión arterial. El sentido común dicta que, como casi todo en la vida, la clave está en la moderación.
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