Si has tomado la determinación de comenzar con una rutina de deporte que te ayude a cuidar de la salud de tu cuerpo, es fundamental que aprendas a practicar ejercicio correctamente y a solucionar o evitar pequeñas dolencias que pueden aparecer. Un ejemplo de ello es el flato, ese dolor abdominal transitorio y agudo que aparece especialmente cuando corremos y que imposibilita el correcto desarrollo de la carrera. Este dolor está profundamente asociado al deporte cardiovascular en el que se produce una gran oscilación del cuerpo.
Flato: ¿por qué aparece?
El flato es un dolor que aparece en la zona del diafragma y en los costados. Aunque no hay estudios que afirmen a ciencia cierta qué lo provoca, una de las causas que suenan con más fuerza es que el flato aparece tras la fricción continuada y posterior irritación del peritoneo, que es la membrana que recubre el interior de las cavidad abdominal.
Este dolor varía según la intensidad del deporte practicado y también se puede ver agravado por algunos factores externos como la alimentación. Consumir bebidas energizantes, es decir, bebidas hipertónicas, o realizar comidas copiosas justo antes de practicar ejercicio pueden fomentar la aparición de flato durante el deporte. En su lugar, se recomienda optar por una pieza de fruta que se digiere con rapidez y facilidad, a la vez que nos proporciona energía. Llevar un ritmo demasiado intenso para su condición física o no respirar con propiedad también pueden desencadenar un episodio de flato que provocará dolor y frustración para el deportista.
Tengo flato, ¿que puedo hacer?
Durante la aparición de este flato o dolor abdominal transitorio, se recomienda ralentizar el ritmo o incluso parar hasta que ese dolor cese. Por ejemplo, si ocurre mientras corremos, lo ideal será bajar el ritmo si el dolor es leve, de manera que podamos caminar un rato hasta que pare o, si es un dolor muy agudo, parar por completo. Esta molestia suele estar localizada en una zona del abdomen, por lo que puedes presionar ligeramente y realizar estiramientos suaves de un lado a otro hasta que se acabe el dolor.
Llevar una respiración bien acompasada mientras se practica deporte ayuda a evitar la aparición de esta dolencia, por lo que una buena medida para saber si el ritmo es el correcto es comprobar que puedes respirar de manera constante y profunda sin retener el aire dentro.
¿Lo puedo evitar?
El flato suele aparecer con menos frecuencia a medida que nos acostumbramos a practicar dicho ejercicio o deporte, por lo que la constancia y la una correcta progresión en el esfuerzo empleado pueden ser claves para olvidarnos de él para siempre.
Una buena manera es fortaleciendo toda la zona y trabajando en nuestra resistencia cardiovascular poco a poco. Si eres novato en el deporte, te recomendamos que comiences con estos 7 ejercicios básicos para coger forma física antes de aumentar la intensidad de tu entrenamiento.
Evita practicar deporte durante las dos horas siguientes a una de las principales comidas del día, así la digestión se hará con normalidad. Además, debes eliminar de tu dieta las bebidas hipertónicas, asociadas a la aparición de flato. En su lugar, consume con moderación las bebidas isotónicas o simplemente agua para mantener unos niveles de hidratación adecuados. De esta manera, los problemas de flato desaparecerán de tu rutina de una vez por todas.
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