La llegada de la menopausia viene marcada por la caída en la producción de estrógenos, las hormonas femeninas por excelencia. Este descenso hormonal no solo se traduce en la retirada de la menstruación; sino que tiene repercusiones en todos los niveles de la salud y el bienestar físico y emocional. Hay que tener en cuenta que estas hormonas tienen implicaciones en la regulación de la temperatura corporal, en el mantenimiento del sistema musculoesquelético, inciden en el deseo sexual, en el estado de ánimo y ejercen un papel protector frente a las enfermedades cardiovasculares que se ve muy mermado con la falta de estrógenos.
Por eso, no es extraño que muchas mujeres se hayan resignado a sufrir las molestias de la menopausia sin tener en cuenta que la mayoría responden a tabúes sin fundamento o tienen remedio si se toman las medidas adecuadas.
Menopausia saludable
- Anticipación. El momento para pensar en la menopausia es a partir de cumplir cuarenta y pocos años. Hacer un repaso por la historia clínica propia sirve para detectar puntos a los que hay que prestar especial atención. Por ejemplo, haber sufrido diabetes gestacional eleva las posibilidades de desarrollar problemas con la glucosa más adelante. Asimismo, algunas patologías como la artritis reumatoide o el hipotiroidismo pueden agravarse en el climaterio. Invertir en prevención es ahorrar en tratamientos.
- Visita al ginecólogo. Este especialista cobra un papel fundamental para explicar los cambios que experimenta el cuerpo, las consecuencias de la caída de estrógenos y las soluciones disponibles para cada síntoma. Es vital fortalecer la relación con el médico para que la paciente se anime a consultar sus dudas sobre cualquier tema; desde el riesgo cardiovascular a las relaciones sexuales pasando por la irritabilidad y los problemas anímicos. El ginecólogo valora la prescripción de la Terapia Hormonal Sustitutiva (THS), un tratamiento que compensa la deficiencia de estrógenos y contribuye a minimizar los efectos adversos asociados al climaterio como el aumento de riesgo cardiovascular, ictus, Alzheimer y mortalidad general. También mejora el resto de síntomas asociados a la menopausia como la disminución de la libido, insomnio, sofocos, y sequedad de piel y mucosas.
- Adaptación. Lo mejor para que la menopausia no se venga encima con todos sus efectos negativos es empezar a modificar los hábitos de vida paulatinamente a partir de los 40 años (si se ha llevado una vida saludable desde siempre, mucho mejor). Ese es el momento idóneo para deshacerse del sobrepeso, optar por la dieta mediterránea, dejar de fumar, limitar el consumo de alcohol, trabajar el suelo pélvico y hacer ejercicio. De esta forma, la mujer llegará al climaterio en mejor forma y con más salud que si tiene que adoptar estos cambios de manera brusca cuando ya no queda más remedio.
- Alimentación. Es un pilar para evitar la osteoporosis (muy ligada a la carencia estrogénica), reducir el riesgo cardiovascular, mantener los niveles de glucosa en sangre a raya y lucir una piel jugosa y saludable. Seguir las recomendaciones de la dieta mediterránea, controlar las cantidades y reducir el consumo de alcohol mantiene los huesos fuertes y ayuda a conservar la figura. El especialista puede prescribir, si es necesario, suplementos de calcio, complejos vitamínicos y antioxidantes o complementos nutricionales como la onagra, el trébol rojo o la soja para combatir algunos efectos como la sudoración excesiva, los sofocos o el insomnio.
- Ejercicio. Sirve para frenar la desmineralización ósea y mantener la musculatura tonificada. Hay que optar por hacer ejercicio de cierto impacto que beneficie el sistema musculoesquelético, pero no demasiado brusco para no perjudicar el suelo pélvico, que conviene trabajar de manera específica para evitar las pérdidas de orina. Pilates es el ejercicio estrella en esta etapa de la vida, pero también están la marcha activa, el baile, el yoga…
- Cuidarse. La deficiencia de estrógenos afecta a la calidad del pelo, de la piel y de las uñas. No obstante, existen tratamientos y productos específicos para que la mujer pueda seguir estando guapa en esta etapa de la vida. Peinarse, maquillarse, vestirse… es fundamental para fomentar la autoestima y sentirse bien en el climaterio.
- Querer. En esta etapa se producen algunas alteraciones anímicas (falta de deseo sexual, problemas de atención, tristeza…) y físicas que pueden afectar a la vida sexual (sequedad vaginal, cambios en la vagina y en la vulva…). El especialista ayuda a encontrar soluciones para una sexualidad satisfactoria. De hecho, según muchos expertos, el hecho de que en esta etapa no haya posibilidad de un embarazo no deseado hace que las relaciones sexuales en el climaterio se disfruten más.
Los especialistas insisten en que la menopausia no es una enfermedad, sino una consecuencia natural de ir cumpliendo años a la que hay que adaptarse para poderla disfrutar con salud y buena parte de que esta adaptación sea exitosa recae en mantener una actitud positiva, cultivar las relaciones sociales y afectivas, cuidarse y consultar con el ginecólogo todas las dudas.
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