Hasta hace relativamente pocos años, la gran mayoría de los padres de nuestro país llevaban a sus hijos al mismo odontólogo general que les atendía a ellos. Al fin y al cabo, le conocían, les había tratado bien y confiaban en él: ¿qué más podían pedir?
Pues lo cierto es que mucho más. Existe toda una rama de la odontología especializada en los problemas dentales infantiles, con profesionales que (por vocación y formación) cuidan exclusivamente la salud oral de los más pequeños de la familia.
Nos referimos a los dentistas infantiles u odontopediatras, que en la actualidad están cada vez más demandados. ¿Quieres saber por qué?
Especialistas en los dientes de los más pequeños
En comparación con un odontólogo general, un odontopediatra dedica de dos o tres años más de su formación a estudiar los problemas dentales específicos de los niños, como la caries del biberón, chuparse el pulgar o el dolor cuando salen los dientes.
Además, los especialistas en odontopediatría siguen estudiando y formándose durante toda su carrera profesional para estar al corriente de las últimas teorías y avances en esta rama de la odontología.
Comodidad y facilidad en el trato
Además de en los aspectos clínicos, los odontopediatras también están especializados en tratar a los niños desde el punto de vista psicológico. Porque, como pacientes, los niños no son precisamente adultos en pequeño. Muchas veces se impacientan, se bloquean, sienten miedo… y no son cooperativos durante una revisión dental.
Los niños también son curiosos por naturaleza, así que los odontopediatras deben tener un extra de paciencia y los conocimientos necesarios para responder a preguntas de todo tipo, en un lenguaje lo más simple posible.
Gracias a su empatía y al trato diario con niños durante años, los odontopediatras son capaces de convertir una situación potencial de estrés para ti y tu hijo en una experiencia tan agradable y divertida, que estará deseando repetir.
Casi nunca es demasiado pronto
Casi todos los odontopediatras coinciden en que el momento ideal para la primera visita de tu bebé es cuando haya cumplido los seis meses. Además, debes asegúrate de llevarle con frecuencia a revisiones.
Engañados por una falsa sensación de seguridad o porque creen que los dientes de leche no son importantes, muchos padres retrasan el momento de acudir al dentista o no lo hacen hasta que han salido todos los dientes, lo que tiene consecuencias graves para la salud oral infantil y para los dientes definitivos situados debajo de los de leche.
Un estudio de la Universidad de Illinois calculó que más de un tercio de los niños estadounidenses tenían al menos una caries antes de preescolar. Los problemas dentales a menudo comienzan pronto en la vida, así que cuanto antes acudas a un odontopediatra, mejor.
Enseñando los mejores hábitos de higiene y prevención
Otra función importante de un odontopediatra profesional es la de educar en los hábitos de salud oral para cuidar en casa los dientes de tu hijo. Un odontopediatra le enseñará el modo correcto de cepillarse los dientes y pasarse el hilo dental, además de información adicional basada en el estado de su salud oral.
También os informará de cómo mejorar los hábitos alimenticios y qué cambios en la dieta pueden ayudar a proteger los dientes y encías de sus hijos, sobre todo a la hora de prevenir las caries.
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