¿Quieres convertir tus platos en recetas más saludables pero con todo el sabor? ¡Entonces tienes que descubrir el wok! El wok es una enorme sartén con dos asas que se lleva utilizando mucho tiempo en la cocina oriental. Tradicionalmente el wok estaba fabricado con hierro, aunque los más modernos se realizan en acero inoxidable con tratamientos antiadherentes. Es un instrumento perfecto para tener a mano en la cocina, ya que nos permite cocinar verduras, legumbres, carnes y pescados muy sanos y sabrosos. ¿Conoces esta técnica de cocina?
¿Cómo funciona el wok?
Si es como una sartén, ¿por qué es tan sano? Muy sencillo: todo parte de la forma característica que tiene el wok. Su cuerpo tiene forma cóncava, como si fuera un embudo: es mucho más estrecha en su base (del tamaño de una sartén mediana, más o menos) y sus paredes se van ensanchando hasta formar una gran circunferencia. De esta forma el calor se distribuye de manera uniforme por toda la superficies y permite cocinar los alimentos de forma muy rápida y conservando sus propiedades nutricionales.
Al estar fabricados en acero inoxidable en lugar de hierro, los woks actuales son más ligeros y fáciles de manejar. Esto es importante, ya que una de las características de este tipo de cocción al wok es que debemos asir esta característica sartén por una o las dos asas y moverla para mezclar los ingredientes en su interior. Podemos hacerlo con ambas manos, cogiendo un asa con cada una de ellas, o solo con una mano mientras añadimos ingredientes o mezclamos más suavemente con la otra.
La cocina al wok requiere mucho calor (debemos asegurarnos de que el wok está muy caliente antes de añadir los ingredientes) y muy poco aceite: basta con añadir unas gotas y extenderlas por la superficie interior del wok para asegurarnos de que los alimentos no se peguen.
¿Cómo se cocina al wok?
Puesto que pertenece a la tradición oriental, los ingredientes más comunes para utilizar en el wok son las verduras que cocidas con esta técnica quedan crujientes (casi al dente) y con un bonito color y mucho sabor. Antes de comenzar a cocinar debemos lavar las verduras a conciencia y cortarlas a nuestro gusto: si es posible, las cortaremos todas de la misma manera (en juliana o en bastoncitos, por ejemplo) para que el tiempo de cocción sea uniforme.
Una cosa muy a tener en cuenta en la cocina al wok es que es un tipo de cocción muy rápido, por lo que debemos respetar el orden de los alimentos. Si vamos a preparar algún tipo de carne, como una pechuga de pollo cortada en dados, introduciremos primero esta para luego ir añadiendo las verduras y las especias, que requieren un tiempo de preparación menor.
Las especias son muy útiles en la cocina con wok, aportando una gran variedad de sabores a todos nuestros platos. Podemos incluirlas mientras estamos cocinando, o bien al final.
Otros usos del wok
Además de la forma más tradicional de cocinar al wok (salteando los ingredientes con el movimiento de las asas), también podemos utilizar esta versátil sartén para preparar verduras a la brasa (necesitaremos un accesorio con forma de parrilla), para cocinar al vapor (con una tapa adecuada) o como un gran cazo en el que preparar sopas.
Lo más importante a la hora de mantener nuestro wok en perfecto estado es que nunca lo debemos lavar con jabón (es suficiente lavarlo con agua) y siempre debemos guardarlo impregnado con una fina capa de aceite. Así conseguiremos que nuestro wok nos dure muchos años.
La cocina al wok nos permite elaborar platos sabrosos y sanos en muy poco tiempo: desde recetas tradicionales hasta los platos más exóticos. Es un accesorio perfecto si queremos pasarnos a una cocina más saludable.
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