Deporte

Trucos para practicar escalada y no morir en el intento

La escalada no solo exige una excelente forma física, también aprender a controlar la respiración para mantener la calma en todo momento. Este solo es uno de los trucos para retarse ante una vertical.

A lo largo de la historia, el ser humano ha tratado de desafiar la gravedad de múltiples maneras. En el ámbito deportivo, la escalada ha sido una de las disciplinas solo aptas para aquellas personas con espíritu aventurero, que no tienen miedo a valerse de sus propios medios para despegar el cuerpo del suelo.

También podríamos estar hablando de uno de los deportes más completos que hay y que aporta múltiples beneficios. A diferencia de otras disciplinas, la técnica que se aprende para subir una pared, deja de funcionar para subir cualquier otra. No pasa lo mismo cuando se trata de correr, de nadar o de pedalear. Por eso, además de una excelente forma física que se va trabajando poco a poco, también exige planificación y aprender de qué manera adaptarse ante las circunstancias que se presentan.

Empezar a escalar desde cero

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Ante todo, has de saber que hay varios tipos de escalada. Las más básicas se resumen de la siguiente manera:

  • Boulder: son rocas de poca altura (por debajo de 5 metros) en donde se escala sin cuerdas. Son excelentes para empezar a escalar, ya que su altura permite poder saltar al suelo cuando sea necesario. De ahí que se practique sin cuerdas. Estas rocas pueden ser naturales o artificiales en caso de que estén en rocódromos.
  • En rocódromo: son los sitios más recomendados para aprender a escalar desde cero. En ella encontrarás paredes con presas (agarres artificiales) y rocas.
  • Escalada en montaña: la que se ve tradicionalmente en un entorno natural. Normalmente, los escaladores ya tienen fichados los parajes naturales y las paredes de las montañas por niveles.

Si después de hacer tus pinitos en el boulder (rocas en las playas o a pie de la montaña), quieres aprender un poco más, lo recomendable es irse a un rocódromo para practicar de la mano de instructores. En ellos, suelen hacer salidas a la naturaleza para escalar en un entorno natural, que aporta mayor satisfacción que hacerlo en uno preparado. Además, en esas circunstancias podrás aprender a usar el material cuya importancia es máxima en la práctica de este deporte.

Materiales necesarios para practicar escalada

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La escalada requiere de un equipamiento básico que consta de un casco para proteger la cabeza de golpes y desprendimientos (sobre todo si se va a practicar en la naturaleza); de un arnés, como medida de protección cuando se va a subir a cierta altura; una bolsa de magnesio para eliminar el sudor de las manos y tener mejor agarre. Por último, los famosos pies de gato, que como ocurre en cualquier otro deporte, se trata del material más necesario para empezar a escalar.

Estas últimas son las zapatillas de los escaladores que, a diferencia de zapatillas de otras disciplinas, proporciona mayor adherencia y flexibilidad a la hora de desafiar una vertical.

¿Qué pasa con las cuerdas, cintas, Grigri y demás? Pues que estos materiales son los más caros. Al principio, puedes optar por que alguien te los preste o simplemente alquilarlos hasta que te hagas poco a poco con tu propio material una vez la escalada forme parte de tu lista de hobbies.

Trucos para iniciarse en la escalada

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La escalada es un deporte muy completo en el sentido más amplio de la palabra. Además de tratar de mantener la motivación viva, el entrenamiento a nivel mental es fundamental para progresar en esta disciplina, en la que es habitual sentir miedo o incluso ponerse nervioso en determinadas circunstancias.

A nivel mental

Todos los deportes que se practican en un entorno natural tienen un componente que el practicante no puede olvidar: la incertidumbre. Esto quiere decir que las condiciones que se están dando en un momento determinado pueden cambiar al siguiente minuto, y eso requiere de una gran capacidad de adaptación al medio.

Tener esta idea presente te ayudará a tomar una actitud relajada durante la práctica, además de mantener la cabeza fría cuando te sientes bloqueado y no sabes cómo continuar.

Para controlar el estado mental entra en juego la respiración. Aprender a respirar de forma consciente y pausada, a que parte de tu atención esté centrada en ella, como una manera de huir de los pensamientos negativos que llegan ante cualquier dificultad.

A nivel físico

A nivel físico, hay quien piensa que escalar es una cuestión de tener mucha fuerza, sobre todo en el tronco, dado que los escaladores son capaces de mantener e incluso colgarse durante mucho tiempo de las paredes.

Pues bien, si bien es cierto que estos practicantes han desarrollado mucho su fuerza, en la escalada es primordial la posición del cuerpo, sobre todo, para avanzar y para no cansarse mientras se piensa en el siguiente movimiento.

En lugar de adquirir una postura comprimida, muy normal entre los principiantes, trata de que el cuerpo se mantenga expandido, sobre todo los brazos estirados para que permitan descansar mientras te mantienes agarrado. Piensa de dónde va a salir la fuerza antes de realizar el movimiento, y es que en la escalada no se sube por fuerza pura, sino que se trata de ser eficiente.

Y por último, y no menos importante, el mejor consejo y truco para progresar en la escalada está en practicar y el buen tiempo es el mejor momento para ello. No es ningún secreto que mejorarás en cualquier actividad cuantas más horas le eches, y en la escalada no podía ser menos. La escalada (¿experiencia?) siempre es un grado. Siempre y cuando se practique de forma segura, acompañado de personas con más experiencia acumulada, no cabe duda de que podrás decir que haces escalada sin morir en el intento.