¿Estás trabajando demasiado?
A veces puede ser fácil entrar en el hábito de pasar demasiado tiempo en el trabajo y no tener ningún equilibrio entre la vida personal y la vida laboral. Tal vez haces horas extras para conseguir un sueldo más alto. Quizás lo hagas porque quieres una promoción. O tal vez lo hagas simplemente porque intentas cumplir con tus objetivos trimestrales.
Pero, ¿vale la pena conseguir ese objetivo arriesgando tu salud?
Es fácil decir «por supuesto que no», pero los datos sugieren que aunque la mayoría de la población dice que nunca se metería en esa situación, hace precisamente lo contrario. Según el informe del Trabajo y Vida de Australia realizado en 2014, más de la quinta parte de los empleados australianos trabajan 48 horas o más cada semana, y el 60 por ciento no toman sus días de vacaciones con regularidad.
Eso hace que el equilibrio entre trabajo y vida personal sea un gran problema cuando se tiene en cuenta que:
- Trabajar 55 horas a la semana o más puede aumentar su riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular en un 30%.
- Las personas que trabajan más de 10 horas al día tienen un mayor riesgo de enfermedades del corazón que las que trabajan sólo 7 horas al día.
- Las personas que trabajan más horas tienden a consumir más alcohol y a un nivel que implica serios riesgos para su salud.
- Las mujeres que trabajan largas horas corren un mayor riesgo de tener depresión y ansiedad.
- Aumenta la probabilidad de sufrir una lesión a medida que aumentan las horas de trabajo. Aquellos que trabajan más de 40 horas por semana o más de 8 horas en un día tienen un riesgo significativamente mayor de lesionarse.
Más allá de estas estadísticas, es probable que el estrés del exceso de trabajo – o quizás la falta de vida personal – afecte negativamente su salud física, salud mental, niveles de estrés, satisfacción en sus relaciones personales y capacidad para realizar su trabajo.
A algunos de nosotros nos resulta difícil conocer nuestros límites, que es una forma amable de decir que a veces nos empujamos demasiado lejos. Ayúdate a gestionar tu estrés laboral aprendiendo a identificar los indicadores que señalan que podrías estar trabajando demasiado. De esta manera, podrás reequilibrar la vida personal y la vida laboral y evitar los problemas que pueden causar estos excesos.
La importancia del equilibrio entre la vida personal y la vida laboral
Esforzarse por construir un equilibrio saludable entre sus responsabilidades laborales y sus intereses u objetivos de vida puede ayudar a mejorar tu salud general, tu felicidad y tus relaciones con quienes te rodean.
Mantén el control con estos consejos sobre el equilibrio entre la vida personal y la vida laboral
Saber cuándo dejar de trabajar
Tal vez no sea posible pasar de trabajar 60 horas a la semana a 40 horas, pero sí es posible reducir la carga laboral de otra manera. Estudia cómo reducir el horario de forma realista y comienza por ahí. Baja de 60 horas por semana a 55 horas, y luego a 50 horas, por ejemplo.
Día a día, intenta reducir tu carga de trabajo. Si sabes que un proyecto tardará más de un día en completarse, decide dónde y cuándo parará cada día, y mantente fiel a ese objetivo. «Solo cinco minutos más» puede convertirse rápidamente en una hora adicional de trabajo si no se controla.
Otra opción puede ser equilibrar la carga laboral semanal. Si sabes que trabajarás tarde el jueves y el viernes, por ejemplo, intenta trabajar menos tiempo a principios de la semana para tener tiempo para cuidarte.
A veces sólo es cuestión de saber cuándo desconectar. Esto es particularmente importante si sueles llevar tu portátil de trabajo a casa contigo. La coach Michelle Landy dice que «la clave para el equilibrio o la integración es ser consciente de dónde uno se encuentra». Una forma de hacerlo es de pensar cómo la mente de cada uno puede hacer la transición entre el trabajo y el hogar. Son las pequeñas cosas que pueden hacer una gran diferencia a largo plazo. Podría ser algo tan simple como dar un tiempo para respirar profundamente y recordarse a sí mismo de estar presente y vivir el momento una vez cruzas el umbral de tu puerta. Otra opción puede ser la de desactivar las notificaciones telefónicas para evitar la distracción de los correos electrónicos cuando estás en casa.
Toma tus días de vacaciones anuales
El mundo no acabará si te tomas un descanso. Hay una razón por la que los descansos laborales son requeridos por la ley. No eres un robot. Necesitas tiempo para desconectar, comer, ir al baño y relajarte. Trata de tomar algo de tiempo cada día, incluso si sólo son unos minutos para alejarse del ordenador y dar un paseo.
Lo mismo ocurre con las vacaciones anuales y los días libres que tienes acumulados, tu empresa no se desmoronará si te alejas por unos días. De hecho, no le estás haciendo ningún favor a la empresa si no te tomas el tiempo de descanso necesario.
De acuerdo con Adam Sacks, presidente de la división de Economía de Turismo de Oxford Economics, citado en la revista Forbes: «No tomarse los días libres acumulados no ayuda a los empleadores, pues terminan lidiando con un empleado menos productivo y menos leal». Si eres jefe o gerente, echa un vistazo a este artículo sobre la gestión del estrés en el ámbito laboral.
Tomar períodos regulares de descanso le ayuda a mantener el impulso y evitar el agotamiento. Planee con anticipación e intenta no tomarte los días libres durante un periodo en el que seas imprescindible; así puedes pasar unas vacaciones reales sin tener que preocuparte, alejado del ordenador portátil y dejar claro que sólo debes conectarte si surge una emergencia. Pasa tiempo con la familia, visita a los amigos, explora nuevos destinos o disfruta de tus vacaciones favoritas: haz lo que necesites hacer para volver descansado.
Encuentra un hobby que te guste
Hablando de pasatiempos, a veces no hay mejor forma de encontrar el equilibrio entre la vida personal y la vida laboral que a través de un hobby que disfrutes fuera del trabajo.
Esto puede ser difícil de encontrar, especialmente si te has mudado para asumir un puesto nuevo o si has estado trabajando excesivamente durante años, pero puede ser profundamente alentador. A medida que te comprometes a tomar las pausas laborales, utiliza este tiempo para encontrar actividades que te mantengan feliz. Prueba un nuevo deporte como el senderismo, el surf o la pesca; intenta hacer voluntariado o matricúlate en unas clases de arte.
No te sientas culpable por el tiempo que pasas dedicado a tu afición. Trabajas duro y mereces tomarte un tiempo para disfrutar de lo que has trabajado. La mayoría de las empresas lo entienden, y pueden incluso animar este tipo de pasatiempos.
Pide trabajar desde casa
Hoy en día cada vez más personas trabajan desde casa, y podrías ser una de ellas dependiendo de los requisitos de tu oficio.
«Un análisis de los datos de la Oficina Australiana de Estadísticas revela que el número de empleados que trabajan desde casa ha aumentado dramáticamente desde el 20 por ciento de toda la fuerza laboral al 30 por ciento en los últimos 15 años», explica Nick Toscano en el Sydney Morning Herald.
Trabajar de esta manera puede ayudar a mejorar tu equilibrio entre la vida personal y la vida laboral, pero recuerda que no tiene que ser un «todo o nada». Comienza por pedir un día o dos por semana para trabajar desde casa. Si el experimento tiene éxito, siempre puedes pedirle a tu supervisor que aumente el número de días en los que trabaja a distancia.
Aunque estos consejos de equilibrio entre la vida personal y la vida laboral pueden sonar bien, al leer este artículo se puede pensar: «Eso es genial, pero no puedo irme ahora».
Lo entendemos. A veces, estarás en una situación en la que no es posible dejar de trabajar tantas horas. Tal vez tienes una gran responsabilidad laboral, el lugar de trabajo tiene pocos recursos, estás trabajando en un proyecto importante, o tal vez cubriendo la ausencia de un compañero enfermo, lo que te obliga a trabajar más. Sea cual sea la razón, hay momentos en los que simplemente no te puedes escapar.
Si te encuentras en esta situación, aquí tienes algunos consejos fáciles para mantener su salud mental y tener un mayor equilibrio entre la vida personal y la vida laboral:
- Mantén los alimentos saludables a mano e hidrátate con frecuencia. Guarda nueces y verduras en tu puesto de trabajo e intenta comer de la manera más saludable posible. Bebe mucha agua y come en el momento adecuado. Evita sobrecargar tu metabolismo y no comas demasiado tarde o temprano.
- ¡Planea uno o dos días libres! Nadie dice que las vacaciones anuales tienen que durar una semana o más (¡incluso si se desea así!).
- Toma un descanso cada hora para desconectar del trabajo. Estudios recientes han relacionado positivamente las interrupciones horarias con el aumento de la productividad.
- Planea algo muy divertido para hacer en tu tiempo libre. Esto puede darte un incentivo para realizar el trabajo más rápidamente.
- Mantén el contacto con familiares y amigos. Si vas a llegar tarde, envía un mensaje de texto o un correo electrónico para avisar.
- Tómate una pausa entre proyectos. No saltes de un proyecto a otro sin un descanso. No tienes que ganar todas las batallas en la oficina – especialmente cuando eso puede costarte su salud y bienestar.
- Después de completar un proyecto importante, pregúntate cómo podrías gestionar las cosas de manera diferente en el futuro para evitar el exceso de trabajo.
Echa un vistazo a este artículo para obtener más consejos sobre cómo tener un día laboral saludable. (Solo si procede: Recent studies have positively correlated hourly breaks with increased productivity)
¿Qué pasa si no quieres dejar de trabajar excesivamente?
Algunas personas consideran que su trabajo es su vida: tal vez sea dueño de un negocio o esté desempeñando la carrera de sus sueños. Otros han pasado gran parte de su vida adulta en el trabajo, lo disfrutan genuinamente y consideran que sus compañeros son parte de su familia. Su empresa podría incluso tener un plan de salud corporativo, incluyendo el plan de salud de Sanitas. Compruebe si su negocio está cubierto aquí. (Solo si procede incluir un enlace)
Al fin y al cabo, las horas que trabajas son decisión tuya. Sin embargo, el impacto en tu salud física y mental puede ser tan importante que da igual que la decisión sea propia. Incluso si amas tu trabajo y no quieres dejar de trabajar las horas que trabajas, tienes que mantenerte activo, comer sano e ir a tus revisiones médicas regulares (especialmente si tienes entre 20 o 30, o entre 40 y 50 años) para confirmar que mantienes un ritmo de trabajo sostenible.
El éxito es una cosa fascinante con distintos significados para diferentes personas. No hay nada malo en alcanzar nuevos hitos siempre y cuando no implique el detrimento de tu salud.
Planifica con cuidado cómo lograr un equilibrio entre la vida personal y la vida laboral
Eres un adulto. Depende de ti conocerte a ti mismo y tus límites. También es cuestión tuya protegerte de los riesgos laborales. El exceso de trabajo y saltarse el equilibrio entre la vida personal y la vida laboral puede parecer necesario para triunfar. Pero el «equilibrio» es parte de la ecuación que facilita ese trabajo. Sé consciente de la decisión que estás tomando y haz que tu salud – física, mental, social y emocional – sea tu máxima prioridad. Siempre habrá tiempo para más trabajo.
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