En Muy Saludable ya hemos hablado de qué son las varices y cómo podemos prevenirlas, hoy también contaremos las diferentes opciones disponibles cuando lo que necesitamos es eliminarlas y reducir sus molestias.
Primer paso: acudir al especialista
Este no nos lo podemos saltar, aunque cada vez hay más centros no especializados que tratan el tema de las varices como un problema estético, la realidad es que también afectan a nuestra salud y son el primer indicador de insuficiencia venosa crónica. Un mal tratamiento nos puede traer muchas complicaciones adicionales.
Si estamos entre los 2.500.000 de personas que se calcula que en España tienen varices y sufrimos molestias como pesadez, dolor, cansancio, edemas o pigmentación, debemos acudir a un especialista en Angiología y Cirugía Vascular, concretamente un Flebólogo.
La Flebología es una subespecialidad de la Angiología y Cirugía Vascular, que se ocupa de las enfermedades venosas y entre ellas las varices, por lo que las personas con esta titulación son las más indicadas para valorar cómo estamos y qué soluciones necesitamos.
Tipos de tratamiento para eliminar las varices
Dependiendo de la gravedad de las varices, el flebólogo nos puede indicar alguna de las siguientes opciones:
- Microespuma esclerosante: es la versión mejorada de la escleroterapia de siempre. Antes se inyectaba un líquido esclerosante para eliminar los vasos venosos enfermos, pero al diluirse rápidamente solo resultaba eficaz con varices pequeñas. Actualmente se inyecta microespuma esclerosante, capaz de eliminar varices de todos los tamaños, incluso aquellas que no son operables. Este procedimiento terapéutico es indoloro y ambulatorio, por lo que no interrumpe nuestra actividad diaria.
- Cirugía por láser: Es la alternativa más adecuada para varices que no sean de gran tamaño o arañas vasculares. Es cómodo (se realiza en el propio consultorio médico) y poco invasivo, ya que generalmente solo aparece un ligero hematoma en la zona tratada.
El procedimiento de eliminación de varices por láser, cuando se utiliza para las venas varicosas se realiza con anestesia, y consiste en introducir un catéter especial en la vena, a través del cual se envía una energía de radiofrecuencia a la pared de la vena hasta que esta se contrae y se cierra. En el caso de las arañas vasculares el láser se aplica directamente sobre la piel y no es necesario hacer ninguna incisión.
Dos posibles riesgos de estos procesos son los sangrados y la congestión de la sangre, pero no son complicaciones habituales y pocas veces es necesario realizar un tratamiento adicional al respecto. Una razón más, de peso, para acudir al especialista adecuado.
- Flebectomía o stripping: esta intervención se usa sobre todo cuando las varices son muy grandes y/o problemáticas, aunque cada vez con más frecuencia es sustituida por la escleroterapia, gracias a la efectividad de la microespuma esclerosante.
Consiste, a grandes rasgos, en arrancar y extraer con agujas las varices a través de unas incisiones. Requiere hospitalización (dos o tres días), un par de semanas de reposo absoluto y al menos un mes de baja laboral. La intervención se practica con anestesia local, epidural o general. - Técnica CHIVA (Cura Hemodinámica de la Insuficiencia Venosa Ambulatoria): Al contrario que en la flebectomía, esta técnica no busca arrancar las varices, sino que intenta preservar al máximo las venas, para que sigan haciendo su función de drenaje. Se identifican los puntos que originan las varices mediante ecodopler y se actúa solo sobre los mismos, por lo que se considera una cirugía mínimamente invasiva. Aunque se recomienda caminar nada más salir del quirófano, el tiempo de baja dependerá del tipo de varices y el número de incisiones que han necesitado.
En lo que al postoperatorio se refiere, debe ser el flebólogo quien nos indique también qué procedimiento debemos seguir tras el tratamiento, cómo cuidarnos y en qué momento debemos volver a la consulta para revisión.
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