Si llevas tiempo haciéndote la cera o pasándote la depiladora y quieres una solución a largo plazo, no te lo pienses: la fotodepilación es todo lo que necesitas.
¿Qué es la fotodepilación?
La fotodepilación engloba todas las tecnologías para la eliminación del vello que utilizan un haz de luz. Este tipo de tratamientos nos permiten olvidarnos de la depilación por un período largo de tiempo, ya que si bien ninguna de ellas llega a ser definitiva, sí retrasan la aparición del vello.
Existen dos tipos de fotodepilación a los que podemos someternos: por un lado encontramos la fotodepilación realizada con láser, y por otro la fotodepilación con luz pulsada. En ambas el proceso de eliminación del vello es el mismo: la fototermólisis selectiva. Este proceso hace que la energía del láser o de la luz pulsada sea captada por la melanina del folículo, se convierta en calor y queme la matriz germinativa del pelo, que no vuelve a brotar.
¿Te has decidido a eliminar tu vello corporal mediante la fotodepilación pero no sabes cuál de los métodos elegir? Te explicamos en qué se diferencian para que puedas elegir cuál es el más adecuado para ti.
Los diferentes tipos de fotodepilación
La fotodepilación con láser es la técnica que se lleva utilizando más tiempo para este fin. Es mucho más precisa que la luz pulsada ya que utiliza un haz de luz monocromático que es más sencillo de absorber por la melanina. El problema del láser es que no se adapta correctamente a los distintos tipos de piel y de vello: si nuestra piel es muy oscura, o si nuestro vello es canoso o muy fino y claro, la depilación con láser no es la mejor opción.
La fotodepilación con luz pulsada es una técnica más reciente: nació en 1994 y fue aprobada por la FDA (Food and Drug Administration) en 1997. La luz pulsada utiliza un haz de luz policromático que se mueve en todas direcciones. Es más propensa a causar irritación o leves quemaduras, pero es apta para todo tipo de pieles y vellos.
Actualmente podemos encontrar otro método de depilación que combina las ventajas de las dos técnicas citadas con otra nueva: la fotodepilación con luz pulsada intensa junto con radiofrecuencia, creado en 2004. Se puede aplicar a cualquier tipo de piel y de vello y, como necesita una luz menos intensa, resuelve los problemas de rojeces o quemaduras que pueden producir los anteriores métodos.
Atendiendo a nuestro tipo de piel, vello, y también a nuestro presupuesto, podemos elegir entre un método u otro. Lo más adecuado es dejarnos aconsejar por el servicio médico para que nos indiquen cuál es la técnica más adecuada para nosotros.
Eva Fernandez Alonso