Lo normal es que los deportistas se centren en aumentar sus músculos, mejorar su resistencia, adquirir buenas habilidades de respiración durante el deporte o entrenar el corazón para que aguante el ritmo del ejercicio. Sin embargo, a la hora de practicar deporte y ponerse en forma, no suele ser tan habitual pensar en la salud bucodental.
De hecho, una investigación realizada durante los Juegos Olímpicos que se celebraron en Londres en 2012 puso de manifiesto que la mayoría de los atletas que participaron en ellos, independientemente de su procedencia, presentaban problemas bucodentales, sin prestarles mucha atención ni preocuparse demasiado por el estado de sus dientes.
Pues resulta que una buena salud bucodental es importante para el rendimiento deportivo. Y es que, además, la práctica de distintos deportes puede entrañar riesgos para los dientes y la cavidad oral en general. Por todo ello, los deportistas de élite y las personas que practican ejercicio de manera regular deben tener una buena higiene bucodental, tomar medidas de prevención y tratar las afecciones que surjan.
Trastornos bucodentales derivados de la práctica deportiva
La práctica deportiva lleva asociada problemas bucodentales a los que hay que estar atentos. Los principales son:
- Caries: la deshidratación, el consumo de productos para hidratarse con elevados niveles de azúcar, carbohidratos, minerales y ácidos o bebidas con un Ph bajo fomentan la aparición de caries. Las barritas energéticas también pueden ayudar a la formación de caries, ya que se adhieren a los dientes y se quedan en zonas poco accesibles con el cepillo. Además, cuando hacemos ejercicio inhalamos mucho aire por la boca, fruto de la fatiga y el cansancio que nos lleva a respirar de esa manera, provocando que se seque la boca y que haya menos saliva para protegerla de las caries y otros problemas. Se calcula que la caries dental tiene una prevalencia de entre un 15 y un 75 % en los deportistas de élite.
- Inflamación de las encías: la composición de la saliva va cambiando con la práctica del deporte -se vuelve progresivamente más alcalina-, lo que desencadena la formación de sarro. Si no se elimina o trata la placa bacteriana, se desarrolla una inflamación de las encías, conocida como gingivitis, y puede evolucionar a periodontitis, cuando los problemas de inflamación de las encías se acompañan de pérdida de hueso.
- Amarilleamiento dental: en deportes como la natación o el waterpolo, es decir, aquellos en los que se está en contacto continuo con el agua de las piscinas, se suele ver la aparición de un tono amarillento en los dientes por la acción de los agentes químicos que se emplean para mantener limpia el agua.
- Desgaste dental o bruxismo: el estrés y la tensión a la hora de hacer ejercicio, sobre todo en el caso de los deportistas de élite o durante las competiciones, hace que se aprieten en exceso los maxilares haciendo que el contacto de unos dientes contra otros se mayor, llevando al desgaste de las piezas y dolores en la musculatura de masticación y la articulación temporomandibular.
- Traumatismos dentales: muchos deportes, como el fútbol, el baloncesto y el balonmano, elevan el riesgo de traumatismos en los dientes, con roturas, movimientos e, incluso, pérdidas de piezas dentales -el 39 % de los dientes perdidos en la población es por traumatismo deportivo-. En los deportes de contacto, como el boxeo o el rugby, no es tan frecuente porque los protectores bucales forman parte de la equitación.
Cómo afecta la mala salud bucal al rendimiento deportivo
Como hemos dicho, la salud bucodental, que se consigue principalmente mediante una buena higiene y visitas regulares al odontólogo, es importante también en los deportistas porque cualquier problema en la cavidad oral puede afectar a sus capacidades físicas y su rendimiento.
La Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) habla de una asociación entre una deficiente salud bucodental y periodontal y un menor rendimiento deportivo. Estos expertos señalan a la presencia de dolor, una peor calidad de vida, menor bienestar y la existencia de inflamación sistémica como los problemas bucodentales causantes de la disminución del rendimiento deportivo.
Así que, si vas al gimnasio, practicas algún tipo de deporte o, incluso, compites, atención a los posibles obstáculos que puedes encontrar en tu actividad física por culpa de trastornos en la boca:
- Calambres: las lesiones periodontales se asocian a dolencias musculares y articulares. Se han dado casos de deportistas que sufren calambres y dolores en los gemelos por culpa de caries no diagnosticadas o no tratadas.
- Lesiones musculares: la mala salud dental está vinculada a lesiones musculares y peor recuperación.
- Alteraciones digestivas: si no se corrige, la pérdida de dientes se relaciona con problemas digestivos. Como el alimento no se mastica y tritura como se haría normalmente con esa o esas piezas faltantes, el resultado es que el estómago trabaja más y la digestión se vuelve más lenta. Todo ello lleva a una peor alimentación, con consecuencias en el rendimiento físico.
- Dolor de cabeza, cuello y espalda: los trastornos en la mandíbula -mordida cruzada o incorrecta (maloclusión), por ejemplo- y el bruxismo, si no se corrigen, van emparejados con dolor de mandíbula y dolores musculares de cuello y espalda. También se han asociado a alteraciones del equilibrio.
- Más cansancio, fatiga e inflamación articular: las bacterias que viven en la boca pueden llegar a distintas partes del cuerpo a través del flujo sanguíneo, pudiendo depositarse en los músculos y las articulaciones. Pero esto no acaba ahí, sino que tiene consecuencias en la acción de contracción y relajación de los músculos, de manera que el ejercicio resulta más cansado, se experimenta mayor sensación de fatiga y se sufre inflamación de las articulaciones. Hay que tener cuidado porque una infección dental aumenta el riesgo de rotura de las fibras musculares.
- Debilidad y fiebre: pueden sufrirse por culpa de las caries, la gingivitis o infecciones en la cavidad oral. Estos síntomas pueden dificultar o impedir el entrenamiento, la práctica deportiva y la competición.
Todos estos problemas pueden poner trabas a la práctica del deporte, en el gimnasio o al aire libre, y mermar la capacidad y la habilidad de quienes lo practican, sean amateurs o profesionales de élite. Por ello, resulta importante prevenirlos y, en el caso de aparezcan, darles la importancia que tienen y tratarlos.
Llevar una buena higiene bucodental es la clave principal, pero los expertos aconsejan también a quienes van a realizar ejercicio físico que se realicen un examen oral, al inicio de la práctica deportiva y de manera regular, con el fin de optimizar su rendimiento, ayudarles a prevenir lesiones y obtener información sobre su salud dental y general.
Imágenes / iStock / ElNariz /Ridofranz / Minerva Studio
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