Esta cifra apenas ha variado en los últimos años: hasta 2008 se registró un incremento de la prevalencia del consumo en nuestro país y desde entonces se ha estancado, con ligeros descensos ocasionales.
Estos datos demuestran que el consumo de cocaína no es un fenómeno aislado ni marginal en la sociedad actual, sino que se trata de un importante problema de salud que asola Europa. Tanto es así que cada vez más personas buscan ayuda médica profesional para abandonar esta conducta adictiva. Los últimos datos oficiales al respecto, que provienen del Informe Europeo sobre Drogas, muestran que cada año cerca de 60.000 pacientes europeos inician un tratamiento especializado para superar esta adicción.
¿Cuáles son los efectos de la cocaína en el organismo?
La cocaína hace que quien la consume se sienta eufórico, con mucha energía y en situación de alerta permanente, ya que disminuye la necesidad de dormir. Conforme aumentan las dosis consumidas pueden aparecer otros síntomas, como comportamientos erráticos o agresivos, e irritabilidad, que se agudizan durante el síndrome de abstinencia, esto es, durante los periodos en los que no se toma esta sustancia.
Asimismo, la cocaína causa importantes problemas de salud:
– Alteraciones del ritmo cardiaco e incremento del riesgo de infarto.
– Accidentes cerebrovasculares o ictus.
– Hemorragias y perforación nasal, y pérdida de olfato.
– Daño pulmonar permanente.
– Úlceras digestivas, perforación de estómago y necrosis intestinal.
– Insuficiencia renal.
– Infecciones graves, como la hepatitis o el VIH, cuando se consume por vía intravenosa.
¿Cómo se puede tratar la adicción a la cocaína?
Superar la adicción a la cocaína no es fácil, pero sí es posible si el proceso de desintoxicación se lleva a cabo bajo el control y la supervisión de un equipo multidisciplinar de especialistas en este campo. Es muy importante acudir a centros especializados en los que puedan hacer una valoración precisa de nuestra situación y diseñen un tratamiento individualizado capaz de evitar las recaídas, ya que la fase de abstinencia es especialmente dura.
Tras una exhaustiva valoración física y psicológica, los especialistas determinarán cuál es el tratamiento psicológico, individual, de grupo o combinado, que puede ayudarnos a superar el problema. Entre estos tratamientos se encuentran las terapias cognitivo-conductuales, técnicas de relajación y de control emocional, y otras terapias que pueden incluir la participación de familiares u otras personas de apoyo.
Asimismo, el tratamiento psicológico puede combinarse con el farmacológico para el control de síntomas. Si bien no existe ningún medicamento capaz de ‘curar’ la adicción a la cocaína, algunos fármacos pueden ayudar a controlar el estrés y la ansiedad durante el periodo de abstinencia y el proceso de desintoxicación. Serán los especialistas médicos quienes determinen el tipo de ayuda que necesitamos.
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