Las latas de conserva puede ser uno de los productos de alimentación salvavidas para el día a día. ¿Las razones? Son comida ya preparada y bien conservada, en raciones pequeñas que nos ayudan a preparar un plato de comida equilibrado o salvar un picoteo con mucha rapidez. Dado el estilo de vida ajetreado que la mayoría llevamos, parece natural recurrir a este tipo de alimentos para facilitarnos la vida. Si son de calidad, es mejor apostar por ellos que renunciar a alimentos como las legumbres o los pescados azules, que son importantes para nuestra dieta.
Los alimentos en conserva, especialmente si son legumbres, verduras o pescados y mariscos, pueden ayudarnos a mantener una dieta más saludable y equilibrada. Eligiendo conservas de alta calidad, que no tengan azúcares o sala añadidas, y que estén conservadas al natural o con aceites de oliva o girasol buenos pueden ser un aliado para una alimentación saludable y variada. Un buen ejemplo de ello son las conservas de pescado. ¿Quién es capaz de rechazar unos berberechos al natural o unos mejillones? Cuando adquirir estos productos es caro y complicado, y no sabemos bien cómo prepararlo, recurrir a su versión en conserva nos puede ayudar a incorporar ácidos grasos omega 3 y 6, así como proteína de alta calidad de manera fácil, sana y deliciosa.
Del mismo modo, una lata de atún en conserva al natural puede ser el complemento ideal para consumir una de las raciones de pescado que se recomienda comer a la semana (recuerda que son entre 3 y 5) de manera fácil y sin aceites añadidos. Puedes ponerla en una ensalada, crear el relleno de unos huevos o un sandwich y así no renunciar al consumo de estos ricos pescados.
También nos puede facilitar mucho la elaboración de una dieta sana y equilibrada el uso de conservas vegetales. Emplear una conserva de acelgas o espinacas para una de tus recetas puede suponer la diferencia entre incorporar verdura o no a tu plato. Vencer la pereza de preparar esas verduras frescas, limpiarlas y lavarlas a veces es difícil, sobre todo porque es necesario emplear un tiempo que no tenemos. Siempre será mejor consumir tu ración de verduras o pescado en lata (siempre que sea una conserva de calidad) que renunciar a ella y optar por precocinados o dejarlos directamente de lado.
Las legumbres ya cocidas: un salvavidas para cualquier plato
Consumir legumbres es uno de los pilares de la dieta mediterránea. Aportan mucha fibra, tienen un bajo índice glucémico, aportan proteínas y son deliciosas. Combinadas con verduras o carnes magras pueden ser uno de los alimentos más saludables y equilibrados que llevarnos a la boca. Pero su preparación es la gran enemiga de su consumo. Cuando queremos hacer un guiso o plato de legumbres, debemos primero, ponerlas en remojo unas cuantas horas, en muchos casos llegando a las 24 horas, para después cocinarlas durantes horas en una olla normal si no poseemos una olla exprés. Si tenemos pensado preparar una ensalada de legumbres o un guiso y olvidamos ponerlas a remojo, ese plato queda automáticamente descartado y, una vez más, renunciamos a su consumo por otra receta que podría no ser tan nutritiva. Aquí es donde entran en juego las latas de legumbres en conserva, ya precocinadas, y prácticamente listas para consumir.
Por ejemplo, con un bote de garbanzos en conserva podemos preparar un delicioso hummus que puede ser un snack muy saludables si lo acompañamos con crudités. Con unas lentejas, podemos preparar una ensalada fría acompañada de pimiento rojo, cebolla, y aguacate. Para emplear este tipo de latas o botes de conserva, solo tenemos que lavar bien las legumbres para eliminar los restos del líquido que las acompaña y reducir así el aporte de sodio del plato. Después las podemos cocinar en caliente o en frío con los ingredientes que más nos gusten. Es mejor consumir legumbres en conserva que no consumirlas en absoluto, ya que son uno de los alimentos más saludables que hay.
Elegir la conserva adecuada
Como ya hemos explicado anteriormente, para que consumir conservas sea saludable, debemos fijarnos en ciertos aspectos de la misma:
- Que no tengan azúcar o sal añadida
- Elegirlas siempre que sea posible al natural
- Si optamos por la opción en aceite, que sea un aceite de calidad, preferiblemente de oliva virgen extra
- Buscar las latas que conserven bien su forma, es decir, que no estén hinchadas ni abolladas, pues esto puede poner en peligro la salubridad del alimento que está en el interior.
- Vigilar la fecha de caducidad. Son un aliado para tener siempre en la despensa, pero es mejor no olvidarlos. Una conserva al natural puede aguantar alrededor de 4 años en buen estado, si está en aceite, puede llegar a los 6 años. Coloca siempre los alimentos en lata de conserva más antiguos al alcance de tu mano, así no te olvidarás de ellos.
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