Cuando se encuentran en un estado inicial, el problema es meramente estético, pero cuando pasan a un estado más avanzado pueden requerir intervención quirúrgica, ya que pueden dar lugar a complicaciones.
¿Por qué aparecen las varices?
Nuestro sistema circulatorio está diseñado para que la sangre limpia sea bombeada a través de las arterias. Una vez que la sangre ha llegado a los tejidos, debe ser devuelta al corazón a través de las venas: en el caso de los miembros inferiores el retorno se produce hacia arriba, contra la gravedad, por lo que las venas cuentas con unas pequeñas válvulas que impiden que la sangre retroceda hacia abajo.
Cuando estas válvulas de las venas no funcionan de forma correcta, la sangre puede acumularse dilatando las paredes de las venas, e incluso saliendo hacia fuera. Así es como se forman las varices o venas dilatadas.
Los factores de riesgo
Lo mejor que podemos hacer frente a la aparición de varices es prevenirlas, sobre todo si nos encontramos dentro del grupo de población con riesgo de sufrirlas. Los factores de riesgo más comunes son:
- Sexo y edad: las mujeres son más propensas a sufrir la aparición de varices, aunque no son exclusivas del género femenino. Además, a mayor edad, mayor riesgo hay de que aparezcan.
- La herencia y la predisposición genética: ambos son factores que no podemos controlar. Si nuestros padres las han sufrido, es posible que nosotros también lo hagamos. Si nuestro tejido conectivo es débil también seremos más propensos a que aparezcan.
Prevención de la aparición de varices
Existen una serie de factores de riesgo que sí podemos controlar y sobre los que podemos ejercer influencia a la hora de prevenir la aparición de las varices. Estos son los siguientes:
- Obesidad: las personas obesas tienen el doble de posibilidades de sufrir la aparición de varices que las personas que se encuentran en su peso. Esto se debe a que un mayor peso corporal hará que haya un flujo mayor de sangre a los miembros inferiores y se exija un mayor retorno al corazón. Llevar una alimentación equilibrada y mantenernos en nuestro peso ideal puede ayudarnos a prevenirlas.
- Retención de líquidos: sobre todo la que se produce por la toma de anticonceptivos. Una excesiva retención de líquidos supone un mayor volumen sanguíneo, con el consiguiente riesgo de aparición de varices. Mantenernos correctamente hidratados y consumir alimentos ricos en potasio, como el plátano, las espinacas o los champiñones, pueden ayudarnos a solucionar este problema.
- Falta de ejercicio físico: los músculos de las piernas colaboran de forma activa a facilitar el retorno de la sangre desde los miembros inferiores. Tener una musculatura del tren inferior poco tonificada puede facilitar la aparición de varices. Caminar de forma regular y otros ejercicios cotidianos como subir las escaleras nos ayudan a prevenirlas. En cuanto a deporte, la natación y el ciclismo son ideales para la prevención.
Otros pequeños gestos que podemos realizar para prevenir la aparición de varices son: no utilizar ropa ajustada (dificulta el retorno venoso), darnos pequeños masajes diarios y cuidar nuestra postura corporal, evitando pasar largos períodos de tiempo de pie sin movernos o sentados con las piernas cruzadas.
Lea
Emma
Raquel Rodríguez