Alimentos, Nutrición

¿Cómo ha cambiado a través de los años la pirámide nutricional?

La pirámide nutricional es la forma que tienen los organismos oficiales de realizar recomendaciones nutricionales para la población general.

Esta es una manera muy gráfica de recordarnos qué tipo de alimentos no pueden faltar en nuestro consumo diario, cuáles debemos restringir y cuáles debemos evitar.

Sin embargo, estas pirámides han cambiado a lo largo de los años: las investigaciones en el campo de la salud y también en el de la alimentación y la disponibilidad de unos productos determinados en un momento concreto han jugado un papel importante en los diferentes cambios que se han ido introduciendo. ¿Conoces las diferentes pirámides nutricionales?

Su origen: los alimentos básicos de los suecos

En la década de 1970 la administración sueca creó una serie de recomendaciones para la alimentación de la población en forma de pirámide, pero basadas en el poder adquisitivo de las personas más que en su calidad nutricional. Así, en la base de esta «pirámide primigenia» se encontraban la leche, la margarina, los cereales, el pan y las patatas: alimentos baratos a los que todo el mundo tenía acceso. Un escalón por encima estaban las frutas, verduras y legumbres; y en la cúspide de la pirámide se encontraban los productos más caros, como la carne, el pescado y los huevos.

La pirámide de Estados Unidos en los 90 y en la actualidad

No fue hasta 1992 cuando el gobierno de los Estados Unidos de América decidió realizar recomendaciones alimentarias a la población, y para ello creó la pirámide nutricional que todos conocemos. Es muy semejante a la que se utilizaba en Suecia en los años 70, con los cereales en la base, las frutas y verduras un escalón más arriba, la carne, el pescado, los huevos y los lácteos en el tercer escalón, y ocupando la cúspide las grasas y azúcares añadidos, destinados a un consumo ocasional.

Desde entonces, Estados Unidos ha intentado renovarse en el diseño de su pirámide nutricional. En 2005 lo intentó con la poco exitosa My Pyramid en un primer intento por colocar todos los grupos alimentarios al mismo nivel, pero recomendando un consumo mayor de algunos de ellos, como los cereales y las verduras. Sin embargo, esta pirámide no llegó a buen puerto, al ser poco clara.

En 2011, de la mano de la primera dama estadounidense Michelle Obama, llegó la opción actual: My Plate. Los americanos desterraron de una vez por todas la pirámide para pasar a un formato plano: un plato con diferentes espacios para cada uno de los grupos alimentarios. Se eliminan así las recomendaciones de consumo semanal para pasar a las sugerencias de consumo por comida: el espacio ocupado por verduras y cereales es el mismo, y se incluyen las frutas con un espacio propio, además de que la proteína cobra más protagonismo y se recomienda un postre lácteo y acompañar la bebida con agua. Una opción muy visual, pero quizás demasiado simplificada.

La nueva pirámide nutricional de la SENC en 2015

La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria acaba de presentar hace unos días su nueva pirámide nutricional en la que se incluyen nuevos valores en su base relacionados con la actividad física y la cocina. Esta pirámide, que recomienda la práctica de actividad física durante 60 minutos al día y cocinar con técnicas saludables, se parece a la propuesta por el departamento de salud pública de Harvard hace unos años.

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Se insiste en colocar los cereales como base de la pirámide nutricional, recomendando encarecidamente que sean integrales, con las frutas y verduras sobre ellos, y los alimentos de origen animal en un escalafón superior. Tampoco faltan los dulces y los embutidos en la cúspide, ni las bebidas alcohólicas como consumo ocasional y responsable. Básicamente se siguen manteniendo las recomendaciones de la dieta mediterránea, incluyendo las nuevas sugerencias de estilo de vida.