Envejecimiento, Salud

Vacaciones en el cole: llega la hora de los abuelos

La relación entre los mayores y sus nietos es muy enriquecedora para ambas partes.

La estampa se repite todos los veranos, sobre todo en el pueblo o la playa, la de los abuelos que cuidan de sus nietos, ya sin colegio, mientras los padres trabajan. Y es que se convierten en auténticos salvavidas de muchas familias, dada su delicada situación económica o las dificultades para conciliar la vida laboral y familiar.

Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), la mayoría de los mayores españoles gozan de buena salud y un alto grado de movilidad e independencia, por lo que para ellos suele ser un placer asumir el cuidado de los nietos. Una relación, a juicio de los expertos, muy positiva para ambas partes.

Ventajas para los nietos de estar con los abuelos

La labor de los abuelos trasciende el cometido de quedarse al cargo de los nietos y no solo son meros cuidadores en ausencia de sus padres, sino figuras muy importantes en el desarrollo emocional y psicológico de los niños.

La persona mayor les aporta afecto, complicidad, confianza, experiencia, tiempo. También tolerancia y paciencia, de las que muchas veces no hacen gala sus padres, sobrepasados por las exigencias del día a día. Además, constituyen un patrón de personalidad en el que se fijan los niños y les da la idea de continuidad y evolución de la familia, con la transmisión de experiencias, historias, anécdotas, tradiciones y valores familiares y culturales, posibilitando que no se pierda el pasado.

Los abuelos pueden actuar como árbitros en caso de conflicto entre padres e hijos, y aportan a los nietos una visión más realista de sus padres, ya que les hablan de lo que hacían estos a su edad. Su papel es fundamental incluso cuando mueren, porque esta pérdida obliga a reflexionar al niño sobre el hecho de que los seres humanos en algún momento desaparecen.

Sin embargo, quizás lo más importante de esta relación con los abuelos es el valor y el respeto derivados del intercambio entre personas de diferentes generaciones unidas por un vínculo afectivo.

Vacaciones en el cole: llega la hora de los abuelos

Ventajas para los abuelos de estar con los nietos

También para los mayores el contacto con los nietos es muy enriquecedor porque les hace sentirse más vivos, útiles, queridos e integrados. Les estimula, les obliga a mantenerse en una buena forma física y a mejorar su rendimiento cognitivo. Asimismo, les entretiene y ven reducidos sus sentimientos de soledad, aburrimiento o tristeza.

Además, les fuerza a reciclarse: para relacionarse con los nietos y estar al día ante ellos, tienen que aprender a jugar a los videojuegos, a escribir un whatsapp o a mandar un correo electrónico.

Ellos ya han criado y educado a sus propios hijos, por lo que pueden aprovechar toda esa experiencia para disfrutar plenamente de los nietos, sin las exigencias que implican los roles de madre o padre, viviendo incluso una segunda paternidad.

Límites

El problema surge cuando lo que debería ser una actividad placentera para abuelo y nieto acaba convirtiéndose en una carga para la persona mayor, lo que puede conllevar, a la larga, problemas de estrés, ansiedad o depresión si los abuelos se ven sobrepasados por las actividades y responsabilidades con los nietos en detrimento de sus propias necesidades.

Para no llegar a una situación así, desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología recomiendan una buena relación entre padres e hijos basada en el respeto mutuo, con una delimitación clara de las funciones de cada uno y un acuerdo sobre los criterios para la educación de los niños. También que los mayores no descuiden su propia salud ni su tiempo de ocio o con amigos para atender a los críos. Y que aprendan a decir «no», aunque les cueste. La línea que separa el disfrute de los nietos de la sobrecarga emocional y de responsabilidades puede ser muy fina.