No solemos prestar a nuestra salud bucal la atención que merece. Es habitual pensar que los problemas o enfermedades odontológicos son menores que otro tipo de trastornos o patologÃas, quizás por lo sencillo que resulta normalmente suplir la falta de piezas dentales o porque las molestias que puede causarnos la visita al dentista no son lo suficientemente graves. Sin embargo, olvidamos que el cuerpo humano es un todo relacionado, un engranaje perfecto en el que el fallo de una pieza puede provocar distorsiones en otro punto del sistema.
AsÃ, la salud bucal está directamente ligada a nuestro estado general, y una mala higiene bucal, por ejemplo, puede traer consecuencias mucho más serias que las producidas únicamente por las enfermedades odontológicas. Si cuidamos esa pequeña parte del cuerpo, estamos cuidando el todo.
Riesgos asociados a una deficiente higiene bucal
Diversos estudios han mostrado que la mala higiene bucal está relacionada con enfermedades como la diabetes y los accidentes vasculares y cardÃacos, pues las bacterias acumuladas en la cavidad oral pueden provocar enfermedades en las encÃas y alojarse en otras partes del cuerpo, predisponiendo, a medio y largo plazo, a gran cantidad de trastornos.
El estado de nuestra boca también se asocia con la aparición de problemas neurológicos como la demencia. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California y publicado en 2012 en la Journal of the American Geriatrics Society arrojó que las personas que no se cepillan los dientes diariamente tienen un 65% más de probabilidades de desarrollar enfermedades mentales. La investigación fue llevada a cabo durante 18 años en Estados Unidos y en ella participaron 5.468 adultos mayores.
Según la experta Annlia Paganini-Hill, que dirigió el estudio, aunque investigaciones anteriores ya habÃan revelado que las personas con Alzheimer tienen una mayor concentración de gérmenes provenientes de la boca que una persona sin el mal, en esta ocasión se comprobó que las bacterias anidadas en la cavidad bucal por la mala higiene pueden alcanzar el cerebro y causar inflamaciones y daños significativos.
Quizás todavÃa no sea demasiado tarde y podamos eliminar otro factor de riesgo para padecer demencia o Alzheimer si prestamos a nuestra salud bucal la atención que merece. Una buena higiene no solo ayuda a tener una boca saludable y una sonrisa agradable, sino que puede contribuir a alejar diversas enfermedades que pueden ser fatales. Por ello es necesario acudir regularmente al dentista.
El papel del odontólogo en la detección precoz de la demencia
Por otro lado y relacionado con este tema, los odontólogos pueden jugar un papel de gran importancia en la detección precoz de la demencia. Las personas con esta patologÃa con frecuencia tienen dificultades para mantener su higiene oral debido a la pérdida de sus habilidades cognitivas que causa discapacidad y dependencia, algo que el dentista puede identificar en las revisiones periódicas como una señal de alarma que requiera la derivación a un especialista.
Asà lo asegura la British Dental Health Foundation en un artÃculo publicado en 2015 en la revista Dentistry Today, en la que señala que los dentistas pueden contribuir a detectar los primeros signos de demencia a través de la vigilancia del deterioro en la salud oral y ayudar asà a las personas a ser diagnosticadas más rápido.
Debido a que los individuos con demencia pueden no ser capaces de comunicar cómo se sienten, los profesionales deben ser entrenados para reconocer las señales que indiquen un verdadero problema neurológico y tratar de que las personas con demencia mantengan una buena calidad de la salud oral y reduzcan sus molestias.
La boca es una ventana de nuestro estado de salud general y el odontólogo, un colaborador activo de promoción de la salud y detección precoz de enfermedades, erigiéndose en un aliado esencial para otros profesionales de la salud.
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