Cada mes, los españoles realizan más de 97.000 búsquedas en internet relacionadas con la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, según la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE). Entre ellos, mujeres y hombres que se acabarán sometiendo a liposucciones, rinoplastias, cirugías íntimas, reducciones de mamas o injertos capilares. Y aunque España es el país europeo en el que más intervenciones de cirugía plástica se realizan al año, son muchos los mitos que todavía existen en torno a esta especialidad médica.
1. La cirugía plástica es solo para mujeres
Falso. Cada año aumenta el número de hombres que, preocupados por su apariencia física, acuden a consulta en busca de tratamientos que la mejoren. Entre las principales preocupaciones del género masculino están la definición de la zona abdominal y la cintura, la reducción de los senos y el rejuvenecimiento del rostro.
2. Los implantes mamarios afectan a la lactancia y dificultan la detección del cáncer de mama
Falso. El aumento de pecho es la cirugía más demandada en España y, si se lleva a cabo por un buen profesional, no existe ningún impedimento para la lactancia ni para las pruebas diagnósticas de detección del cáncer de mama. En este caso, la prótesis utilizada debe estar colocada adecuadamente, esto es, en posición subpectoral para que no suponga ningún obstáculo en pruebas de imagen como mamografías y resonancias.
3. La liposucción adelgaza
Falso. Este procedimiento aspira la grasa localizada en distintas zonas del cuerpo (abdomen, flancos, caderas, cara interna de muslos, rodillas, papada, etc.). Por lo tanto, sirve para modelar y no para bajar de peso. Lograrlo requiere una dieta específica fijada por un profesional y la práctica de ejercicio regular. De igual modo, es un error creer que la liposucción puede acabar con la celulitis.
4. Pueden lograrse los mismos rasgos que los de otra persona
Falso. En algunos casos, se podrán conseguir resultados aproximados o rasgos parecidos, pero en la mayoría de las ocasiones, los rasgos que quedan bien en una persona quedarían mal en otra. Los rasgos no se encuentran en un “vacío”, se hallan rodeados por otros rasgos, proporciones y características de una zona del cuerpo en particular, que en conjunto dan una imagen global.
5. La blefaroplastia o cirugía de párpados quita las ojeras
Falso. La blefaroplastia se utiliza para quitar las bolsas de los párpados inferiores, que consisten mayormente en depósitos de grasa que se ven en la superficie de la piel como abultamientos o protuberancias. Debajo de estas bolsas se marca un surco profundo muchas veces pigmentado que son las ojeras. Quitando parte de la grasa, la hinchazón en la zona decrece significativamente y se consiguen muy buenos resultados. Lo que no se debe esperar de esta cirugía es que elimine la totalidad del abultamiento. Tampoco acaba con el color oscuro o la pigmentación de las ojeras.
6. La cirugía plástica requiere retoques continuos
Falso. La mayoría de los tratamientos de cirugía plástica son de por vida. Los pacientes que deciden retocarse de manera más periódica es porque sienten la necesidad de verse aún mejor.
7. Las cicatrices son siempre visibles
Falso. Si bien es cierto que, como en cualquier cirugía, las cicatrices existen, los profesionales aprovechan los pliegues, arrugas y cavidades de la piel para ocultarlas.
8. Debe evitarse una cirugía plástica en verano
Falso. En la actualidad, las temperaturas suelen ser más altas durante todo el año, de modo que ya no son un factor determinante para escoger una época u otra para este tipo de operaciones.
9. Solo mejora el aspecto exterior de las personas
Falso. Los pacientes reconocen un cambio de actitud tras un tratamiento de cirugía plástica, pues con la intervención suelen dar solución a un problema físico que les impedía sentirse bien consigo mismos. De esta manera, no solo mejoran su aspecto físico, sino también su autoestima.
10. Implica muchos riesgos
Falso. Al igual que cualquier operación, implica un riesgo. Si una cirugía plástica es realizada por un especialista serio, en un establecimiento debidamente acreditado, dotado de toda la infraestructura y equipamiento necesarios, y a un paciente al que se ha estudiado previamente, los riesgos se minimizan.
Aunque algunos crean que la cirugia plástica no es una especialidad médica por la mala praxis de personal no cualificado, lo cierto es que es una de las más amplias en el campo de la medicina. Para ejercer de manera profesional se deben superar 6 años de formación académica, 1 año de oposición y 5 de formación quirúrgica. Por este motivo, es de suma importancia que el paciente se asegure de la cualificación del cirujano antes de cualquier intervención.
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