No dejan de ser una cirugía mayor o menor, de modo que tienen que estar precedidas de una buena reflexión que nos ayude a evaluar los pros y los contras de nuestra decisión final y a tener atados todos los cabos. Para ayudarnos en esto, nadie mejor que los profesionales de la sanidad y de la cirugía, que se encuentran a nuestro servicio para resolver nuestras dudas y ayudarnos en todos los pasos del proceso de decisión.
Hablamos hoy de la operación de aumento de pecho, una de las más demandadas entre las mujeres de entre 20 y 30 años. Esta cirugía ha cambiado y mejorado mucho con el paso de los años, y hoy en día tenemos a nuestra disposición nuevas técnicas y materiales que hacen la intervención más segura y que ofrecen mejores resultados. ¿Qué es lo que debemos preguntarnos antes de someternos a una operación de aumento de pecho?
¿Qué tipo de implantes son los mejores?
Existen diferentes tipos de implantes que se pueden utilizar para las prótesis mamarias: hinchables, rellenos de suero fisiológico o rellenos de gel de silicona. Los más utilizados son estos últimos ya que el riesgo de fuga es mínimo y dan un resultado muy natural a la vista y al tacto.
Si hablamos de la forma de los implantes, lo más habitual es hacer uso de los conocidos como implantes anatómicos o con forma de lágrima, mientras que en los últimos años se llevaban más los redondos. También las modas cambian según va mejorando la tecnología a nuestro alcance.
¿Qué tamaño de prótesis necesito?
Otra de las preocupaciones más frecuentes es la de pasarnos o quedarnos cortas en cuanto al tamaño. En este punto es muy importante el asesoramiento del profesional de la cirugía para que nos pueda orientar.
Hay que tener en cuenta que el tamaño de los pechos debe estar en consonancia con nuestra complexión corporal y con el resto de nuestras medidas para que tenga un aspecto lo más natural posible. Siempre es mejor pecar de conservadoras para aumentarlos más tarde si nos quedamos con ganas de más.
¿Me quedará cicatriz visible?
A partir de los seis meses las cicatrices suelen ser casi invisibles: por una parte porque se hacen en lugares estratégicos donde no son visibles a primera vista y por otra, porque la piel cambia de pigmentación y la cicatriz queda difuminada. La prótesis puede colocarse bien accediendo por la zona de la areola, por el surco submamario o bien con una incisión cerca de la axila (la menos habitual): esto depende del caso concreto de cada paciente y es el médico quien debe valorarlo. Las cicatrices en la zona areolar son prácticamente invisibles.
¿Tengo que quedarme ingresada? ¿Qué anestesia se utiliza?
Se puede utilizar anestesia local o general. Habitualmente se usa anestesia general porque es una forma de tener controladas a la perfección las constantes de la paciente. La intervención suele durar alrededor de una hora y luego la mujer sube a planta.
Durante esa noche, la paciente se queda en observación en el centro donde se la ha operado y, si todo va bien, al día siguiente puede volver a su casa.
¿Cómo es el post-operatorio?
El post-operatorio tras la intervención de aumento de pecho suele ser muy sencillo, siendo necesario solamente tomar analgésicos y antiinflamatorios durante los siguientes 7 días. El mes posterior a la operación se debe llevar un sujetador especial, también para dormir, que recoja el pecho.
¿Cuándo puedo volver a mi vida normal?
Generalmente, tras una intervención de aumento de pecho se recomienda pasar al menos una semana de vida tranquila, tras la cual pueden retomarse las actividades cotidianas. En el caso del deporte es importante dejar pasar unos dos o tres meses antes de volver a trabajar esta zona, limitándonos de este modo a prácticas deportivas que no sean de alto impacto. También debemos evitar tomar el sol hasta dos meses después de la intervención, ya que los rayos solares pueden afectar a la pigmentación de la cicatriz; en todo caso, este período de tiempo depende siempre del tipo de piel de la paciente.
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