Las hemorroides son una de las molestias más comunes entre la población: no es nada extraño encontrar a personas que las padecen y que sienten verdadero temor por el momento de ir al baño debido al dolor que les causan. A pesar de ser una patología muy habitual, en muchas ocasiones se sigue considerando como un tema tabú, incluso cuando se trata dentro de la consulta médica, y esto puede hacer que no tengamos toda la información necesaria para saber qué tratamiento es el que más nos interesa. ¿Es posible tratar las hemorroides de una manera efectiva sin pasar por el quirófano?
¿Qué son las hemorroides y por qué aparecen?
Las hemorroides, también conocidas de forma popular como almorranas, son venas inflamadas o varicosas en la zona del recto y del ano. Suelen producirse debido a un esfuerzo para evacuar el intestino, aunque también pueden estar causadas por otras razones. Las hemorroides tienen un gran componente hereditario, y también la obesidad, el abuso de laxantes, el estreñimiento crónico, las diarreas e incluso el embarazo (en sus últimas semanas sobre todo) pueden ser factores que propicien la aparición de las hemorroides.
Lo mejor es prevenir su aparición controlando nuestro peso corporal, haciendo ejercicio de forma regular (al menos unas tres veces por semana podemos salir a caminar o a correr) para mejorar nuestra circulación sanguínea, manteniendo una vida lo menos sedentaria posible y llevando una alimentación saludable rica en fibra y abundante en agua.
Una vez que las hemorroides están diagnosticadas (las señales que podemos apreciar nosotros mismos – y por las que debemos acudir al médico sin demora – son el dolor alrededor del ano y la sangre roja y brillante en las heces o en el papel higiénico), estas pueden ser internas o externas. Las internas además se dividen en cuatro grados (I, II, III y IV) atendiendo al grado de engrosamiento de las venas y del prolapso.
Cuando las hemorroides ya han sido diagnosticadas, el cambio de hábitos de vida hacia otros más saludables debe ser nuestra prioridad. Además de cuidar la dieta (evitando también las comidas picantes) y realizar ejercicio físico de forma regular, los baños de asiento, evitar pasar demasiado tiempo en el váter (nunca más de 10 minutos) y evitar asimismo los esfuerzos durante la defecación pueden ayudarnos a mejorar su estado.
El tratamiento no quirúrgico de las hemorroides con microespuma
En el caso de sufrir hemorroides podemos considerar un tratamiento no quirúrgico para acabar con ellas de manera definitiva e indolora: el tratamiento Hemosolve con microespuma. A este tratamiento pueden someterse hombres y mujeres de todas las edades, a excepción de las mujeres embarazadas o en período de lactancia.
Hemosolve es un método que no requiere el paso del paciente por quirófano, sino que es un tratamiento ambulatorio que permite que el paciente haga vida normal el mismo día de la aplicación. El tratamiento consiste en la inyección de un innovador compuesto de microesferas dentro de la hemorroide que hace que la vena varicosa se seque, reduzca su inflamación y por supuesto el dolor en un plazo de dos semanas.
¿Cómo se aplica Hemosolve para las hemorroides?
Antes de nada debemos pasar una consulta de valoración con el equipo de cirugía del centro, que son quienes nos deben informar del estado de las hemorroides y de cuál es el mejor procedimiento a seguir.
Una vez que se ha establecido el tratamiento se pasa a la aplicación de Hemosolve en diferentes sesiones, tantas como sean necesarias para el paciente, dependiendo esto de varios factores como el grado de las hemorroides o cómo van respondiendo al tratamiento. La inyección del principio de Hemosolve se realiza directamente en la consulta sin necesidad de anestesia ni de pasar por quirófano, y además es totalmente indoloro.
El paciente puede abandonar la clínica por su propio pie y la microespuma de Hemosolve comienza a actuar en el mismo momento en que se inyecta, aunque la hemorroide se irá reduciendo al cabo de un par de semanas.
¿Cuáles son las ventajas de Hemosolve frente a otros tratamientos para las hemorroides?
El tratamiento tradicional que se ha realizado para las hemorroides ha sido por el método quirúrgico, el cual puede no ser bien tolerado por el paciente y además implica su hospitalización y el uso de anestesia que puede ser local o general, dependiendo de cada paciente. Las desventajas del método quirúrgico es que el post-operatorio suele ser muy doloroso para el paciente, que suele sentir un gran dolor cada vez que contrae o relaja el ano, siendo necesario incluso recurrir a analgésicos. Además, el método quirúrgico es un método de último recurso que solo debe utilizarse en pacientes con hemorroides de grado II o III cuando se ha fracasado al intentar mejorar su estado mediante métodos no invasivos.
Existen también otros métodos quirúrgicos mínimamente invasivos como el banding, la fotocoagulación con infrarrojos o con láser o la crioterapia: estos métodos no suelen presentar complicaciones, si bien solo pueden aplicarse a pacientes con hemorroides de grado I y II, y suelen ser bastante dolorosos.
Hemosolve en cambio es un método no invasivo e indoloro que permite al paciente seguir con su vida diaria justo después de recibir el tratamiento, sin hospitalización de ningún tipo ni complicaciones asociadas y puede utilizarse sobre todos los tipos de hemorroides, independientemente de su grado y de la edad o sexo del paciente. Además, el grado de satisfacción de los pacientes que ya se han sometido al tratamiento de las hemorroides con Hemosolve es muy alto: de nueve sobre diez.
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