Salud

¿Cómo funciona un desfibrilador?

Aprende todo lo relacionado con el desfibrilador, un dispositivo usado en urgencias cardíacas capaz de salvar vidas.

Un desfibrilador puede salvar la vida de una persona que esté sufriendo un paro cardíaco. Podemos ver este dispositivo acompañando a las técnicas de RCP (Reanimación Cardiopulmonar) realizadas por el personal médico especializado, ya sea en urgencias reales o en demostraciones que enseñan el uso del desfibrilador.

El desfibrilador es un dispositivo usado para tratar desde una parada cardíaca secundaria hasta una arritmia muy grave llamada fibrilación ventricular. Este aparato portátil puede ser trasladado hasta el lugar donde se encuentra la víctima para facilitar su atención. Aunque puede ser usado por cualquier persona, según la legislación vigente en España, es necesario realizar un curso de formación de 6 a 8 horas y que debe ser impartido por un ente acreditado por la Consejería de Sanidad de cada comunidad autónoma.

¿Cómo funciona un desfibrilador?

Cuando el corazón del paciente deja de latir, el desfibrilador administra una descarga eléctrica a través de la pared torácica que es capaz de restablecer el ritmo cardíaco normal de la víctima. El desfibrilador cuenta con unos sensores que analizan el ritmo cardíaco del paciente. De acuerdo a este resultado, el mismo dispositivo recomienda y determina si la desfibrilación debe ser aplicada o no y la intensidad de la descarga.

¿Cuáles son los pasos a seguir cuando se usa un desfibrilador?

En España, la Cadena de Supervivencia resume los pasos que se deben seguir cuando se auxilia a una persona que presenta una parada cardiorrespiratoria:

1. Identificación de la parada cardiorrespiratoria, llamar a los servicios de emergencias (112) y ubicar el desfibrilador más cercano

2. Iniciar la reanimación cardiopulmonar (RCP) (30 compresiones – 2 ventilaciones)

3. Coger el desfibrilador, colocar los parches y seguir las instrucciones del dispositivo

3. Esperar a los servicios de urgencias

cómo funciona un desfibrilador

En lo que se refiere al uso del desfibrilador, en caso de presentarse una urgencia y tenemos acceso a uno, debemos:

1. Encenderlo

2. Colocar los parches o electrodos: para hacerlo, es necesario poner atención al esquema que tiene el dispositivo, donde se señala cuáles son los lugares donde deben colocarse los electrodos. Uno debe colocarse debajo de la clavícula derecha y el otro en el lado izquierdo del pecho, entre 5 y 10 centímetros debajo de la axila. Hay algunos dispositivos que incluyen un kit de afeitado de urgencia, que debe usarse en los casos en que la víctima tenga gran cantidad de vello y esto impida la correcta sujeción de los parches.

3. Cuando el paciente está preparado para recibir la descarga, el desfibrilador analizará la actividad eléctrica del miocardio para así decidir si es conveniente realizar la descarga o no. Mientras esto sucede, no se debe tocar a la víctima para no entorpecer el diagnóstico del dispositivo. Si el desfibrilador es automático, administrará la descarga eléctrica después de una señal.

¿Cuántos tipos de desfibriladores existen?

Hay varios tipos de desfibriladores:

Desfibrilador interno o Desfibrilador Automático Implantable (DAI)

Son aquellos dispositivos que se implantan en una persona con problemas cardíacos de la misma forma que se implanta un marcapasos. Este dispositivo puede detectar y tratar arritmias cardíacas con una descarga eléctrica que restablece el ritmo normal del corazón. También es implantado en personas que sufren taquicardias, bradicardias y latidos descontrolados.

Desfibrilador Externo Automático (DEA) y  Desfibrilador Externo Semi-automático (DESA)

En estos dispositivos, existen tres tipos:

Manual: este dispositivo tiene un funcionamiento complicado. Por esta razón, es usado por personal cualificado. En Europa, su uso está condicionado al personal sanitario entrenado.

Automático: son los que aplican la descarga eléctrica automática tras una señal sonora. Si la persona que auxilia al paciente no conoce esta información, puede correr peligro. Por esta razón, los desfibriladores automáticos han caído en desuso.

Semi-automáticos: estos dispositivos son los de uso público. Después de analizar el ritmo cardíaco del paciente, recomiendan o no aplicar la descarga eléctrica. Permite realizar varias descargas alternando con el masaje cardíaco.