Envejecimiento

Las canas, ¿te está diciendo algo tu pelo?

Factores genéticos, el estrés, ciertas enfermedades, mala alimentación o el uso de productos dañinos son desencadenantes de la canicie, que se asocia con mayor riesgo de enfermedad cardíaca en hombres.

Es algo casi inevitable, a no ser que la genética actúe en tu favor. El pelo se vuelve gris o con canas a medida que envejecemos por un proceso biológico en el que influyen distintos factores, como genes, proteínas y enzimas. Sucesivas investigaciones han ido señalando a diversos culpables de que con el paso de los años vayamos perdiendo nuestra capacidad de pigmentación y, por consiguiente, el color del pelo con el que nacimos o con el que hemos vivido durante la adolescencia y la edad adulta. A grandes rasgos, el pelo se vuelve blanco por falta de melanina -el pigmento que colorea el pelo, la piel, el iris del ojo o el vello del cuerpo-. Pero, ¿hay algo más detrás del blanqueamiento del cabello?

Por qué nos salen canas

El color del cabello lo determinan dos tipos de células madre: las encargadas de orquestar el desarrollo de los folículos pilosos -parte de la piel de donde sale el cabello- y las células madre que determinan el color del cabello, conocidas como melanocitos. Un equipo de investigadores del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos, informó en 2011 que había identificado una proteína llamada Wnt como el agente que conjuga el trabajo de ambas células en la pigmentación del cabello y, por ello, posiblemente también está implicada en la aparición de las canas.

Otros expertos apuntaron más tarde que parece que las canas surgen por un exceso de peróxido de hidrógeno que se produce en las células capilares. Fue un grupo de científicos alemanes el que hizo público en 2016 que había descubierto que este compuesto químico es el responsable de blanquear el cabello y evitar la producción de la melanina que aporta el color al pelo. La mezcla entre las formas más oscuras de este pigmento (eumelanina) y las claras (feomelanina) diseñan la paleta de colores de pelo que se ve en las personas (negro, castaño, rojizo, rubio…).

Esta pérdida de pigmento -que comienza por las sienes para extenderse después a la parte de atrás de la cabeza- está asociada generalmente a la edadcanicie fisiológica-, pero varía en función de la raza. Las personas de raza blanca y amarilla son las que antes se ven afectadas por la aparición de canas, entre los 30 y los 40 años; mientras que a las personas de raza negra les afecta más tarde, comenzando su blanqueamiento del cabello a partir de los 45 años.

En los pocos casos en los que el cabello comienza a presentar canas antes de los 20 años –canicie precoz o prematura– participan factores genéticos o, en menor medida, patologías genéticas raras. Se pueden producir también áreas localizadas con cabellos blancos, lo que recibe el nombre de poliosis y suele ser hereditario. Además, existe la denominada canicie anular, que es cuando los pelos blancos se distribuyen de manera dispersa y asilada por la cabeza.

Causas de la aparición de canas

Así, las canas pueden tener distintos orígenes y, por ello, alertar de algunos problemas:

  • Genéticos, sobre todo en la de tipo poliasis.
  • Estrés, que altera el funcionamiento del metabolismo y las hormonas, afectando a la producción de melanina. Un estudio publicado en 2013 halló en ratones que el estrés puede interferir en las hormonas que regulan la producción de color.
  • Carencias alimenticias.
  • Enfermedades: vitíligo (patología cutánea de despigmentación de la piel, los ojos, las mucosas…), déficit de vitaminas (como carencia de vitamina B12, importante para la producción de glóbulos rojos, un trastorno llamado anemia perniciosa) u otros antioxidantes, como hierro, cobre o zinc; hipotiroidismo (disminución de la función de la glándula tiroides) o la extraña patología de síndrome de Werner, caracterizada por envejecimiento acelerado.
  • Productos o agentes químicos, como tintes o el abuso o mal uso de secador o plancha, así como el consumo de tabaco -los fumadores tienen cuatro veces más probabilidades de canicie- o ciertos medicamentos.
  • Mala higiene del cabello o el uso de agua muy caliente.

Cómo prevenirlas y tratarlas

Teñir canas

Según los investigadores alemanes que descubrieron el efecto del peróxido de hidrógeno en el cambio del color del pelo, enzimas antioxidantes como la catalasa descomponen el peróxido de hidrógeno en agua y oxígeno. Por ello, consideran que para prevenir o revertir el blanqueamiento del cabello es posible que ayude la ingesta de alimentos ricos en catalasa, como por ejemplo el aguacate, el puerro, la cebolla, la zanahoria, las espinacas, la patata, el melocotón, la piña, el rábano o el hígado de buey.

Por su parte, los investigadores del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York plantearon en un artículo publicado en la revista ‘Cell’ sobre su investigación que podría ser posible manipular genéticamente la comunicación de las proteínas Wnt para modificar la pigmentación en los casos de los cabellos canosos.

No obstante, la pérdida constante de células madre precursoras de los melanocitos -que, como ya hemos dicho, están implicados en dar color al cabello- conlleva una caída en la producción de melanina. Como solución a esta carencia, existen champús y productos para el cabello que contienen una enzima antioxidante presente en el bulbo del cabello -dopacromo tautomerasa- que pueden ayudar a reforzar los melanocitos.

Teniendo en cuenta los factores que promueven la aparición de canas, algunos remedios para ralentizar su presencia en nuestro cabello pueden ser:

  • Evitar el estrés: realizar técnicas de relajación, como el yoga o taichi, o cualquier deporte que nos ayude a liberar tensiones.
  • Llevar una buena alimentación: toda dieta sana pasa por evitar los azúcares, las frituras, las grasas y los componentes artificiales y elevar el consumo de frutas y verduras. En este caso, resulta especialmente importante la ingesta de alimentos ricos en vitaminas y nutrientes.
  • Cuidar el cabello: usar tintes naturales o productos de coloración poco agresivos para disimular las canas y recibir masajes en el cuero cabelludo.
  • Dejar el tabaco.

¿Hay algo más detrás del pelo gris?

Y es que cuando el pelo pierde su color con el paso de los años no sólo nos avisa de que estamos envejeciendo, sino que también alerta de otros posibles problemas asociados a la edad. Un estudio realizado por la Universidad de El Cairo, en Egipto, concluyó que el cabello gris está vinculado con mayor riesgo de enfermedad cardíaca en los hombres.

La autora principal, Irini Samuel, explicó durante la presentación del trabajo en EuroPrevent 2017, la reunión anual de la Sociedad Europea de Cardiología, que se celebró el pasado abril en Málaga, que el envejecimiento es un factor de riesgo coronario inevitable y que se asocia con signos dermatológicos que podrían indicar un mayor riesgo.

Estos expertos encontraron que una puntuación elevada en el blanqueamiento del pelo se relaciona con un mayor riesgo de patología coronaria independientemente de la edad cronológica y los factores de riesgo cardiovascular establecidos. Entre los participantes en este análisis, los que sufrían enfermedad de la arteria coronaria tenían una puntuación más alta estadísticamente significativa en lo que respecta a la canicie.