La demencia afecta tanto al paciente como a su cuidador y familiares. La familia participa de la enfermedad en sus diferentes fases de evolución, un proceso que predispone a sufrir diversas alteraciones psicológicas, físicas y sociales, sobre todo, en la persona que asume el rol de “cuidador principal”. “Entre los efectos colaterales más habituales se encuentran el malestar general, las alteraciones del sueño, cefaleas, anemia, alteraciones en huesos y músculos, estrés, ansiedad, tristeza, sentimiento de culpa o aislamiento social” explica el doctor David Curto, jefe de gestión asistencial de Sanitas Mayores.
Desde el punto de vista emocional, “es normal que los cuidadores se vean desbordados y experimenten sentimientos de tristeza, soledad o culpabilidad. El estrés emocional es comprensible. Por eso, aunque es aplicable a todas las esferas de la vida, en este ámbito es aún más necesario fomentar y practicar una actitud positiva, una estrategia del optimismo que ayude a afrontar mejor todo el proceso de la enfermedad y a dosificar la energía” explica el doctor Iñaki Ferrando, director Médico de Sanitas.
Para prevenir estos efectos, denominados, en menor o mayor grado, como “síndrome del cuidador”, las recomendaciones empiezan por “aceptarse cada uno como es e identificar las fortalezas personales. Además hay que cuidar la alimentación, descansar, desconectar de vez en cuando y evitar aislarse” añade David Curto. Estos y otros consejos se encuentran en el portal “Cuidar Bien”, la única web centrada en el cuidador, en su salud y en ayudarle a cuidar mejor, con el apoyo de los mejores expertos en Alzheimer y otras demencias.
Más información en Cuidar bien
Actualmente no hay ningún comentario sobre este tema.
¡Sé el primero en hacerlo!