El HIIT (High Intensity Interval Training) o el entrenamiento de intervalos de alta intensidad es una de las prácticas que más fuerza ha ganado entre los deportistas durante los últimos años, y con razón. Los entrenamientos de intervalo permiten condensar lo mejor de un entrenamiento moderado continuado en unos pocos minutos al día, por lo que requieren mucha menos dedicación. Esto significa que la inversión de tiempo es menor, consiguiendo unos magníficos resultados.
Esta atractiva premisa es la que ha llevado a mucha gente con poco tiempo y ganas de cuidarse a decantarse por esta opción en sus entrenamientos.
Pero el entrenamiento interválico no solo permite perder grasa, también ayuda a mejorar diferentes aspectos como acelerar el metabolismo y mejorar el VO2 máximo, es decir, mejorar el consumo máximo de oxígeno que emplean los músculos al moverse.
Además, el HIIT mejora la adaptación del músculo esquelético, por lo que las mitocondrias aumentan su tamaño y el metabolismo elige como combustible para este esfuerzo la grasa. Se dice incluso que los entrenamientos de intervalos permiten seguir quemando grasas durante varias horas después de la finalización del mismo. Por lo tanto, este entrenamiento es perfecto para aquellos que quieran ver resultados a pesar de tener poco tiempo para entrenar.
Dada su naturaleza, el entrenamiento de alta intensidad e intervalos ayuda a mejorar tu capacidad cardiorrespiratoria, por lo que puede ayudarte a mejorar el rendimiento en otros deportes que practiques, por ejemplo el running, el ciclismo o la natación.
¿Qué necesito para realizar un entrenamiento de intervalos?
Los entrenamientos de intervalos consisten en realizar durante un corto periodo de tiempo diferentes ejercicios de muy alta intensidad durante unos 45 segundos y recuperarse con un descanso activo durante unos 15-10 segundos antes de retomar la actividad. Por suerte, los entrenamientos de intervalos no suelen necesitar ningún tipo de equipación, por lo que es posible realizarlos en cualquier lugar y cualquier comento. Podemos hacerlos en el gimnasio, en casa o en la calle sin problema.
Si quieres aplicar el entrenamiento de intervalos a la carrera para mejorar tu rendimiento y tu velocidad. Te recomendamos que apuestes por hacer series o por el entrenamiento Fartlek. Ya que los constantes cambios de ritmo te ayudarán a mejorar tu rendimiento cardiovascular y tu respuesta muscular, especialmente si estás preparando una carrera y estás estancado. Siempre hay margen para mejorar, y los entrenamientos por intervalos son la mejor manera de llegar al siguiente nivel.
Si decides hacerlos en casa o en el gimnasio, apuesta por ejercicios como los burpees, saltos a la cuerda o en zigzag hacia adelante y hacia atrás, sentadillas o flexiones. Realiza estos ejercicios durante 45 segundos a máxima intensidad y descansa los 15 siguientes. Piensa que el entrenamiento HIIT debe ser adecuado a tu forma física, suponiendo un reto, pero siempre entrenando con seguridad. Si eres principiante, ponte como límite los 20 minutos, de manera que puedas hacer una tabla de 5 ejercicios diferentes 4 veces para cumplir con tu entrenamiento. Si ya cuentas con cierta forma física, rétate aguantando hasta media hora o añadiendo pesos ligeros a ejercicios como las sentadillas, zancadas normales o laterales, dominadas…
Los expertos recomiendan mezclar los entrenamientos de intervalos con entrenamientos de fuerza, de esta manera consigues obtener los mejores beneficios del entrenamiento con pesas y del entrenamiento cardiovascular. Lo mejor es que no hagas más de 3 sesiones de entrenamiento de intervalos a la semana, y nunca los hagas sin desayunar, ya que son muy exigentes. Si te animas, elige un compañero que te ayuda a cronometrarte o con el que compartir el esfuerzo.
Jose Tapias