Como ya comentamos en otra entrada, las causas que provocan el Alzheimer son aún desconocidas. Sí se conocen algunos factores que hacen que el riesgo sea mayor o menor, pero se ignora cuál es el desencadenante real, así que por ahora no hay mucho que se pueda hacer para prevenir la enfermedad completamente.
Ahora bien, que no se pueda prevenir no quiere decir que no se pueda reducir el riesgo de padecerla, o atrasar un poco su aparición, y una de las maneras de lograr esto es mantener el cerebro joven, activo, vivo… aprovechar su potencial y ejercitarlo, incluso cuando ya eres mayor, para que esa actividad ayude a retrasar cualquier signo de demencia.
12 consejos para mantener el cerebro joven
- Haz ejercicio físico: puede parecer que esto no tiene nada que ver con el cerebro, pero sí hay una relación. El ejercicio físico aeróbico, como correr o ir en bicicleta, fortalece nuestro corazón y mejora el flujo sanguíneo hacia el cerebro. Ya hay estudios que muestran relación entre el gasto cardíaco y el Alzheimer, que demuestran que cuando el corazón está sano, el cerebro también (o al menos no se ve perjudicado por un flujo menor del recomendable).
- Toma fruta y verdura, incluso en zumo: un estudio publicado en el año 2006 demostró que las personas que toman zumos de fruta y verduras, alimentos ricos en polifenoles (antioxidantes) pueden reducir el riesgo de padecer Alzheimer hasta en un 76%.
- Estudia, haz cursos: cuando uno habla de universitarios piensa en gente joven tratando de labrarse un futuro. Sin embargo, cada vez más gente mayor accede a las universidades por placer, por el placer de aprender, de cultivar su mente, de saber más. Si no en la universidad, sí en otros centros formales, pero hacer cursos, estudiar, es una muy buena manera de estimular el aprendizaje, remando hacia el lado contrario al que el Alzheimer lo haría.
- Aumenta los niveles de vitamina K: come pescado, espinacas, carne, huevos, brócoli, acelgas, coles de Bruselas…, que son alimentos ricos en vitamina K, cuya presencia en el cuerpo, en niveles adecuados, parece proteger de la enfermedad.
- Deja de fumar: las personas que dejan de fumar reducen el riesgo de demencia hasta el nivel de aquellas que nunca han fumado, así que parece buena idea evitar el tabaco.
- Sonríe más: la risa tiene efectos beneficiosos porque una persona que ríe más es más positiva, sufre menos estrés y hasta crea nuevas conexiones neuronales, que ayudan a prevenir el Alzheimer.
- Evita golpes en la cabeza: los golpes en la cabeza son accidentes, es cierto, pero pueden prevenirse si llevamos casco cuando vamos en bicicleta, o si vamos a hacer obras en casa donde pueda haber algún desprendimiento, etc.
- Duerme y descansa bien: el descanso es necesario para afrontar los días con buena actitud y de manera positiva, y para ayudar al cerebro a no sobrecargarse. Por contra las personas que no duermen lo suficiente por falta de tiempo o por desórdenes del sueño, tienen un riesgo mayor de padecer demencia.
- Medita cada día: la cultura occidental no es muy dada a la meditación, hablando de meditar en el sentido más oriental de la palabra, con actividades como relajación, yoga, etc. La meditación disminuye el estrés y reduce los niveles de cortisol en el cerebro (la hormona del estrés). Esta disminución es positiva para prevenir o retrasar la enfermedad.
- Mantente socialmente activo: queda con los amigos o amigas, sal con ellos, haced actividades juntos. Todo lo que suponga hacer las cosas que te estimulen, que te gusten, será positivo.
- Aprende idiomas: una manera de activar el cerebro de manera intensa es aprender nuevos idiomas. Ampliar nuestro vocabulario, conocer nuevas lenguas, puede retrasar la aparición de la enfermedad hasta en 4 años.
- Cuida de tus nietos: cuando los tengas, y si es algo que te apetece o te gusta hacer. Un estudio realizado en Australia en el 2014 demostró que las personas que cuidan de sus nietos tienen menos riesgo de padecer demencia, pero con moderación: si les cuidaban durante 5 días o más a la semana entonces el resultado era el inverso, pues se reducían las funciones cognitivas.
Lleva una vida activa y saludable
Como veis, tampoco hemos dicho nada que la lógica no nos dijera. En definitiva, se trata de intentar llevar una vida activa, feliz y saludable. Hacer ejercicio, descansar bien, hacer actividades estimulantes, comer bien, sin abusos (el azúcar, por ejemplo, está muy presente en nuestra dieta y es un factor de riesgo de diabetes, enfermedad que aumenta el riesgo de padecer Alzheimer), no fumar, no beber y tener una actitud positiva siempre que sea posible, riendo mucho y disfrutando cuanto podamos de esta, nuestra única vida.
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