Sus efectos positivos se deben fundamentalmente a sus altos niveles de ácidos grasos Omega-3, que protegen el corazón.
Para llevar a cabo este estudio se seleccionaron grupos de personas bien diferenciados a fin de que en los resultados no intervinieran otros factores como la raza, el lugar de nacimiento o el estilo de vida. Así pues, se escogió a 71.764 personas de raza blanca y negra, residentes del sur de Estados Unidos, y con ingresos bajos y un grupo de 134.265 personas de raza asiática residentes en Shanghai (China).
Los resultados mostraron que todos los grupos étnicos, y tanto en hombres como en mujeres, mejoraban su salud cardiovascular si consumían diariamente cacahuetes o nueces en estado crudo (no fritos ni salados).
Concretamente, en el caso de los estadounidenses, se observó un 21% menos de riesgo de mortalidad total y de enfermedad cardíaca respecto a quienes no consumían nueces o cacahuetes diariamente. Entre la población asiática, el riesgo se redujo un 17%. Según apuntan los autores del estudio:
La consistencia de los resultados entre las distintas cohortes, y con estudios previos que se han realizado en poblaciones de ingresos más altos, aumenta nuestra confianza en los efectos beneficiosos de los frutos secos. Así, hemos encontrado pruebas consistentes de que el alto consumo de cacahuetes se asoció con un menor riesgo de mortalidad total y de mortalidad por ECV (enfermedades cardiovasculares o del corazón).
Cuándo comer frutos secos
Los mejores momentos para ingerir un puñado de cacahuetes o nueces son el desayuno o la merienda, aunque también hay recetas para el almuerzo donde podemos añadir algunos, como en las ensaladas. Sin embargo, no hay que propasarse con las medidas: un exceso de frutos secos suponen demasiadas calorías.
Así pues, lo idóneo es un puñadito al día. Según un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Maastrich (Holanda), ingerir diez gramos de cacahuetes o nueces cada día puede hacernos vivir más tiempo, pues nos ayuda a combatir enfermedades respiratorias, neurodegenerativas y cardiovasculares. Pero esos efectos benéficos no se observan si lo que se consume es crema de cacahuetes, y consumir más cantidad tampoco reporta mayores beneficios, y sí más calorías.
Otras fuentes de Omega-3
Los ácidos grasos omega 3 son ácidos grasos esenciales poliinsaturados que también pueden encontrarse en ciertos pescados, sobre todo salmón y sardinas. Cinco sardinas o un filete de salmón aportan dos gramos de ácidos grasos omega 3, cantidad diaria recomendada por los nutricionistas.
Según Carmen Gómez Candela, la jefa de la unidad de nutrición de La Paz:
España tiene la segunda ingesta de pescado más alta del mundo después de Japón. Entre eso, el aceite de oliva y lo que queda de dieta mediterránea, por ahí no tenemos un problema tan grave como otros países.
ANGELA
juan