Para llegar a nuestro peso ideal, una dieta hipocalórica y realizar ejercicio físico de forma frecuente pueden ayudarnos. Sin embargo: el ejercicio por sí mismo, si no va acompañado de una dieta adecuada, no es suficiente para bajar nuestro porcentaje de grasa. Eso es lo que dicen los últimos estudios al respecto, resumidos en este artículo del New York Times: To lose weight, eating less is far more important than exercising more («Para bajar de peso, comer menos es mucho más importante que ejercitarnos más»).
¿Comer menos o comer mejor?
La dieta hipocalórica (que nos aporta menos calorías de las que nuestro cuerpo necesita) es básica para bajar de peso, si bien debe estar siempre controlada por un profesional de la salud. De esta manera nos aseguraremos de que, a pesar de que ingiramos menos calorías, sigamos cubriendo nuestras necesidades básicas y tengamos un buen reparto de macronutrientes.
Además de la cantidad de calorías, que siempre cuenta, debemos tener en cuenta también la calidad de las mismas: debemos elegir de forma inteligente los alimentos de los que provienen. Cada alimento realiza a nuestro organismo un aporte diferente de macronutrientes, y debemos optar por los de mayor calidad para llevar una dieta saludable y equilibrada.
No todos los alimentos y productos producen la misma respuesta en nuestro cuerpo: un donut aporta aproximadamente la misma cantidad de calorías que 400 gramos de pechuga de pollo (unas 450 kcal en ambos casos). Sin embargo, la pechuga de pollo nos aporta mayoritariamente proteínas que nos saciarán y cumplirán funciones estructurales en nuestro organismo, mientras que el donut realizará un buen aporte de hidratos de carbono (en forma de azúcar) y grasas, que son fuente de energía. No nos hará sentir tan saciados, sino que provocará un pico de glucosa que nos hará tener hambre en poco tiempo.
¿Para qué hacemos ejercicio?
A pesar de que el ejercicio no es imprescindible para bajar de peso, sí es una parte importante de una vida activa y saludable. El acercamiento al ejercicio físico podemos realizarlo por otras razones diferentes a la de la pérdida de peso: para mejorar nuestra capacidad respiratoria, para conservar o aumentar la movilidad de nuestras articulaciones, para fortalecer nuestros músculos o para incrementar la densidad de nuestros huesos, entre otros.
El ejercicio físico realizado de forma regular nos ayuda a gastar más calorías, aunque esta debe ser una finalidad secundaria. Si realizamos ejercicio por salud más que por estética nos aseguramos una adherencia mayor al mismo, y en muchas ocasiones un mayor disfrute de las actividades que realizamos.
Además, a través del ejercicio físico podemos mejorar nuestra composición corporal, más importante aún que nuestro peso. Aumentar la cantidad de masa muscular y reducir el porcentaje de grasa a través de la combinación de entrenamiento aeróbico y anaeróbico, nos ayudará a reducir el riesgo de sufrir muchas enfermedades (diabetes, enfermedades cardiovasculares, obesidad) y a mejorar nuestro estado físico y mental.
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