El beta-caroteno no solo es precursor de la vitamina A, sino que, a juzgar por diversos estudios epidemiológicos, parece ofrecer protección frente a ciertas enfermedades degenerativas relacionadas con la edad, como algunos tipos de cáncer, diabetes tipo 2 y enfermedades coronarias.
Este hallazgo, que fue publicado en la revista especializada Plant Biotechnology Journal, no solo mejorará los beneficios en nuestro organismo de las naranjas, sino que permitirá producirlas de forma más eficiente: los investigadores han logrado acelerar el periodo de floración de los naranjos a apenas 4 meses, es decir, menos de la mitad del tiempo habitual en condiciones de laboratorio.
Hemos de recordar que, solo en España, las naranjas representaron prácticamente el 50% de la producción de cítricos en 2011, y a nivel global constituye uno de los cultivos frutales más importantes del mundo.
Comida dorada
Para conseguir estas naranjas más ricas en nutrientes y más rápidas de obtener se bloqueó la expresión de un gen endógeno que codifica una enzima, la beta-caroteno oxidasa, en las plantas de naranja dulce (Citrus sinensis), involucrada en la conversión de betacaroteno a xantofilas, responsables del color anaranjado a las naranjas.
Así pues, a diferencia de las naranjas que conocemos, estas naranjas modificadas genéticamente presentan un color amarillo intenso, como ya sucede con otro alimento que contiene artificialmente mayor concentración de vitamina A: el arroz dorado. Una variedad de arroz (Oryza sativa), también producida a través de ingeniería genética, que produce más betacaroteno.
Al igual que ocurre con el arroz dorado, esta naranja dorada continuará esperando su oportunidad para ser comercializada. Hasta que cambie la mentalidad acerca de la seguridad de los productos transgénicos.
Los beneficios del betacaroteno
Las fuentes de betacaroteno son la zanahoria, la calabaza, la batata o camote, el melón, el calabacín, el pomelo o toronja, el albaricoque o albérchigo, el brécol o brócoli; cuanto más intenso es el color de la fruta u hortaliza, mayor es el contenido de betacaroteno.
La vitamina A es indispensable durante el embarazo para prevenir la morbilidad, la mortalidad y la ceguera nocturna. También ayuda a la formación y mantenimiento de dientes sanos y de tejidos blandos y óseos, de las membranas mucosas y de la piel. Bastan 85 gramos de vitamina A para tenernos en marcha durante toda la vida, pero en muchos países en vías de desarrollo no hay un acceso fácil a alimentos que contengan dicha vitamina.
Afortunadamente, las reticencias hacia estos alimentos modificados genéticamente parece que van dismuyendo. Además, los cultivos modificados con fines humanitarios tienen ahora el respaldo de la Fundación Bill y Melinda Gates, que está promoviendo nuevos experimentos y luchando para que los gobiernos permitan su uso en los países pobres.
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