Psicología

Consejos para la meditación. Puede ser tu mejor medicina

Dedicar unos minutos al día a la meditación puede suponer un cambio radical en tu salud física y emocional.

Según lo define la RAE, meditar significa “pensar atenta y detenidamente sobre algo”, es decir, enfocar nuestra atención de manera plena en un asunto concreto. ¿Y si ese asunto fuera nuestro bienestar? Cada vez son más los beneficios probados de la meditación y del mindfulness, una de las prácticas más de moda de los últimos tiempos.

Beneficios de la meditación

Gracias a la meditación o el mindfulness, entrenamos a nuestra mente para mantenernos concentrados y en calma, ayudando así a lidiar con el estrés. Éste es uno de los mayores males para la salud cuando no sabemos gestionarlo. El estrés es sencillamente una respuesta natural del cuerpo ante una situación que percibimos como peligrosa, de esta manera, nos preparamos para reaccionar ante ella. Si aprendemos a gestionar nuestra respuesta ante él, el estrés no será un problema para nuestra salud, sino una manera de ayudarnos a mejorar en nuestro día a día.

Por su parte, el estrés mal gestionado puede llevar a alteraciones mentales y físicas que tienen un efecto directo en nuestra salud. Dejarse dominar por la ansiedad y el estrés puede conllevar problemas que alteren el correcto funcionamiento de nuestro sistema endocrino, nervioso e inmunológico. Algunos de los síntomas más fáciles de reconocer son el dolor de cabeza, alteraciones en nuestra alimentación, bruxismo o, como se dice coloquialmente, “pillar todos los virus” con los que entremos en contacto debido a un sistema inmunológico deficiente. Nada agradable, ¿verdad? Por eso, aprender a meditar puede ser el primer paso a mejorar tu estado de salud actual y prevenir futuras dolencias.

¿Cómo comenzar con la meditación?

Para practicar meditación, es fundamental tener en cuenta los siguientes factores:

  • Buscar un lugar tranquilo en el que estemos cómodos
  • Elegir ropa cómoda
  • No tener prisa, ya que esta práctica requiere paciencia y, sobre todo, tiempo
  • Establecer una rutina, cada día a la misma hora debemos trabajar la meditación, preferiblemente a primera hora de la mañana
  • Encontrar una postura cómoda en la que podamos permanecer durante varios minutos

 

La meditación requiere una dedicación total a uno mismo durante el periodo de tiempo que se practique, por eso, te instamos a que elijas un momento de calma para poder trabajar por tu salud.

Si vas a realizarla en casa, comienza por concentrarte en tu respiración durante 5 minutos por lo menos. Concéntrate en cómo inhalas profundamente y exhalas el aire con calma. Si algún pensamiento aparece en tu mente, deja que fluya, no te pegues a él ni te alteres por su presencia. Es normal que sentimientos y pensamientos nos acechen durante la meditación, pero debemos contemplarlos como si de una nube en el cielo se tratase, con distancia. Adquirir este control requiere tiempo y práctica, por eso los principiantes deben dedicar un mínimo de 5 minutos e incrementar poco a poco el tiempo que pasan en este estado.

Otras formas de meditación que también puedes practicar

Si no eres capaz de concentrarte tú solo, te proponemos optar por la meditación guiada. No solo puedes practicar esta en escuelas de meditación y mindfulness, también existen apps para el móvil o la tablet que te guían en este proceso y te ayudan a mejorar. Sin embargo, si puedes prescindir del smartphone, te recomendamos encarecidamente que lo dejes en otra habitación y en silencio, para que nada interrumpa tu práctica.

Otra manera de meditar apta para principiantes y que puede servir como primera toma de contacto con ese estado de concentración es hacerla mientras caminamos. Elige un ritmo suave y fácil de mantener que te permita centrar tu atención en tu propia respiración. Mientras tu cuerpo camina, focaliza tu mente solamente en tu respiración, separándote así tanto del entorno como de tus pensamientos para lograr un estado de serena calma que te ayude a entrenar a tu cerebro para que se mantenga tranquilo ante cualquier situación.

Gracias a la meditación, lograrás gestionar mejorar tu capacidad de atención y de reacción ante los problemas, aprendiendo una nueva manera de enfrentarte a situaciones de estrés que pueden llegar a afectar tu salud.