El pie de atleta es una de las afecciones de la piel más frecuentes. Se trata de la infección producida por unos hongos que se alimentan de la queratina de la piel y suele afectar a la planta del pie, los pliegues y entre los dedos del pie. Su capacidad de contagio a través de la ropa y el uso de toallas hace que este hongo se propague fácilmente a otras zonas del cuerpo.
Tanto si estás empezando a correr desde cero, como si llevas un tiempo haciendo deporte, es recomendable que conozcas cuáles son los síntomas de esta infección con el fin de evitar que afecte al desarrollo de una vida normal.
Qué es el pie de atleta
En un primer momento, los hongos en los pies aparecen con el enrojecimiento de la piel a través de grietas, ampollas o escamas. Produce un intenso picor que puede llegar a dar sensación de quemazón.
El diagnóstico del médico en los primeros síntomas es vital a la hora de frenar la infección y para la aplicación de un tratamiento adecuado, ya que un eccema o la psoriasis aparecen con síntomas muy parecidos a los del pie de atleta.
Es muy común que los deportistas padezcan hongos en los pies, al menos, en algún momento de la vida deportiva. A través del sudor que se genera durante la actividad deportiva, el pie de atleta tiene más posibilidades de desarrollarse en los pies, así como en las zonas de menor transpiración.
Si no se toman medidas de prevención e higiene para evitar este tipo de hongos, resulta relativamente fácil su transmisión en espacios de uso compartido como las piscinas, los gimnasios, los colegios o los hoteles. Además, sin una correcta limpieza y desinfección de estas zonas, los hongos pueden permanecer durante meses.
Cómo se eliminan los hongos con tratamiento
Para la eliminación de los hongos, los médicos prescriben un antifúngico que puede consumirse por vía oral o tópica. El objetivo de este tratamiento es evitar que algunos tipos de hongos se desarrollen y crezcan en nuestro organismo, por lo que, en algunos casos, el antifúngico puede provocar la desaparición de la infección.
La vía tópica no es tan eficaz para erradicar el pie de atleta como el tratamiento por vía oral, por lo que es posible que el médico refuerce el tratamiento a través de fármacos por vía oral.
En caso de que en la piel no haya heridas, también se recomiendan los baños de la zona afectada con jabón a base de sulfuro de selenio. Se trata de un ingrediente activo que se encuentra fácilmente en farmacias y que ejerce un efecto antifúngico sobre algunas levaduras y hongos que comúnmente se asocian a infecciones de la piel y el cuero cabelludo.
Cómo podemos prevenir los hongos en los pies seamos o no deportistas
Como decíamos al principio, tanto la prevención como el diagnóstico desde el primer síntoma de este hongo resultan fundamentales para que esta afección en los pies no trastorne el desarrollo normal de la vida del paciente. Para ello, es necesario tomar una serie de medidas higiénicas como las siguientes:
- Evitar el uso prolongado de calzado cerrado, ya que aumenta las posibilidades de aparición del pie de atleta o potencia la infección.
- Secar bien los pies después de ducharse. Incidir en las zonas que hay entre los dedos, ya que la humedad es el ambiente idóneo para el desarrollo de estos hongos.
- Cambiar a diario de calcetines y de calzados. El uso de calcetines limpios y adecuados para la actividad deportiva que se practica, así como de calzado deportivo transpirable, reducen la probabilidad de padecer pie de atleta.
- No compartir toallas, ni calcetines, ni zapatillas, ya que son los principales focos de infección. También es recomendable usar distintas toallas para los pies y el resto del cuerpo si ya se tiene la infección.
- Usar siempre calzado en los espacios compartidos.
- Se aconseja usar antifúngicos en zapatillas y calcetines como medida de prevención.
Fotos iStock | nito100 / AlexRaths / maska82
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